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Breve antropología de la justicia

CategoríaDerechoSeptiembre 2011

Paul Laurent

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__________________________________________________________________ Paul Laurent Breve Antropología de la Justicia I Juego a imaginar a cada uno de los hombres que pretendieron auscultar la anatomía de la justicia y que en el acto repararon que la misma carecía de un corpus . ¿ Qué iban a tocar ? ¿ Cómo diseccionar lo que no es tangible como objeto ni aprehensible como concepto ? ¿ Mera idea ? No , insignificante no es . Amartya Sen nos recuerda que ella es tan inmensamente importante que ha motivado a la gente en el pasado y continuará motivando a la gente en el futuro .” 1 Empero , la pregunta que se desliza es tan inocente como relevante : ¿ Motivado a qué ? ¿ A aspirar un mundo mejor ? Por lo pronto para John Rawls la justicia era la razón de ser la sociedad , su estructura básica . A su entender , la primera virtud de las instituciones sociales .” 2 Quizá estuvo en lo cierto , no en vano le dedicó íntegramente toda su existencia . No obstante lo expresado por estos dos célebres personajes , hasta el presente la justicia es lo que cada evocador de la misma quiere que sea . Cada contractualista ( como Rawls ) se la inventa desde su 1 Amartya Sen , La idea de la justicia ( México : Taurus , 2010 ), p . 434 . 2 John Rawls , Teoría de la justicia , 2 ª ed . ( México : Fondo de Cultura Económica , 1995 ), p . 17 . mejor esfuerzo . Otros menos complicados y ambiciosos ( como Sen ), la asumen desde su humanísima simpleza . Con todo , es evidente que para ambos ( y desde ellos , para muchos ), la justicia es un buen deseo , el más grande , el mayor , el más trascendente ¿ Acaso como un inescrutable desideratum ? A lo mejor es así , pues ya en su lejana hora Aristóteles ( desde la praxis , en disidencia de la quimera platónica ) advertía la falta de una noción unitaria de justicia . ¿ Por ello es que hasta hoy caemos en la vaguedad , en el extravío ? Como si se hablara de un elemento perdido en el tiempo , de un ser que nadie ha visto jamás pero que se juzga que existe . ¿ Y si existe , cómo podría ser ? ¿ Qué forma tendrá ? ¿ Acaso como un ornitorrinco ? ¿ Ese semi-acuático animal de pico y patas de pato y cola de castor ? ¿ Un pájaro con cuatro patas y que pone huevos , huevos que se rompen para que salgan unas crías que irán directamente a mamar de las tetillas de la madre ? Cuando los científicos ingleses vieron un ejemplar disecado de ese espécimen gentilmente remitido por la marina británica desde las costas de Nueva Gales del Sur ( Australia ) en 1798 , en el acto juzgaron que les estaban jugando una broma . Incluso se creyó que algún taxidermista chino lo había creado en sus ratos libres . Paul Laurent , abogado peruano , es editor de la revista Ácrata y presidente del Instituto de Defensa de la Propiedad ( Lima , Perú ). Laissez-Faire , No . 35 ( Sept 2011 ): 40-64
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__________________________________________________________________ Obviamente , aquella criatura no entraba en las clasificaciones zoológicas hasta entonces conocidas . Era un caso singular , de esos que suelen tener de todo un poco .” He aquí el pretexto de Umberto Eco para señalar el drama del habla humana , nuestra tendencia a generalizar . El no ver el particularísimo fenómeno . En sus términos : El lenguaje nombra oscureciendo la insoslayable evidencia de lo individual existente .” 3 Y a pesar de ello , somos capaces de conocer ( reconocer ) lo que nunca hemos visto . Y lo podemos hacer a través de ideogramas y conceptos . Desde ellos nos aproximaremos . Desde ellos distinguiremos una liebre de un perro , un gato de un león , sin que el hecho de que nunca se haya visto ninguno de esos bichos constituya un serio obstáculo . Desde tal piso es que logramos saber de un Alejandro Magno , de un Julio César o de un Napoleón a pesar de las añosas distancias . De idéntica forma es como conocemos de un Quijote , de un Hamlet o de un Oliver Twist , así como de un rombo , un triángulo o de la propia raíz cuadrada sin frenarnos por su inexistencia . Multiplicidad de símbolos que construimos para abrirnos paso , como el ciego despeja las tinieblas con su bastón o con su perro-lazarillo . Alegorías , signos , emblemas . ¿ De esos que la justicia también forma parte ? Arriesgado adelantar una respuesta . Por lo pronto , más real será cualquiera de las figuras geométricas que se nos venga a la mente . A ellas , como a un ratón o a una mosca , podemos analizarlas detenidamente . Armarlas y desarmarlas , dividirlas , desentrañarlas . Están a nuestra merced , y no hay quien discuta su esencia . Forman parte del consenso . No se les cuestiona , ni se les interpreta arbitrariamente . Se les toma tal como vienen y son ”. ¿ De análoga manera a como se acoge la idea de justicia ? ¿ Podemos decir lo mismo de ella ? ¿ O únicamente estamos limitados a repetir lo que el moribundo Virgilio de Hermann Broch profirió sobre su evocada amada , he visto solamente tu belleza , no tu vida ? Ello en palabras de un bardo vienés ; en boca de un niño poeta tercermundista ( Martín Adán ), la justicia muy bien puede ser unas estatuas feas en las plazas de las ciudades . II No cito a vates por accidente , sino deliberadamente . No por nada Walt Whitman afirmaba que sólo los poetas están plenamente dotados para ejercer de igualadores ”; en nomenclatura progresista ( como la de la nueva trova ”), la voz de los que no tienen voz . No desbarraba del todo . En su romana mocedad Ovidio fungió en alguna oportunidad de iudex unicus ( árbitro ) antes de dedicarse al servitium amoris . Ciertamente , la causa de esa pretensión se encuentra en que la alocución está cargada de un alto grado de subjetividad . Ese factor que deja en ridículo los cimientos de cualquier teoría del bienestar , de esas que buscan hacer felices a la gente incluso más allá de sus voluntades , pero con su dinero . Al respecto , el imaginativo Rawls vislumbraba que una vez alcanzadas las condiciones sociales indispensables y el nivel de satisfacción de los deseos y las necesidades materiales ,” 4 dicho óptimo serviría para proceder a implementar un esquema redistributivo justo . 3 Umberto Eco , Kant y el ornitorrinco ( Bar- 4 celona : Lumen , 1999 ), p . 32 . Rawls , op . cit ., p . 490 . __________________________________________________________________ 41
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__________________________________________________________________ Pero , ¿ cómo se descubre el límite de las condiciones sociales indispensables y el nivel de satisfacción de los deseos y las necesidades materiales ? ¿ Rawls supo de la pauta para identificarlas ? Empero , y si no hay suficientes condiciones sociales indispensables saneadas , ¿ entonces no procede teoría de la justicia alguna ? Por lo pronto , Fernando Vallespín advierte que tanto Rawls como Habermas comparten la confianza en poder sustentar una concepción pública de la justicia válida para las sociedades avanzadas contemporáneas .” 5 Tal es el drama de involucrarse con rigideces de hacedor del mundo ahí donde el mundo se hace sólo . Y desde un soporte tan gaseoso e inescrutable que Perelman no tuvo reparos en calificarlo de coloración emotiva . Descriptiva denominación para una luminosa materia , hechura propia al de un saber pletórico en espiritualidad ( la Geisteswissenschaften de los germanos ). ¿ La esencia de las religiones , el objeto secreto de la fe ? Ello es lo que acusaba Proudhon . 6 ¿ He aquí la más tangible muestra de la muy humana propensión de evadir la más llana existencia ? ¿ La base de aquella manía de quejarse a los cuatro vientos por la ofensiva realidad ? ¿ Realidad remendada por el magistratus ? Sobre la labor de estos últimos el primer párrafo del Digesto ( 1 , 1 , 1 ) reza así : Somos dignos de ser llamados Sacerdotes de este arte : 5 Véase su introducción a Jürgen Habermas y John Rawls , Debate sobre el liberalismo político ( Barcelona : Paidós / Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona , 1998 ), pp . 12-13 . pues veneramos a la Justicia y profesamos la sabiduría de lo bueno y lo justo . ¿ El iudex como personificación del deber ? Por su sacralidad , ¿ seres inaccesible a las debilidades , a los sentimientos ? ¿ Sobrehumanos o inhumanos ? ¿ Libres incluso de las necesidades humanas de alimentación , sueño y descanso ? En sus Cuatro cuartetos T . S . Eliot ( otro poeta ) decía que la humanidad no puede tolerar mucha realidad . Desde ese aserto , David Hume anotaba que la moralidad es más sentida que juzgada . 7 Obviamente , el éxito ( y hegemonía ) que el clamor por la justicia arrastra brota del directo rezago de los ancestrales miedos , esos miedos que se concentran en una sola y contundente explicación : el pánico a valernos por nosotros mismos . Pura escatología . Como cuando invocamos a la divinidad más a la mano ante cada momento límite . La justicia responde al mismo criterio . Si la fe en el creador nos invita a juzgar como posible todo atisbo de vida más allá de la propia vida ( la terrenal muerte ), entonces ¿ por qué habremos de renunciar a tan fascinante gratia ? Podemos ir preparando nuestras almas para ese magno día ( la parusía ). Una disposición que muy bien puede ser propicia tanto para la venida del mismísimo Dios de dioses como para la venida de los propios bárbaros . Kavafis ( en Esperando a los bárbaros ) puso en verso dicha espera , la espera de lo que nunca llega . Al fin y al cabo lo importante era la espera misma . Ella motivaba a la gente , alentaba sus vidas . En puridad , ese es el discurso-arenga de San Agustín . La Ciudad de Dios lo que demandaba era eso . ¿ Pero pretender edificar un orden justo 6 Pierre-Joseph Proudhon , De la Justice dans la Révolution et dans l Eglise ( Bruselas , 1868 ), p . 44 , citado por Chaïm Perelman , De 7 David Hume , Tratado de la naturaleza humana , Libro III ( Buenos Aires : Orbis , 1984 ), la justicia ( México : UNAM , 1964 ), p . 15 . p . 691 . __________________________________________________________________ 42
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__________________________________________________________________ no es igualarse a Dios ? ¿ Estamos ante el que no se conforma con lo que dijo Habacuc , justus ex fide vivit ( el justo vive por la fe )? Como es comprensible , el esperar el arribo de ese instante de vita æterna ( luego de un muy necesario y purificador juicio final ) insoslayablemente acarrea una gama de sacrificios y desprendimientos . Desde entonces , lo que no existe comienza a existir por exigencia de los que quieren que exista . Ciertamente carece de presencia , más todo lo que vive y respira empuja su asfixiante peso y rigor . Así es como se sucumbe al universo de esa órfica súplica , la que tenderá el puente para escapar de lo dado . Por su venia , hacer referencia a derechos y libertades sólo será válido ( justo ) si es que las mismas se circunscriben a esas huidas o renuncias . El imperium de la idea . La quimera por sobre lo manifiesto . El celo de los lejanos coros que han ido cincelando profunda y eficientemente los atávicos cimientos . Ahí donde lo privatum asoma como un suceso por demás ruin y soez . Toda la antigüedad se rigió bajo ese canon . Ahí donde la preeminencia de lo mágico e inexplicable lo rediseñaba todo . III No se puede reflexionar y ser modesto , diría Emil Ciorán . ¿ Pensar es en un acto egocéntrico ? El discurso suele ser más propio de vosotros , los humanos ; la intuición , de nosotros los celestiales , rubricaba John Milton en El Paraíso perdido . La verdad de los de arriba versus la verdad de los de abajo .” ¿ De dónde surge la justicia ? ¿ De los que alzan la cerviz los que hurgan entre sus homínidas existencias ? Sea el rubro que sea , ambos esquemas emanan del argumentum . De la exposición de verdades , del verbum . En minúsculas , como toda pugna de opiniones . Ahí donde toda episteme no es más que una doxa , pero que a pesar de las distancias , siempre subyacerá un factor común , ese factor que le hará decir a Derrida que hay que ser justos con la justicia : y la primera justicia que debe ser hecha es la de escuchar , leer , interpretar , intentar comprender de dónde viene aquella , qué es lo que quiere de nosotros .” 8 Elemental . Desde hace mucho la justicia es un ente con vida propia . Como un fantasma que no podrá tener unánime forma ni complexión , ¿ mas de savia perfectamente identificable ? ¿ No ? ¿ Intuible ? ¿ Asible ? ¿ Por lo menos intelectivamente aprehensible desde su arcano historial ? ¿ Esto ? ¿ Un bagaje de situaciones que hasta el presente la colocan como una vigorosísima deidad , capaz de reinventar el orbe y jugar a su entero antojo con los mortales ? Como lo cantó Esquilo ( en Las coéforas ), ningún mortal puede atravesar una vida libre de daño sin que lo pague . La justicia todo lo ve , dice el coro en Electra de Eurípides . Y se la antropomorfiza llamándola Justicia , clara muestra de su gran poder . Innegablemente , la asunción de una opinión o la coligación de una multiplicidad de opiniones que ha alcanzado el monopolio e impuesto su ley . ¿ La ley de un guerrero o la de un sacerdote ? Comentando la noción de Iustitia de Aulo Gelio , Kantorowicz recuerda que para el escritor romano del siglo II 8 Jacques Derrida , Fuerza de ley : El fundamento místico de la autoridad ’,” Doxa , 11 hacia las estrellas y el firmamento o de ( 1992 ), p . 145 . __________________________________________________________________ 43
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