Adam Smith y su crítica del mercantilismo: Lecciones para el siglo XXI
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/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-63.1 Cole.pdf&rsargs[]=0
__________________________________________________________________
Julio
H
.
Cole
..
Adam
Smith
y
su
crítica
del
mercantilismo
:
Lecciones
para
el
siglo
XXI
Hemos
aprendido
a
luchar
con
otras
naciones
en
defensa
común
de
nuestra
libertad
.
Debemos
ahora
aprender
a
convivir
con
otras
naciones
para
nuestro
mutuo
bienestar
.
Debemos
aprender
a
comerciar
más
con
otras
naciones
para
que
pueda
haber
,
para
nuestra
mutua
ventaja
,
mayor
producción
,
más
empleo
y
mejores
niveles
de
vida
en
todo
el
mundo
.
—
Harry
S
.
Truman
1
I
El
pensamiento
económico
moderno
encuentra
sus
raíces
en
la
obra
de
Adam
Smith
,
un
filósofo
y
economista
escocés
del
siglo
XVIII
.
En
su
libro
más
influyente
,
La
riqueza
de
las
naciones
(
1776
),
este
pensador
no
solo
explicó
los
fundamentos
del
capitalismo
y
la
economía
de
mercado
,
sino
que
lo
hizo
en
el
contexto
de
una
crítica
mordaz
del
“
mercantilismo
”,
la
doctrina
económica
predominante
de
su
tiempo
.
Los
mercantilistas
promovían
,
entre
otras
cosas
,
la
acumulación
de
riquezas
mediante
la
regulación
gubernamental
del
comercio
y
la
economía
,
con
un
énfasis
en
las
exportaciones
y
la
limitación
de
las
importaciones
,
mientras
que
Smith
argumentó
,
en
cambio
,
que
la
verdadera
riqueza
de
una
nación
no
reside
en
sus
reservas
de
oro
y
plata
,
sino
en
su
capacidad
para
producir
bienes
y
servicios
de
manera
eficiente
.
Esta
crítica
de
Smith
no
solo
revolucionó
la
teoría
económica
de
su
época
,
sino
que
sigue
siendo
relevante
hoy
en
día
.
En
un
mundo
globalizado
,
donde
las
políticas
proteccionistas
y
las
intervenciones
estatales
en
la
economía
resuenan
con
fuerza
,
las
lecciones
de
Smith
ofrecen
una
perspectiva
valiosa
para
entender
los
desafíos
contemporáneos
.
Este
ensayo
explorará
las
críticas
de
Adam
Smith
al
mercantilismo
,
destacando
las
enseñanzas
que
pueden
guiar
las
políticas
económicas
en
el
mundo
moderno
.
Al
hacerlo
,
se
pretende
no
solo
rendir
tributo
a
las
ideas
pioneras
de
este
gran
pensador
,
sino
también
evaluar
su
pertinencia
y
aplicación
en
la
economía
del
siglo
XXI
.
II
El
capitalismo
,
como
fenómeno
histórico
,
tuvo
sus
orígenes
durante
la
transición
del
feudalismo
al
mercantilismo
en
Europa
,
en
los
períodos
del
Renacimiento
y
la
Ilustración
.
Este
proceso
fue
impulsado
por
varios
factores
,
entre
los
que
destacan
la
expansión
de
las
rutas
comerciales
y
el
surgimiento
de
una
economía
de
mercado
más
dinámica
y
compleja
.
1
“
Discurso
ante
Sesión
Conjunta
del
Congreso
de
Estados
Unidos
”
(
Abril
16
,
1945
).
Julio
H
.
Cole
es
editor
de
Laissez-Faire
.
Laissez-Faire
,
No
.
63-64
(
Marzo-Sept
2025
):
1-18
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-63.1 Cole.pdf&rsargs[]=1
__________________________________________________________________
Es
fundamental
entender
,
sin
embargo
,
que
el
mercantilismo
,
que
dominó
tanto
la
teoría
como
la
práctica
económicas
en
Europa
durante
los
siglos
XVI
,
XVII
y
XVIII
,
ofrecía
una
perspectiva
radicalmente
diferente
a
las
ideas
de
libre
comercio
que
serían
propuestas
por
pensadores
posteriores
.
determinan
el
progreso
económico
dentro
del
contexto
de
una
economía
no
regulada
ni
sujeta
a
restricciones
artificiales
,
y
formulando
las
políticas
económicas
que
podrían
implementarse
para
crear
un
ambiente
favorable
para
un
progreso
económico
sostenible
a
largo
plazo
.
Los
mercantilistas
abogaban
por
una
fuerte
intervención
estatal
en
la
economía
,
promoviendo
políticas
comerciales
proteccionistas
y
la
acumulación
de
metales
preciosos
como
principal
medida
de
la
riqueza
nacional
.
Estos
enfoques
se
contraponen
a
los
ideales
de
libre
comercio
y
mercado
abierto
que
serían
defendidos
posteriormente
.
Uno
de
los
principios
más
importantes
del
pensamiento
mercantilista
era
la
creencia
en
una
visión
de
suma-cero
del
comercio
internacional
.
Según
esta
visión
,
la
ganancia
de
un
país
se
consideraba
automáticamente
como
la
pérdida
de
otro
,
lo
cual
contrasta
fuertemente
con
la
noción
de
comercio
mutuamente
beneficioso
articulada
por
economistas
como
Adam
Smith
en
el
siglo
XVIII
y
David
Ricardo
en
el
siglo
XIX
.
Para
los
mercantilistas
,
el
comercio
exterior
era
visto
como
la
principal
fuentes
de
riqueza
nacional
,
y
por
ello
buscaban
obtener
superávits
comerciales
mediante
el
uso
de
aranceles
,
subsidios
y
la
creación
de
monopolios
,
frecuentemente
a
expensas
de
los
consumidores
domésticos
,
ya
que
las
políticas
mercantilistas
priorizaban
los
intereses
del
Estado
y
de
las
élites
mercantiles
sobre
los
de
la
población
en
general
.
Esta
estrecha
alianza
entre
el
gobierno
y
los
intereses
mercantiles
dio
lugar
a
sistemas
de
privilegios
monopólicos
,
que
los
críticos
consideraban
antitéticos
a
los
principios
de
libre
competencia
y
libertad
individual
defendidos
por
teóricos
como
Smith
,
quien
más
bien
trató
de
explicar
los
factores
que
__________________________________________________________________
2
III
Previo
a
una
discusión
del
“
modelo
”
smithiano
,
conviene
aclarar
que
en
la
práctica
la
evaluación
de
cualquier
política
económica
siempre
dependerá
,
no
sólo
de
consideraciones
técnicas
,
sino
también
de
supuestos
“
meta-económicos
”
que
muchas
veces
son
reflejo
de
juicios
de
valor
implícitos
y
tan
arraigados
que
su
influencia
pasa
desapercibida
—
aunque
no
por
ello
menos
reales
.
Uno
de
estos
supuestos
,
que
rara
vez
se
plantea
explícitamente
,
aun
cuando
es
ampliamente
compartido
de
manera
implícita
,
es
que
el
criterio
final
para
la
evaluación
de
una
política
económica
debe
ser
su
efecto
sobre
el
bienestar
económico
de
la
gran
mayoría
del
pueblo
.
Este
supuesto
nos
parece
hoy
en
día
tan
evidente
que
muchos
incluso
cuestionarían
la
necesidad
de
plantearlo
abiertamente
.
Lo
que
generalmente
se
pierde
de
vista
,
sin
embargo
,
es
que
este
criterio
es
de
hecho
muy
moderno
.
Antes
de
Adam
Smith
,
por
ejemplo
,
predominaban
ideas
muy
diferentes
,
y
como
bien
señala
Edwin
Cannan
,
en
un
ensayo
conmemorativo
ya
casi
completamente
olvidado
,
uno
de
los
grandes
cambios
permanentes
que
introdujo
Smith
en
el
análisis
económico
fue
la
noción
de
que
,
cuando
se
habla
de
la
“
Riqueza
de
las
Naciones
”,
el
concepto
de
“
nación
”
debe
interpretarse
en
un
sentido
amplio
,
tomando
en
cuenta
los
intereses
del
pueblo
entero
,
y
no
únicamente
los
del
soberano
o
de
las
clases
domi-
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__________________________________________________________________
nantes
:
“...
no
puede
ser
perjudicial
para
el
todo
social
lo
que
aprovecha
a
la
mayor
parte
de
sus
componentes
.
Ninguna
sociedad
puede
ser
floreciente
y
feliz
si
la
mayor
parte
de
sus
miembros
son
pobres
y
miserables
”.
2
El
gran
mérito
de
Smith
radica
en
haber
implantado
este
criterio
en
una
época
en
que
predominaban
opiniones
totalmente
opuestas
.
Concretamente
,
las
ideas
smithianas
plantean
un
marcado
contraste
con
las
de
los
“
mercantilistas
”,
para
quienes
el
objeto
de
la
política
económica
consistía
fundamentalmente
en
acrecentar
el
poder
del
Estado
,
y
el
bienestar
económico
del
pueblo
era
en
todo
caso
un
motivo
secundario
.
Más
bien
,
muchos
mercantilistas
de
hecho
consideraban
la
pobreza
de
la
clase
obrera
como
algo
positivo
y
beneficioso
para
la
nación
.
Claramente
se
aprecia
aquí
que
los
conceptos
de
“
pueblo
”
y
“
nación
”
no
coinciden
en
este
esquema
.
Como
ejemplo
de
este
contraste
,
podemos
citar
las
opiniones
del
mercantilista
Bernard
Mandeville
,
quien
publicó
la
segunda
edición
de
su
Fábula
de
las
abejas
apenas
medio
siglo
antes
de
La
riqueza
de
las
naciones
:
“
...
resulta
evidente
que
,
en
una
nación
libre
donde
no
se
admite
la
esclavitud
,
la
riqueza
más
segura
consiste
de
una
multitud
de
pobres
laboriosos
”.
Esta
observación
es
repetidamente
enfatizada
:
“
...
es
del
trabajo
de
los
pobres
...
de
donde
provienen
las
comodidades
de
la
vida
....
[
Sin
embargo
]
no
tenemos
apenas
suficiente
gente
pobre
para
desempeñar
los
trabajos
necesarios
2
Adam
Smith
,
Investigación
sobre
la
naturaleza
y
causas
de
la
riqueza
de
las
naciones
[
1776
]
(
México
:
Fondo
de
Cultura
Económica
,
1958
),
p
.
77
—
cf
.,
Edwin
Cannan
,
“
Adam
Smith
as
an
Economist
,”
Economica
,
para
nuestra
subsistencia
”.
Enseguida
señala
este
autor
que
“
el
grueso
de
la
sociedad
...
en
todas
partes
debería
consistir
de
los
pobres
laboriosos
”,
y
más
adelante
hace
referencia
a
“
...
las
vastas
multitudes
de
pobres
laboriosos
que
se
requieren
para
formar
una
gran
sociedad
”.
3
Debido
a
esto
Mandeville
expresa
,
sin
ningún
rodeo
,
la
conveniencia
de
mantener
en
la
pobreza
a
la
clase
obrera
:
“[
Los
pobres
]
no
deben
pasar
hambre
,
pero
tampoco
deben
recibir
nada
que
les
permita
ahorrar
....
a
todas
las
naciones
ricas
les
conviene
que
la
mayor
parte
de
los
pobres
casi
nunca
estén
ociosos
,
y
también
de
que
gasten
continuamente
lo
que
reciben
”.
En
otro
lugar
señala
:
“
He
planteado
la
máxima
,
que
nunca
debe
ser
violada
,
de
que
los
pobres
deben
mantenerse
empleados
,
y
que
sería
prudente
aliviar
sus
necesidades
,
pero
un
gran
error
curarlas
del
todo
”.
4
Por
estas
mismas
razones
,
Mandeville
se
oponía
a
la
educación
de
la
clase
obrera
:
“
Para
tener
una
sociedad
feliz
y
un
pueblo
contento
en
la
mayor
pobreza
,
es
necesario
que
un
gran
número
de
ellos
sean
ignorantes
,
además
de
pobres
”.
En
otra
parte
,
se
queja
de
que
“
las
gentes
de
los
rangos
inferiores
saben
demasiado
como
para
poder
servirnos
”.
5
3
Bernard
Mandeville
,
The
Fable
of
the
Bees
[
1723
],
ed
.
F
.
B
.
Kaye
[
Oxford
University
Press
,
1924
],
vol
.
1
,
pp
.
287
,
301-02
,
355-56
.
4
Ibid
.,
pp
.
193-94
,
248
.
5
Ibid
.,
pp
.
287-88
,
302
.
El
editor
de
Mandeville
,
F
.
B
.
Kaye
,
trata
de
atenuar
la
crudeza
de
estas
afirmaciones
,
señalando
que
hoy
en
día
tendemos
a
juzgarlas
desde
un
punto
de
vista
“
humanitario
”
que
apenas
existía
en
tiempos
de
Mandeville
—
cf
.
“
Introduction
,”
p
.
lxx
(
aprovecho
para
rendir
No
.
17
(
1926
):
126-29
.
tributo
al
notable
trabajo
editorial
del
__________________________________________________________________
3
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-63.1 Cole.pdf&rsargs[]=3
__________________________________________________________________
Algunos
podrían
cuestionar
la
identificación
de
Mandeville
como
un
“
mercantilista
,”
dado
que
se
puso
de
moda
en
el
siglo
XX
reclamarlo
más
bien
como
un
precursor
del
liberalismo
clásico
y
de
la
tradición
que
concibe
la
sociedad
como
un
“
orden
espontáneo
”.
6
Por
otra
parte
,
Eli
Heckscher
,
autor
del
tratado
definitivo
sobre
el
mercantilismo
,
lo
ubica
sin
rodeos
en
el
campo
mercantilista
.
7
Quizá
lo
más
correcto
sea
considerarlo
como
una
figura
de
transición
entre
las
dos
concepciones
.
En
todo
caso
,
los
pasajes
que
he-
Profesor
Kaye
,
especialmente
su
magnífico
ensayo
introductorio
,
obra
maestra
de
impecable
erudición
).
Esta
observación
es
justa
,
aunque
también
es
cierto
que
,
visto
en
esta
perspectiva
,
el
contraste
con
el
punto
de
vista
smithiano
resulta
aún
más
marcado
.
En
todo
caso
,
es
evidente
que
la
concepción
mercantilista
de
la
riqueza
es
eminentemente
“
clasista
”:
en
este
esquema
la
“
riqueza
”
de
una
nación
no
consiste
de
los
bienes
y
servicios
de
que
dispone
el
pueblo
para
satisfacer
sus
necesidades
,
sino
de
los
recursos
de
que
disponen
las
clases
dominantes
para
la
realización
de
sus
propios
proyectos
y
empresas
.
Estos
dos
objetivos
rara
vez
serán
coincidentes
.
6
Cf
.,
por
ejemplo
,
Norman
Barry
,
“
The
Tradition
of
Spontaneous
Order
,”
Literature
of
Liberty
,
5
(
2
)
(
1982
):
16-20
.
7
La
época
mercantilista
(
México
:
Fondo
de
Cultura
Económica
,
1943
):
“
La
idea
central
del
mercantilismo
podría
expresarse
así
:
hay
que
tomar
a
los
hombres
como
son
y
enderezarlos
,
empleando
para
ello
medios
hábiles
,
en
la
dirección
que
convenga
al
interés
del
estado
.
Nadie
ha
expresado
esta
idea
mejor
que
Mandeville
(
1723
):
‘
Los
vicios
de
los
individuos
pueden
convertirse
en
beneficios
públicos
mediante
los
hábiles
manejos
de
políticos
diestros
’
[
las
itálicas
son
de
Heckscher
].
Esto
quería
decir
,
en
primer
lugar
que
los
intereses
económicos
privados
del
individuo
debían
ponerse
al
servicio
del
mos
citado
son
bastante
representativos
del
punto
de
vista
mercantilista
sobre
este
tema
,
y
podemos
también
encontrar
en
Mandeville
muchos
otros
ejemplos
de
expresiones
típicamente
mercantilistas
.
8
Estado
”
(
pp
.
734-735
).
primera
página
del
libro
Smith
expresa
:
“
El
__________________________________________________________________
4
IV
Estas
expresiones
de
Mandeville
nos
parecen
hoy
en
día
chocantes
y
mezquinas
,
y
pocas
personas
comparten
el
sistema
de
valores
que
se
refleja
en
ellas
—
o
cuando
menos
,
no
lo
manifiestan
abiertamente
.
Las
ideas
de
Adam
Smith
,
en
cambio
,
expresan
sentimientos
más
liberales
y
generosos
,
y
parecen
concordar
mejor
con
el
consenso
de
la
opinión
moderna
sobre
el
tema
.
Con
estas
consideraciones
en
mente
,
cabe
plantearse
entonces
la
siguiente
interrogante
:
¿
Cuál
es
el
sistema
económico
más
adecuado
para
maximizar
la
“
Riqueza
de
las
Naciones
”,
entendida
ésta
en
sentido
amplio
?
Según
Smith
,
tanto
el
nivel
del
ingreso
real
per
cápita
como
su
tasa
de
crecimiento
dependen
esencialmente
de
“
la
aptitud
,
destreza
y
sensatez
con
que
generalmente
se
ejercita
el
trabajo
”,
9
es
decir
,
8
La
siguiente
cita
debería
despejar
toda
duda
al
respecto
:
“
Los
buenos
políticos
,
mediante
hábiles
manejos
,
imponiendo
fuertes
tributos
sobre
ciertos
bienes
,
o
prohibiéndolos
del
todo
,
y
reduciendo
los
derechos
sobre
otros
,
pueden
siempre
desviar
el
curso
del
comercio
en
la
dirección
que
se
les
antoje
,
....
Pero
ante
todo
,
deberán
vigilar
cuidadosamente
el
balance
comercial
,
y
nunca
permitir
que
las
mercancías
extranjeras
importadas
en
un
año
,
excedan
en
valor
lo
que
de
sus
propias
manufacturas
exporten
a
otros
[
países
]
en
el
mismo
período
”
(
Mandeville
,
op
.
cit
.,
p
.
116
).
9
Smith
,
La
riqueza
de
las
naciones
,
p
.
3
.
Es
significativo
que
ya
en
la
primera
línea
de
la