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__________________________________________________________________
Paul
Laurent
de
La
marginalidad
de
lo
invisible
:
O
la
res
publica
oculta
INTRODUCCIÓN
Como
sucede
en
la
historia
,
los
que
se
dedican
a
auscultar
el
derecho
,
la
economía
y
la
política
han
preferido
apuntar
sus
reflectores
a
los
príncipes
y
magnates
antes
que
a
las
personas
comunes
y
corrientes
.
Desde
esa
perspectiva
,
todo
lo
importante
(
y
también
lo
no
importante
)
brotará
del
arbitrio
de
los
«
hombres
regios
».
Por
ende
,
se
descarta
o
desvalora
el
impacto
que
sobre
la
sociedad
tiene
la
sociedad
misma
.
Así
pues
,
la
carga
de
la
prueba
de
la
sociabilización
va
por
cuenta
de
la
gente
ordinaria
.
Sin
rubor
,
se
les
asume
disociadores
por
naturaleza
.
A
la
inversa
,
los
que
detentan
el
poder
son
asumidos
de
la
mejor
manera
.
Siendo
que
a
estos
últimos
se
les
tiene
como
émulos
de
los
«
grandes
hacedores
»,
como
el
mitológico
primer
emperador
chino
Fo-Hi
,
inventor
(
él
solo
)
de
la
astronomía
y
el
calendario
,
de
la
lira
de
madera
,
la
familia
,
la
caza
,
la
pesca
y
los
hexagramas
.
Pasadas
las
experiencias
de
una
variopinta
gama
de
emperadores
no
precisamente
míticos
,
el
igualmente
mítico
Lao-tsé
concluirá
:
cuantas
más
leyes
se
promulgan
,
mayor
será
el
número
de
ladrones
y
bandidos
.
Marcando
una
línea
divisora
entre
ambos
mundos
(
entre
los
de
arriba
y
los
de
abajo
),
Platón
predicó
que
la
«
ciencia
política
»
no
se
aprende
entre
los
coros
de
centauros
y
de
sátiros
.
Optaba
por
los
políticos
antes
que
por
los
que
(
a
su
entender
)
no
son
capaces
de
sacudirse
de
su
animalidad
.
Estamos
ante
un
sentir
que
trascenderá
.
Entre
fines
del
siglo
IV
y
comienzos
del
V
de
nuestra
era
,
San
Agustín
preguntará
¿
qué
soy
,
Dios
mío
?,
¿
lo
que
es
mi
naturaleza
?
En
términos
de
Plotino
,
es
la
vergüenza
de
saberse
en
un
cuerpo
.
Por
descarte
,
queda
en
evidencia
que
lo
marginal
a
lo
político
(
donde
se
escuchan
los
coros
de
centauros
y
de
sátiros
)
existe
,
vive
.
Empero
,
si
vive
(
siente
,
respira
,
se
mueve
y
expresa
),
¿
por
qué
es
marginal
?
¿
No
era
que
la
política
pertenecía
a
todos
por
igual
,
según
el
parecer
de
pensadores
anteriores
a
Platón
como
Demócrito
,
Protágoras
(
que
incluía
a
las
mujeres
)
y
Tucídides
?
Paul
Laurent
,
abogado
peruano
,
es
investigador
del
Centro
de
Investigaciones
y
Estudios
Legales
(
CITEL
),
Lima
,
Perú
.
Una
versión
preliminar
de
este
trabajo
se
presentó
como
ponencia
en
el
VI
Congreso
Internacional
“
La
Escuela
Austriaca
de
Economía
en
el
siglo
XXI
”
(
Rosario
,
Argentina
,
22
de
agosto
de
2016
),
realizado
en
la
Facultad
de
Ciencias
Económicas
de
la
Universidad
Católica
de
Rosario
.
El
autor
agradece
el
apoyo
de
RELIAL
y
de
la
Friedrich
Naumann
Stiftung
für
die
Freiheit
.
Laissez-Faire
,
No
.
47
(
Sept
2017
):
54-62
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__________________________________________________________________
EL
VIRAJE
Como
lo
rememoró
Cornelius
Castoriadis
,
hubo
un
momento
en
que
todo
cambió
.
En
la
visión
platónica
(
que
los
aristotélicos
no
deformarán
,
comenzando
por
Aristóteles
)
no
será
dable
concebir
que
el
manejo
de
la
cosa
pública
se
encuentre
desperdigada
entre
quienes
únicamente
alaban
las
cosas
que
les
son
propias
y
personales
.
Los
mercaderes
no
estarán
para
hacerse
de
la
política
,
se
les
juzgará
que
por
su
oficio
están
incapacitados
para
hacer
la
guerra
.
Surge
la
imagen
del
político
ajeno
(
impasible
)
a
sus
propias
preocupaciones
y
a
lo
mundano
.
Mezcla
de
guerrero
y
de
sacerdote
,
de
sabio
a
la
vez
que
hombre
de
acción
,
se
le
sopesará
como
un
ser
muy
distante
del
resto
de
los
mortales
.
Por
ende
,
el
único
capacitado
para
dirigir
los
intereses
públicos
y
legislar
;
es
decir
,
de
transformar
la
vida
de
la
gente
.
Se
saca
de
la
manga
a
una
criatura
que
se
diferencia
de
quienes
sólo
piensan
en
su
propio
bien
,
y
se
le
asume
competente
de
mandar
a
multitudes
en
la
medida
que
posee
la
ciencia
política
.
En
palabras
de
Deirdre
McCloskey
,
esta
es
la
hazaña
de
un
esnobismo
con
aspiraciones
aristocráticas
(
2006
,
p
.
284
).
Los
linderos
quedaban
constituidos
.
Fuera
del
poder
regio
sólo
hay
caos
.
Sólo
la
política
del
que
tiene
el
monopolio
de
la
fuerza
será
oficialmente
lo
político
.
En
términos
agrarios
,
estamos
ante
la
alegoría
de
quien
guía
su
rebaño
.
Desde
esa
evocación
Platón
negará
que
la
polis
fue
sudorosa
hechura
de
muchos
,
dando
paso
a
la
idea
un
rey-legislador
que
hasta
ese
momento
el
grueso
de
los
atenienses
tenían
como
una
propuesta
aberrante
.
Y
esto
último
en
la
medida
en
que
por
entonces
en
Grecia
sólo
la
singularísima
Esparta
sabía
de
reyes
.
Hasta
en
Sicilia
(
cuna
de
tiranos
),
su
sola
evocación
causaba
repulsión
.
Castoriadis
resalta
que
en
los
siglos
V
y
IV
a
.
C
.
la
sola
mención
de
la
palabra
«
rey
»
(
basiléus
)
activaba
inmediatamente
el
ingrato
recuerdo
de
Jerjes
,
el
«
gran
rey
»
de
los
persas
,
un
déspota
,
un
tirano
.
Ya
en
La
Ilíada
Diomedes
le
había
espetado
a
Agamenón
:
Sí
,
tú
eres
basiléus
,
tienes
el
cetro
,
pero
en
realidad
no
vales
nada
.
A
todas
luces
,
el
argumento
platónico
rompía
con
el
consenso
imperante
de
que
la
polis
era
una
creación
conjunta
de
los
ciudadanos
.
Diferenciándolo
de
los
tiranos
,
el
hijo
de
Aristón
convierte
al
rey
en
producto
del
consenso
ciudadano
.
Lo
erige
en
máximo
representante
de
la
polis
,
el
portador
de
la
lanza
contra
los
enemigos
externos
tanto
contra
los
internos
.
¿
Serán
estos
últimos
también
los
que
hacen
economías
fuera
de
la
economía
?
¿
Unas
economías
que
se
contraponen
a
la
economía
porque
simplemente
se
resisten
a
dejar
de
medir
su
trabajo
como
una
mercancía
?
De
esa
suerte
,
se
colige
que
lo
no
oficial
estará
vedado
para
crear
instituciones
.
En
El
político
Platón
fue
tajante
:
entre
estas
dos
especies
hay
una
profunda
enemistad
y
una
inmensa
discordia
.
La
rivalidad
es
evidente
,
lanzando
una
advertencia
:
¿
No
sabes
que
todos
estos
son
capaces
de
combatir
con
los
pastores
de
hombres
?
LA
RES
PUBLICA
MARGINAL
Puestas
así
las
cosas
,
¿
se
podrá
hablar
de
un
concierto
social
generado
por
«
simples
particulares
»?
¿
O
es
que
por
ser
precisamente
«
simples
particulares
»
están
negados
para
erigir
soportes
de
esa
envergadura
?
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__________________________________________________________________
En
sí
la
sola
interrogante
informa
que
el
librecambio
porta
en
su
ser
una
abierta
renuncia
a
la
política
,
lo
que
colisiona
con
el
origen
urbano
de
la
noción
de
res
publica
.
No
en
vano
la
teoría
del
gobierno
limitado
se
gestó
en
un
orden
nacido
desde
,
para
y
por
directo
beneficio
de
los
ciudadanos
.
Un
hábitat
surgido
del
universo
de
concesiones
recíprocas
que
privilegia
la
deliberación
antes
que
la
imposición
,
donde
no
se
admite
soberano
distinto
al
conjunto
de
los
miembros
de
la
comunidad
.
Como
en
la
original
polis
griega
,
en
la
civitas
romana
y
en
las
ciudades-repúblicas
de
la
Europa
medieval
,
no
era
dable
ningún
ente
superior
al
bien
común
.
Este
es
el
sustrato
republicano
que
terminó
convirtiéndose
en
esa
otra
política
,
cuando
en
su
momento
fue
la
política
por
excelencia
.
Exactamente
lo
que
hasta
un
siglo
atrás
sobrevivía
a
través
del
discurso
constitucionalista
,
el
que
ha
sido
deliberadamente
desfigurado
hasta
el
grado
que
en
el
presente
invocar
la
res
publica
es
hablar
de
una
gama
de
instituciones
que
únicamente
afloran
ante
el
repliegue
o
no
aparición
del
legislador
oficial
.
Por
ello
no
es
extraño
que
haya
sido
una
«
observadora
no
profesional
»
la
que
termine
concluyendo
(
contra
el
parecer
de
los
observadores
profesionales
de
la
primera
mitad
del
siglo
XX
)
que
las
ciudades
son
un
inmenso
laboratorio
de
ensayo
y
error
,
fracaso
y
éxito
,
para
su
construcción
y
diseño
.
El
mundo
marginal
activa
sus
propios
pensadores
:
Jane
Jacob
(
la
«
observadora
no
profesional
»)
se
oponía
a
la
planificación
de
los
expertos
,
optando
por
auscultar
en
el
propio
discurrir
de
la
gente
.
El
viejo
método
de
solo
mirar
.
Desde
ese
proceder
los
médicos
de
la
Silesia
de
1348
notaron
que
los
portadores
del
grupo
sanguíneo
tipo
B
resistían
mejor
a
peste
bubónica
(
recién
en
1894
el
suizo
residente
en
Hong
Kong
Alexandre
Yersin
aislará
el
bacilo
causante
de
esa
peste
).
Claro
está
,
Adam
Smith
también
se
jactó
de
que
sus
conclusiones
sobre
las
causas
de
la
riqueza
de
las
naciones
partían
de
sus
observaciones
.
Y
más
próximo
en
el
tiempo
,
Ronald
Coase
centró
sus
pesquisas
husmeando
en
las
grandes
empresas
inglesas
y
norteamericanas
.
Volviendo
a
la
señora
Jacob
,
dedicarse
durante
décadas
a
mirar
con
atención
lo
que
acontece
en
las
calles
y
en
los
barrios
de
las
zonas
donde
residió
le
obsequió
la
tesis
de
que
«
para
conservar
en
una
vecindad
el
suficiente
número
de
personas
que
quieran
quedarse
,
una
ciudad
ha
de
ofrecer
,
y
por
tanto
tener
,
la
fluidez
y
movilidad
de
usos
y
funciones
…
»
El
meollo
de
su
argumento
es
que
«
las
ciudades
necesitan
una
muy
densa
y
muy
intrincada
diversidad
de
usos
que
se
apoyen
mutua
y
constantemente
,
tanto
económica
como
socialmente
»
(
Jacob
,
1961
,
pp
.
170
,
40
).
Vecina
de
Nueva
York
y
de
otras
importantes
ciudades
norteamericanas
,
la
atención
de
Jacob
se
centró
en
procurar
comprender
el
intrincado
orden
existente
bajo
un
aparente
desorden
.
Una
actitud
semejante
a
la
del
pirata
Exquemelin
al
describir
la
civilidad
de
sus
colegas
.
En
términos
de
Jacob
:
«
Las
preferencias
de
los
utópicos
y
de
otros
adictos
a
administrar
los
ocios
de
los
demás
con
un
tipo
de
negocio
determinado
no
es
algo
irrelevante
para
la
ciudad
,
sino
algo
peor
:
es
pernicioso
.
Cuanto
mayor
y
más
abundante
sea
el
conjunto
de
intereses
legales
que
sean
capaces
de
satisfacer
las
calles
de
una
ciudad
y
sus
establecimientos
,
mejor
para
esas
calles
y
para
la
seguridad
y
agrado
de
civilización
de
la
ciudad
»
(
Jacob
,
1961
,
p
.
68
).
__________________________________________________________________
56
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__________________________________________________________________
EL
ORDEN
QUE
SUBYACE
En
sus
Lectures
on
Jurisprudence
,
Adam
Smith
entendió
ese
abundante
conjunto
de
intereses
legales
como
parte
insoslayable
de
toda
sociedad
avanzada
,
nunca
como
parte
de
la
imperiosa
necesidad
de
aplacarla
por
medio
de
la
legislación
.
En
esa
línea
,
es
imposible
no
dejar
de
pensar
en
la
relevancia
que
F
.
A
.
Hayek
le
da
al
marco
institucional
para
que
el
desperdigado
conocimiento
se
difunda
desde
el
sistema
de
precios
,
ni
en
Tocqueville
explorando
en
el
mismo
escenario
de
Jacob
un
siglo
atrás
.
A
Bruno
Leoni
le
sería
imposible
no
rescatar
la
figura
del
pretor
romano
en
el
análogo
anhelo
de
descubrir
cómo
las
personas
crean
derecho
,
que
es
la
dinámica
demostración
de
cómo
van
resolviendo
su
coexistencia
.
No
en
vano
el
gran
legado
romano
fue
su
derecho
,
no
su
legislación
.
De
ello
se
percataron
los
griegos
Polibio
y
Dionisio
de
Halicarnaso
,
resaltando
la
complexión
de
una
institucionalidad
que
pudo
ser
aprovechada
por
generaciones
.
A
pesar
de
lo
apuntado
,
ese
abundante
conjunto
de
intereses
legales
que
emana
de
la
mera
convivencia
social
siempre
tuvo
serios
problemas
para
competir
con
el
imaginario
del
legislador
.
Obviamente
la
aparición
del
estado
moderno
(
el
descendiente
directo
del
«
hombre
regio
»)
reforzó
esa
convicción
,
cincelándola
en
el
sentido
común
de
las
personas
.
Si
rescatamos
el
detalle
de
que
la
Charta
Magna
de
1215
fue
una
exigencia
de
los
grandes
comerciantes
ingleses
contra
las
arbitrariedades
de
su
monarca
(
como
aconteció
en
otros
espacios
bajomedievales
),
fácilmente
comprenderemos
(
contra
lo
que
advertía
Platón
)
que
los
negociantes
y
la
«
gente
común
»
también
son
capaces
de
hacer
la
guerra
si
sus
intereses
son
puestos
en
riesgo
.
Al
fin
y
al
cabo
,
¿
no
fue
esa
carta
la
demanda
para
que
el
rey
se
aparte
de
lo
que
acontecía
en
el
mercado
?
¿
La
expresión
contrapolítica
de
lo
que
en
su
día
fue
un
reclamo
perfectamente
político
?
Por
entonces
el
rey
no
legislaba
,
no
hacía
derechos
,
se
sometía
a
ellos
.
Fuera
del
rigor
gótico
,
en
1849
el
absolutista
rey
de
Prusia
Federico
Guillermo
IV
calificó
ese
tipo
de
limitaciones
caligráficas
como
una
«
cadena
de
perro
».
Se
resistía
despojarse
del
carácter
divino
de
su
investidura
.
La
historia
más
simpática
dirá
que
das
Volk
(
el
pueblo
)
lo
conminó
a
firmar
aquella
Konstitution
y
a
aceptar
un
Parlamento
libremente
elegido
,
ocultando
la
historia
antipática
:
el
delirio
por
extender
líneas
ferroviarias
se
llevó
de
encuentro
las
ya
por
entonces
anacrónicas
bases
de
la
autocracia
de
los
Hohenzollern
.
Unir
por
tren
Berlín
y
Königsberg
impulsó
la
firma
del
monarca
sobre
esa
despreciada
hoja
de
papel
.
Aceptó
la
oprobiosa
«
cadena
de
perro
»
de
parte
de
una
sociedad
burguesa
(
bürgerliche
Gesellschaft
)
que
Hegel
calificó
de
monstruosa
e
incivil
.
La
revolución
industrial
imponía
su
rigor
,
ligando
las
bullentes
economías
a
los
derechos
para
beneficio
de
millones
de
personas
.
A
pesar
del
carácter
autoritario
de
la
constitución
prusiana
,
el
sólo
hecho
de
jurar
respetarla
rebajaba
la
regia
lumbre
del
rey
.
Suceso
que
confirma
la
sentencia
de
James
Steuart
de
1767
:
Una
economía
moderna
es
el
freno
más
eficaz
inventado
jamás
contra
el
despotismo
.
Una
relación
con
la
constitucionalidad
(
o
forma
de
gobierno
)
que
John
Locke
había
resaltado
a
fines
del
siglo
XVIII
,
la
que
Montesquieu
aceptó
a
pesar
de
no
sacudirse
de
sus
pruritos
aristocráticos
(
prefería
el
comercio
de
las
naciones
más
que
__________________________________________________________________
57
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