| Batalla Institucional para Limitar el Poder y Preservar la Libertad | | | |
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__________________________________________________________________
Julio
César
De
León
Barbero
ber
Batalla
Institucional
para
Limitar
el
Poder
y
Preservar
la
Libertad
La
preocupación
que
genera
el
poder
público
Desde
que
Platón
vinculó
la
vida
buena
del
individuo
con
la
vida
buena
de
la
comunidad
ese
discurso
denominado
filosofía
política
no
ha
dejado
de
cultivarse
.
Discurso
terriblemente
complejo
como
compleja
es
la
vida
misma
y
la
sociedad
en
la
que
vivimos
.
Quizás
por
ser
un
discurso
complejo
la
filosofía
política
resulta
despreciable
para
el
común
de
los
mortales
.
No
obstante
ese
desprecio
,
todo
mortal
común
tiene
ideas
y
creencias
sobre
lo
político
elaboradas
por
algún
filósofo
ya
muerto
.
Característica
esencial
de
lo
político
es
que
atañe
a
todos
y
a
todos
afecta
.
Ese
es
esencialmente
su
carácter
.
Cicerón
denominó
res
pubIica
a
todo
aquello
que
es
de
interés
general
en
la
sociedad
.
Literalmente
:
cosa
pública
.
Una
especie
de
propiedad
de
todos
,
propiedad
del
pueblo
y
,
por
ende
,
del
interés
de
todos
sin
distingos
de
ninguna
clase
.
Pocas
son
las
cosas
a
las
que
se
les
puede
denominar
con
claridad
res
publica
.
Una
de
ellas
es
el
poder
que
los
gobernantes
ejercen
.
Entendámonos
.
Hablamos
de
un
poder
institucionalizado
concomitante
a
esa
organización
denominada
gobierno
.
Es
el
poder
que
tiene
en
sus
manos
cualquier
persona
que
es
parte
de
la
estructura
gu-
bernamental
sin
importar
el
nivel
que
tenga
en
el
andamiaje
del
estado
.
No
se
trata
solamente
del
poder
que
tiene
un
presidente
o
un
primer
ministro
;
se
incluye
al
diputado
,
al
senador
,
al
ministro
de
una
cartera
,
al
juez
y
al
magistrado
.
Todos
tienen
jurisdicción
,
ejercen
cierta
potestad
.
Sencillamente
,
gobiernan
.
En
esa
virtud
inciden
en
nuestra
vida
,
afectan
nuestras
acciones
,
se
inmiscuyen
en
nuestras
relaciones
y
determinan
,
en
gran
medida
,
mucho
de
lo
que
ocurre
o
deja
de
ocurrir
en
la
sociedad
en
general
.
Estamos
,
pues
,
ante
un
poder
y
una
autoridad
de
carácter
público
pues
trae
consecuencias
sobre
todos
los
ciudadanos
,
aunque
eso
no
se
note
a
primera
vista
.
Es
precisamente
esa
esencial
característica
del
poder
público
la
que
ha
conducido
,
desde
siempre
,
a
los
filósofos
políti-
Julio
César
de
León
Barbero
es
licenciado
en
Filosofía
por
la
Universidad
de
San
Carlos
,
licenciado
en
Teología
por
la
Universidad
Mariano
Gálvez
y
doctor
en
Filosofía
por
la
Universidad
Rafael
Landívar
.
Profesor
universitario
de
Filosofía
y
director
del
área
de
Filosofía
Social
del
Centro
Henry
Hazlitt
de
la
Universidad
Francisco
Marroquín
,
es
autor
del
libro
El
animal
que
sigue
normas
(
2012
).
Este
trabajo
se
publicó
originalmente
en
Noveno
Concurso
de
Ensayo
Caminos
de
la
Libertad
:
Memorias
(
México
:
Fomento
Cultural
Grupo
Salinas
,
2015
),
pp
.
200-16
,
y
se
reproduce
con
la
debida
autorización
.
Laissez-Faire
,
No
.
47
(
Sept
2017
):
43-53
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-47.4 Barbero.pdf&rsargs[]=1
__________________________________________________________________
cos
a
plantear
interrogantes
y
a
buscar
respuestas
y
soluciones
.
¿
Cuál
es
la
razón
de
ser
del
poder
y
la
autoridad
?
¿
Qué
provee
legitimidad
al
poder
y
a
la
autoridad
en
la
vida
social
?
¿
Puede
extralimitarse
el
uso
del
poder
?
¿
Cuáles
son
las
consecuencias
del
uso
abusivo
del
poder
?
¿
Qué
criterio
es
el
válido
para
juzgar
el
abuso
del
poder
?
¿
Cómo
señalar
límites
al
ejercicio
del
poder
y
la
autoridad
de
modo
que
no
resulten
nocivos
al
orden
,
la
paz
y
la
armonía
sociales
?
Tales
preguntas
continúan
siendo
importantes
y
pertinentes
en
el
día
actual
.
Aparte
hay
que
tener
en
cuenta
la
necesidad
de
adaptar
el
ejercicio
del
poder
a
las
nuevas
condiciones
en
las
que
se
desarrollan
las
múltiples
actividades
humanas
.
Los
cambios
en
el
ejercicio
y
justificación
del
poder
público
regularmente
han
sido
exigidos
por
la
cooperación
dinámica
entre
los
individuos
.
Por
ejemplo
,
la
nueva
economía
generada
por
la
Revolución
Industrial
condujo
a
una
revisión
del
poder
monárquico
,
a
una
transformación
del
sistema
jurídico
por
una
actividad
comercial
en
expansión
y
a
la
metamorfosis
de
las
relaciones
de
los
gobernados
con
los
gobernantes
(
sobre
todo
ante
la
conciencia
ciudadana
de
la
idéntica
igualdad
de
todos
ante
la
ley
).
El
hecho
de
que
es
el
poder
público
el
que
debe
adaptarse
a
la
dinamicidad
de
las
relaciones
cooperativas
entre
los
seres
humanos
y
no
al
revés
es
lo
que
permite
que
la
discusión
sobre
el
poder
,
su
origen
,
su
función
y
sus
límites
sea
una
temática
permanente
.
Debiera
también
constituir
preocupación
perenne
para
todo
ciudadano
en
las
sociedades
actuales
.
Friedrich
Hayek
apuntaba
ya
en
1979
lo
siguiente
:
El
gran
problema
del
orden
social
es
la
limitación
del
poder
.
La
única
contribución
que
el
gobierno
puede
hacer
al
aludido
orden
es
proteger
al
ciudadano
contra
la
coerción
y
la
violencia
.
Pero
tan
pronto
como
,
en
el
cumplimiento
de
dicha
labor
,
el
gobierno
reclama
y
obtiene
para
sí
el
monopolio
de
esa
coerción
y
de
esa
violencia
,
conviértese
en
la
principal
amenaza
de
la
libertad
individual
.
En
los
siglos
XVII
y
XVIII
,
el
objetivo
fundamental
de
los
fundadores
del
orden
constitucional
fue
la
limitación
del
poder
,
finalidad
que
inadvertidamente
fue
siendo
abandonada
...
1
Por
increíble
que
resulte
,
lo
cierto
es
que
esa
organización
generada
para
garantizar
la
cooperación
pacífica
y
resguardar
el
orden
social
se
ha
transformado
en
la
bestia
negra
,
en
la
principal
amenaza
de
los
derechos
individuales
:
vida
,
propiedad
y
libertad
.
Científicos
sociales
y
académicos
deben
ser
señalados
como
responsables
de
esa
monstruosa
transformación
.
Con
sus
libros
,
cátedras
,
publicaciones
,
conferencias
y
empresas
educativas
muchos
de
ellos
se
han
dedicado
devotamente
a
promover
–
incluso
a
exigir
–
el
crecimiento
del
poder
gubernamental
con
la
excusa
de
resolver
los
problemas
humanos
y
sociales
.
En
todas
las
ramas
de
las
ciencias
sociales
viénese
dando
,
desde
hace
muchas
décadas
,
una
tendencia
a
destruir
los
diques
y
candados
creados
para
mantener
al
poder
estatal
dentro
de
estrictos
límites
.
La
economía
,
la
ciencia
política
,
la
sociología
,
la
antropología
,
la
ciencia
jurídica
,
etc
.,
se
han
tornado
meros
discursos
de
apoyo
al
crecimiento
del
poder
estatal
.
De
este
modo
el
papel
de
las
ciencias
sociales
se
ha
reducido
a
una
maquinaria
generadora
de
razones
,
justificaciones
y
excusas
en
favor
del
desarrollo
incontrolado
1
F
.
A
.
Hayek
,
Derecho
,
legislación
y
libertad
,
vol
.
3
,
El
orden
político
de
una
sociedad
libre
(
Madrid
:
Unión
Editorial
,
1976
),
p
.
219
.
__________________________________________________________________
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__________________________________________________________________
del
poder
gubernamental
.
Incluso
ciencias
alejadas
de
lo
social
como
la
arquitectura
,
la
ingeniería
y
la
medicina
han
terminado
señalando
al
gobierno
como
la
solución
de
los
problemas
que
les
atañen
.
De
los
medios
de
comunicación
ni
hablar
.
Ni
qué
decir
tiene
que
diariamente
bombardean
a
lectores
,
oyentes
y
televidentes
con
material
que
señala
al
gobierno
como
salvación
y
solución
a
los
problemas
más
inimaginables
.
Esta
especie
de
evangelio
gobiernista
no
considera
las
consecuencias
y
daños
que
acarrea
esa
descarada
cruzada
a
favor
del
crecimiento
del
poder
gubernamental
.
Para
quienes
se
dedican
a
la
política
partidista
todo
esto
crea
una
atmósfera
favorable
que
ha
sido
perfectamente
aprovechada
para
ganar
adeptos
,
clientes
y
efectivos
votos
.
Entre
científicos
,
medios
masivos
de
comunicación
y
políticos
profesionales
parece
haber
un
pacto
diabólico
orientado
a
desatar
el
poder
estatal
.
Quiero
creer
que
,
a
veces
,
con
buenas
intenciones
.
A
menudo
,
también
,
por
claros
intereses
enraizados
en
incentivos
perversos
.
Hayek
,
entonces
,
pudo
tener
razón
–
pero
solo
en
parte
–
al
señalar
que
la
finalidad
de
controlar
y
limitar
el
poder
se
fue
perdiendo
inadvertidamente
.
Creo
que
se
fue
perdiendo
,
a
la
vez
,
por
acciones
deliberadas
que
promovieron
la
destrucción
de
los
límites
,
la
desaparición
de
los
controles
,
porque
les
convenía
a
los
involucrados
.
Esfuerzos
por
controlar
a
la
bestia
negra
Nos
ubicamos
en
un
tema
ancestral
.
Desde
que
Platón
desarrolló
su
filosofía
política
con
las
características
harto
conocidas
se
implantó
en
la
conciencia
filosófica
la
inquietud
por
mantener
controlado
el
poder
público
.
Sin
importar
las
buenas
intenciones
que
Platón
pudo
tener
se
hizo
obvio
casi
de
inmediato
que
su
propuesta
de
unir
el
poder
del
conocimiento
con
el
poder
político
era
la
llave
para
abrir
una
caja
de
Pandora
.
Por
principio
tenía
que
ser
así
.
Si
el
filósofo
posee
el
plano
de
una
sociedad
sin
conflictos
,
sin
contradicciones
,
únicamente
le
falta
el
poder
político
para
implementarlo
.
Al
revés
:
si
se
tiene
el
poder
político
solamente
hace
falta
hacerse
,
con
ese
poder
,
un
plan
perfecto
para
dotar
de
armonía
y
orden
a
una
sociedad
que
se
supone
resquebrajada
por
los
intereses
personales
y
las
ambiciones
individuales
.
Platón
murió
engañado
.
Creyó
ingenuamente
que
el
filósofo-gobernante
sería
incapaz
de
provocar
el
mal
por
el
hecho
de
estar
imbuido
por
las
ideas
de
Bien
,
de
Justicia
y
de
Belleza
.
Jamás
se
le
ocurrió
pensar
que
locos
,
entusiastas
y
extremistas
enamorados
de
sus
propias
ideas
serían
capaces
de
atraer
sobre
la
vida
de
millones
calamidades
igual
de
destructivas
que
las
producidas
por
la
naturaleza
.
Todo
por
lo
que
cada
quien
entiende
por
bueno
,
justo
y
bello
.
A
estas
alturas
no
importa
si
un
estudioso
de
las
ideas
políticas
occidentales
se
dedica
a
justificar
el
despotismo
ilustrado
de
Platón
.
Sheldon
Wolin
,
afirma
:
Los
argumentos
de
Platón
en
favor
de
confiar
poder
absoluto
al
filósofo
no
se
originaban
en
una
actitud
ingenua
respecto
a
las
tentaciones
del
poder
,
mucho
menos
en
un
secreto
anhelo
de
étatisme
;
provenía
,
en
cambio
,
de
dos
objetivos
totalmente
irreprochables
:
beneficiar
al
conjunto
y
evitar
la
tiranía
.
Estos
dos
objetivos
se
reconciliarían
en
la
figura
del
filósofo-estadista
....
esto
debería
formar
parte
de
un
condicionamiento
en
la
abne-
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__________________________________________________________________
gación
y
la
austeridad
que
produciría
gobernantes
desinteresados
,
impermeables
a
las
tentaciones
del
poder
y
el
placer
que
resultaban
irresistibles
al
tirano
.
2
Siempre
he
creído
que
Platón
era
un
utópico
social
.
Wolin
,
no
obstante
,
lo
eleva
–
sin
querer
–
a
la
calidad
de
hiper-utópico
.
No
solo
la
sociedad
estructurada
por
Platón
resulta
imposible
.
También
es
imposible
,
como
la
historia
lo
ha
demostrado
,
encontrar
gobernantes
que
sean
inmunes
a
las
tentaciones
propias
del
poder
y
la
autoridad
.
Es
en
buena
parte
por
ello
que
la
civilización
occidental
ha
visto
surgir
procesos
,
instancias
e
instituciones
para
asegurar
el
control
del
poder
público
.
El
parlamento
:
de
dique
a
amenaza
El
parlamento
es
una
institución
de
origen
moderno
.
Aunque
a
veces
se
quieren
encontrar
sus
raíces
en
el
papel
de
los
ancianos
en
Grecia
y
en
Roma
,
la
verdad
es
que
la
experiencia
parlamentaria
propiamente
dicha
inicia
en
Inglaterra
.
Sus
primeras
manifestaciones
pueden
ya
encontrarse
en
el
siglo
XIII
una
vez
que
el
rey
Juan
sin
Tierra
rehusara
someterse
a
las
exigencias
de
la
Carta
Magna
.
Los
abusos
del
insidioso
gobernante
se
hicieron
patentes
sobre
todo
en
lo
referente
a
las
cargas
impositivas
.
Éstas
obedecían
al
capricho
del
gobernante
y
resultaban
expoliadoras
.
Se
convino
en
convocar
a
personas
representativas
de
la
población
y
formar
así
un
foro
de
discusión
(
parlamento
,
parlar
=
hablar
)
que
estableciera
la
conveniencia
de
aceptar
o
no
las
decisiones
del
rey
.
El
cuerpo
parlamentario
estaba
conformado
por
nobles
,
representantes
del
clero
(
obispos
,
arzobispos
,
abades
),
condes
y
barones
.
Con
posterioridad
se
incluyeron
también
caballeros
y
burgueses
,
teniendo
estos
últimos
la
representación
de
los
boroughs
o
condados
y
burgos
,
los
cuales
fueron
denominados
por
la
nobleza
como
“
comunes
”.
Ese
proto-parlamento
tomó
un
protagonismo
cada
vez
mayor
y
adquirió
enorme
fortaleza
después
de
la
muerte
de
Juan
sin
Tierra
y
la
llegada
al
trono
de
su
hijo
,
el
infante
Enrique
III
,
alrededor
de
1216
.
No
obstante
,
solamente
devino
en
una
auténtica
institución
después
de
1272
durante
la
administración
de
Eduardo
I
.
Aquella
institucionalización
dejó
en
claro
,
en
la
teoría
y
en
la
práctica
,
que
el
Parlamento
y
el
Gobierno
no
eran
la
misma
cosa
.
Es
importante
mantener
eso
en
mente
puesto
que
en
el
día
actual
el
parlamentarismo
se
considera
una
forma
de
gobierno
.
En
sus
inicios
no
fue
así
.
La
propuesta
originaria
y
original
fue
más
bien
la
de
un
grupo
representativo
de
la
población
con
capacidad
de
discutir
y
decidir
en
forma
vinculante
si
las
medidas
y
decisiones
(
sobre
todo
impositivas
)
del
gobernante
eran
convenientes
para
la
población
.
El
año
1341
marca
el
inicio
del
denominado
sistema
bicameral
,
al
convocarse
por
separado
a
los
nobles
y
a
los
representantes
eclesiásticos
.
Esta
doble
y
discriminada
convocatoria
se
tradujo
en
la
formalización
de
la
Cámara
Alta
y
la
Cámara
Baja
en
1544
.
La
función
de
los
Lores
,
constituidos
en
la
Cámara
Alta
y
la
función
de
los
Comunes
,
constituidos
en
la
Cámara
Baja
,
era
principalmente
mantener
un
control
sobre
la
política
impositiva
del
gobierno
y
exigir
transparencia
en
el
gasto
público
.
Lamentablemente
el
Parlamento
que
2
Sheldon
S
.
Wolin
,
Política
y
perspectiva
:
Continuidad
y
cambio
en
el
pensamiento
político
occidental
(
Buenos
Aires
:
Amorrortu
,
1973
),
pp
.
65-66
.
había
surgido
para
dominar
los
desmanes
__________________________________________________________________
46
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