| Liberalismo y Libertarianismo: Reflexiones Críticas | | | |
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/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-47.3 Alvarado.pdf&rsargs[]=0
__________________________________________________________________
Jesús
María
Alvarado
Andrade
Liberalismo
y
Libertarianismo
:
Reflexiones
Críticas
Will
it
be
sufficient
to
mark
,
with
precision
,
the
boundaries
of
these
departments
,
in
the
constitution
of
the
government
,
and
to
trust
to
these
parchment
barriers
against
the
encroaching
spirit
of
power
?
This
is
the
security
which
appears
to
have
been
principally
relied
on
by
the
compilers
of
most
of
the
American
constitutions
.
But
experience
assures
us
,
that
the
efficacy
of
the
provision
has
been
greatly
overrated
;
and
that
some
more
adequate
defence
is
indispensably
necessary
for
the
more
feeble
,
against
the
more
powerful
members
of
the
government
.
The
legislative
department
is
every
where
extending
the
sphere
of
its
activity
,
and
drawing
all
power
into
its
impetuous
vortex
.
James
Madison
1
El
movimiento
liberal
en
España
y
la
independencia
de
la
América
Hispana
se
nutren
de
las
mismas
raíces
.
Los
historiadores
españoles
han
permanecido
demasiado
encerrados
dentro
de
su
panorama
peninsular
y
los
hispanoamericanos
han
sucumbido
,
muchas
veces
,
a
una
retórica
nacionalista
y
lugareña
que
no
les
ha
permitido
abarcar
en
toda
su
complejidad
el
rico
fenómeno
histórico
.
Arturo
Uslar
Pietri
2
1
James
Madison
,
The
Federalist
Papers
,
No
.
48
(
1788
).
2
«
Liberales
y
libertadores
»,
citado
por
Rafael
Arraiz
Lucca
y
Edgardo
Mondolfi
Gudat
,
Uslar
Pietri
y
España
(
Caracas
:
Universidad
Metropolitana
y
Agencia
Española
de
Cooperación
Internacional
,
2007
),
p
.
328
.
Introducción
En
las
últimas
décadas
,
después
de
la
Segunda
Guerra
Mundial
producto
de
las
luchas
ideológicas
se
incrementó
de
manera
desmesurada
la
forma
política
«
Estado
»
en
Europa
continental
y
por
extensión
,
en
América
española
.
Las
diversas
funciones
y
responsabilidades
asignadas
al
«
Estado
»
generaron
una
corriente
«
anti-estatista
»
que
se
ha
bautizado
como
«
libertaria
».
En
los
Estados
Unidos
,
luego
del
«
New
Deal
»
en
la
década
de
los
treinta
del
siglo
pasado
,
comenzó
un
proceso
de
concentración
de
poder
político
en
el
ámbito
gubernativo
federal
en
desmedro
del
«
federalismo
»,
3
aunado
al
desarrollo
de
un
derecho
administrativo
que
ha
legitimado
a
las
diversas
agencias
administrativas
a
sancionar
normas
jurídicas
al
margen
del
Congreso
y
de
los
poderes
legis-
3
Bernard
Schwartz
,
El
federalismo
norteamericano
actual
(
Madrid
:
Civitas
,
1984
)
y
Alison
L
.
LaCroix
,
The
Ideological
Origins
of
American
Federalism
(
Cambridge
,
MA
:
Harvard
University
Press
,
2010
).
Jesús
María
Alvarado
Andrade
,
abogado
por
la
Universidad
Central
de
Venezuela
,
es
candidato
doctoral
en
la
Universidad
Austral
(
Argentina
).
Actualmente
es
profesor
de
Derecho
Constitucional
en
la
Facultad
de
Derecho
,
Universidad
Francisco
Marroquín
(
Guatemala
).
Laissez-Faire
,
No
.
47
(
Sept
2017
):
19-42
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-47.3 Alvarado.pdf&rsargs[]=1
__________________________________________________________________
lativos
locales
sin
controles
por
parte
de
los
jueces
,
generando
un
credo
«
libertario
»
crítico
con
el
estatismo
que
ha
venido
a
irrumpir
en
dicha
nación
.
4
La
posición
«
libertaria
»
5
ha
estado
caracterizada
por
el
rechazo
al
«
Estado
»
como
forma
política
contraria
a
la
libertad
individual
,
bien
porque
su
hegemonía
hace
imposible
la
economía
de
«
libre
4
Sobre
la
discusión
en
relación
a
la
entrada
del
«
estatismo
»
en
Estados
Unidos
por
medio
del
derecho
administrativo
a
la
francesa
,
en
cuanto
derecho
singular
que
exceptúa
las
reglas
del
derecho
común
,
dotando
de
privilegios
y
prerrogativas
a
la
administración
pública
y
favoreciendo
incluso
la
posibilidad
de
que
sea
la
propia
administración
pública
la
que
dicte
actos
normativos
y
se
haga
justicia
propia
,
véase
Jerry
L
.
Mashaw
,
Creating
the
Administrative
Constitution
:
The
Lost
One
Hundred
Years
of
American
Administrative
Law
(
New
Haven
,
CT
:
Yale
University
Press
,
2012
),
Philip
Hamburger
,
Is
Administrative
Law
Unlawful
?
(
Chicago
:
University
of
Chicago
Press
,
2015
),
Daniel
R
.
Ernst
,
Tocqueville
’
s
Nightmare
:
The
Administrative
State
Emerges
in
America
,
1900-1940
(
New
York
:
Oxford
University
Press
,
2016
),
Adrian
Vermeule
,
Law
’
s
Abnegation
:
From
Law
’
s
Empire
to
the
Administrative
State
(
Cambridge
,
MA
:
Harvard
University
Press
,
2016
)
y
Philip
Hamburger
,
The
Administrative
Threat
(
New
York
:
Encounter
Books
,
2017
).
En
Europa
continental
o
Hispanoamérica
esta
no
es
una
preocupación
,
precisamente
porque
en
esta
parte
del
mundo
se
asume
el
derecho
administrativo
a
la
francesa
(
revolucionaria
)
como
un
dogma
derivado
del
estatismo
rampante
aun
cuando
ignorando
que
las
estructuras
del
Estado
moderno
no
han
existido
en
la
región
.
5
David
Boaz
,
The
Libertarian
Mind
:
A
Manifesto
for
Freedom
(
New
York
:
Simon
&
Schuster
,
2015
)
y
Murray
N
.
Rothbard
,
Hacia
una
nueva
libertad
.
El
manifiesto
libertario
(
Madrid
:
Unión
Editorial
,
2013
)
entre
mercado
»
como
en
Europa
continental
,
o
bien
porque
puede
acabar
con
el
«
rule
of
law
»
en
el
ámbito
anglosajón
,
donde
históricamente
el
«
Estado
»
no
ha
existido
,
pues
ha
tratado
de
entrar
al
margen
de
las
bases
constitucionales
que
lo
impiden
.
De
allí
que
la
defensa
«
liberal
»
en
el
ámbito
anglosajón
esté
estrechamente
relacionado
con
el
«
constitucionalismo
»,
cuestión
diferente
al
ámbito
europeo-continental
e
hispanoamericano
,
en
donde
el
derecho
no
tiene
casi
importancia
y
menos
el
«
constitucionalismo
»
auténtico
.
Esta
actitud
(
que
no
doctrina
),
llamada
«
libertaria
»
en
el
ámbito
anglosajón
,
debe
ser
distinguida
de
las
preocupaciones
europeas
continentales
e
hispanoamericanas
,
puesto
que
las
últimas
históricamente
han
estado
basadas
en
una
actitud
mental
o
postura
ante
la
vida
que
reivindica
la
razón
,
criticando
fervientemente
la
tradición
,
prejuicios
e
incluso
creencias
que
no
puedan
justificarse
racionalmente
.
Este
credo
«
libertario
»,
en
ruptura
con
la
palabra
«
liberal
»
en
Estados
Unidos
,
ha
sido
usado
para
diferenciarse
de
los
«
liberals
»,
entendidos
éstos
últimos
como
partidarios
de
una
«
moral
igualitaria
»
crítica
con
la
economía
de
mercado
.
6
«
Liberals
»
y
«
libertarians
»
difieren
en
temas
económicos
,
pero
no
en
su
postura
racionalista
,
como
puede
verse
en
el
rechazo
en
términos
generales
,
a
postulados
religiosos
,
tradicionalistas
,
etc
.
Si
bien
prima
facie
puede
sostenerse
que
«
libertario
»
es
sinónimo
de
aquello
que
históricamente
se
ha
dado
en
llamar
en
Occidente
«
liberal
»,
cabe
destacar
que
en
muchos
casos
,
no
se
pueden
emplear
como
sinónimos
,
dado
que
las
palabras
se
6
Véase
Ronald
Dworkin
,
Una
cuestión
de
principios
(
Buenos
Aires
:
Editorial
Siglo
muchos
.
XXI
,
2012
),
p
.
259
.
__________________________________________________________________
20
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__________________________________________________________________
refieren
a
tesis
diferentes
que
pueden
eventualmente
no
coincidir
.
La
diferencia
más
marcada
estriba
en
que
la
posición
«
libertaria
»,
es
más
bien
el
fruto
de
una
actitud
revolucionaria
frente
a
un
estado
de
cosas
,
el
cual
se
pretende
cambiar
radicalmente
,
como
es
la
pasión
por
sustituir
la
forma
política
llamada
«
Estado
»,
en
oposición
,
a
la
tradición
«
liberal
»
signada
por
una
actitud
no
revolucionaria
,
por
ende
,
escéptica
.
Esta
diferencia
queda
condicionada
,
a
una
más
importante
,
como
es
la
posición
frente
al
poder
político
.
Así
pues
,
en
ausencia
de
una
diferencia
conceptual
en
el
discurso
«
libertario
»
(
libertarian
),
«
liberal
»
o
«
conservador
»
(
conservative
)
7
entre
«
Gobierno
»
y
«
Estado
»,
existen
corrientes
que
abogan
por
la
ruptura
contra
toda
manifestación
de
poder
político
,
lo
cual
a
largo
plazo
puede
desdibujar
la
tradición
liberal
.
La
reflexión
en
torno
a
los
conceptos
de
«
Gobierno
»
y
«
Estado
»,
permite
diferenciar
el
discurso
«
liberal
»
de
cierto
credo
«
libertario
»,
éste
último
,
negador
la
mayor
de
las
veces
de
las
tesis
nucleares
de
la
tradición
«
liberal
».
Como
bien
acotaba
Mises
,
el
término
«
liberal
»
salvo
en
Inglaterra
,
es
condenado
por
doquier
,
8
de
allí
la
connotación
peyorativa
que
ha
adquirido
gracias
a
la
labor
de
algunos
historiadores
,
que
confunden
en
el
contexto
hispanoamericano
la
«
democracia
»
con
el
«
liberalismo
»
al
7
Véase
Barry
Goldwater
,
The
Conscience
of
a
Conservative
(
Shepherdsville
,
KY
:
Victor
Pub
.
Co
.,
1960
).
Sobre
lo
opuesto
,
Paul
Krugman
,
The
Conscience
of
a
Liberal
(
New
York
:
W
.
W
.
Norton
&
Co
.,
2007
).
punto
de
asociar
toda
forma
«
liberal
»
como
tiránica
solamente
porque
dicho
poder
,
aun
siendo
limitado
,
no
ha
surgido
de
la
«
soberanía
popular
».
El
liberalismo
como
tradición
,
es
consustancial
a
la
civilización
occidental
,
de
allí
que
se
pueda
afirmar
que
«
el
antiliberalismo
apunta
hacia
el
colapso
de
nuestra
civilización
».
9
La
crítica
necesaria
en
momentos
de
desconcierto
y
agitación
,
es
poner
de
bulto
las
sustanciales
diferencias
entre
el
discurso
«
liberal
»
y
cierto
discurso
«
libertario
»,
dado
que
eventualmente
de
marcarse
demasiado
las
diferencias
,
puede
conllevar
a
una
ruptura
con
la
tradición
en
favor
de
la
libertad
individual
.
I
.
«
Liberal
»
y
«
Libertario
»:
Palabras
que
remiten
a
una
discusión
importante
.
El
famoso
Diccionario
de
autoridades
de
1734
registra
la
palabra
«
liberal
»
como
un
adjetivo
que
apela
a
la
persona
que
se
caracteriza
por
ser
«
generoso
,
bizarro
,
y
que
,
sin
fin
particular
,
ni
tocar
en
el
extremo
de
prodigalidad
,
graciosamente
da
y
socorre
,
no
solo
a
los
menesterosos
,
sino
a
los
que
no
lo
son
tanto
,
haciéndoles
todo
bien
».
La
definición
lexicográfica
puede
aplicarse
perfectamente
al
señor
de
La
Bréde
y
barón
de
Montesquieu
–
nacido
en
1689
,
en
plena
revolución
gloriosa
–
quien
sostenía
que
«
los
pobres
son
sus
hermanos
».
10
Derivado
del
latín
liberalis
,
usado
para
describir
a
aquel
que
«
con
brevedad
y
presteza
executa
qualquiera
cosa
»,
la
pa-
9
Ibid
.
8
Ludwig
von
Mises
,
Liberalismo
:
La
tradición
clásica
(
Madrid
:
Unión
Editorial
,
2007
),
10
Carmen
Iglesias
,
Razón
y
sentimiento
en
el
siglo
XVIII
(
Madrid
:
Real
Academia
de
la
p
.
17
.
Historia
,
2001
),
p
.
25
.
__________________________________________________________________
21
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__________________________________________________________________
labra
gozaba
de
un
alto
prestigio
y
una
connotación
no
peyorativa
como
hoy
,
debido
a
la
ausencia
de
luchas
ideológicas
,
en
las
que
las
palabras
se
usan
como
dardos
.
En
efecto
,
posteriormente
se
encuentran
registros
del
uso
de
la
palabra
con
otros
sustantivos
como
«
arte
liberal
»,
para
describir
aquello
que
se
«
exerce
con
solo
el
ingénio
,
sin
ministerio
de
las
manos
:
como
son
la
Gramática
,
Dialéctica
,
Geometría
,
y
otras
semejantes
.
Llámase
así
porque
principalmente
conviene
su
professión
a
los
hombres
libres
;
respecto
de
que
tiene
algo
de
servíl
el
ganar
la
vida
con
el
trabajo
mechánico
del
cuerpo
».
La
palabra
«
liberal
»
de
raigambre
española
,
tuvo
en
los
debates
de
Cádiz
(
1811-1812
)
una
importancia
singular
,
11
máxime
si
se
toma
en
cuenta
que
«
a
estas
alturas
no
cabe
ninguna
duda
razonable
de
que
el
primer
liberalismo
realmente
existente
fue
un
producto
del
laboratorio
político-conceptual
que
la
crisis
de
la
monarquía
borbónica
puso
en
acción
en
el
Atlántico
hispano
a
principios
del
siglo
XIX
».
12
De
hecho
,
puede
agregarse
que
«
ciertamente
el
adjetivo
liberal
se
usaba
ya
con
relativa
frecuencia
en
sentido
político
,
tanto
en
español
o
en
inglés
como
,
sobre
todo
,
en
francés
[
recuérdese
la
famosa
proclama
de
Bonaparte
del
19
Brumario
del
año
VIII
apelando
a
“
les
idées
conservatrices
,
tutélaires
,
libérales
”],
más
nunca
antes
esta
palabra
se
había
usado
como
sustantivo
para
referirse
a
un
partido
o
grupo
de
opinión
,
tal
cual
empezó
a
hacerse
en
Cádiz
,
e
inmediatamente
después
en
otras
ciudades
peninsulares
y
americanas
».
13
La
palabra
devenida
en
etiqueta
al
calor
de
las
luchas
políticas
se
usará
y
se
aplicará
a
individuos
,
partidos
políticos
u
organizaciones
en
general
.
Con
arreglo
a
las
contingencias
históricas
del
caso
,
la
palabra
«
liberal
»
fue
un
término
político
a
partir
de
las
Cortes
de
1812
,
la
cual
devino
rápidamente
en
un
concepto
descriptivo
con
ropaje
emotivo
que
ha
tenido
todo
tipo
de
connotaciones
según
sea
la
conveniencia
retórica
del
momento
.
Así
pues
,
la
palabra
rival
usada
como
etiqueta
para
aquellos
que
no
defendían
las
ideas
liberales
fue
la
de
«
serviles
».
La
palabra
«
servil
»
será
usada
posteriormente
como
sinónimo
de
«
iliberal
»
y
opuesto
a
las
«
ideas
más
francas
»
y
estará
reservada
para
el
uso
retórico
político
en
contra
de
los
oponentes
políticos
.
Ahora
bien
,
si
bien
modernamente
retiene
la
palabra
«
liberal
»
la
connotación
de
«
generoso
o
que
obra
con
liberalidad
»,
aunque
cada
vez
menos
,
producto
de
la
supresión
de
la
discusión
moral
en
los
ambientes
liberales
,
sí
retiene
la
connotación
política
del
año
1812
en
adelante
como
registran
las
definiciones
léxicas
en
el
siglo
XXI
al
asociarse
a
«
partidario
del
liberalismo
».
11
Juan
Marichal
,
«
The
French
Revolution
Background
in
the
Spanish
Semantic
Change
of
Liberal
»,
Yearbook
of
the
American
Philosophical
Society
(
1955
),
pp
.
291-93
.
En
medio
de
las
luchas
políticas
,
y
dado
que
el
«
liberalismo
»
ha
sido
una
reconstrucción
posterior
,
es
menester
indicar
,
que
la
palabra
desde
sus
orígenes
mantiene
la
dicotomía
entre
postura
liberal
y
actitud
liberal
,
quedando
el
primero
para
aquel
«
que
se
comporta
o
actúa
de
una
manera
alejada
de
modelos
estrictos
12
Entre
muchos
,
Javier
Fernández
Sebastián
,
«
Liberales
y
liberalismo
en
España
,
1810-
1850
:
La
forja
de
un
concepto
y
la
creación
de
una
identidad
política
»,
Revista
de
Estu-
13
dios
Políticos
,
N
°
134
(
2006
),
p
.
134
.
Ibid
.
__________________________________________________________________
22
|
|