| Sobre Utopías y Distopías (con comentarios sobre una novela distópica moderna) | | | |
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__________________________________________________________________
Julio
H
.
Cole
Sobre
Utopías
y
Distopías
(
con
comentarios
sobre
una
novela
distópica
moderna
)
VERSHININ
:
“
Soñemos
un
poco
...
Por
ejemplo
,
sobre
la
vida
que
habrá
después
de
nosotros
,
dentro
de
doscientos
años
o
trescientos
”
TUZENBACH
:
“¿
Por
qué
no
?
…
Talvez
volaremos
en
globos
.
Cambiarán
los
estilos
de
los
chalecos
,
se
descubrirá
un
sexto
sentido
,
quizá
…
Pero
la
vida
seguirá
siendo
igual
—
feliz
,
llena
de
misterios
,
y
difícil
…
Dentro
de
mil
años
los
hombres
seguirán
quejándose
:
‘¡
Ah
,
que
dura
es
la
vida
!’
Pero
seguirán
temiendo
a
la
muerte
,
y
no
querrán
morir
”
—
ANTÓN
CHÉJOV
,
Las
tres
hermanas
(
1901
),
Acto
II
“
Utopía
”
es
una
palabra
inventada
hace
500
años
por
Tomás
Moro
,
quien
acopló
las
palabras
en
griego
para
“
no
”
y
“
lugar
”
para
denotar
la
idea
de
un
lugar
imaginario
o
inexistente
,
y
también
aprovechó
la
homofonía
con
eu-topía
(“
buen
lugar
”)
para
sugerir
este
doble
aspecto
del
concepto
:
en
toda
la
literatura
subsiguiente
la
idea
de
utopía
se
asocia
con
el
empleo
de
lo
imaginario
o
ficticio
para
proyectar
un
ideal
.
Julio
H
.
Cole
es
editor
de
Laissez-Faire
.
Esta
es
una
versión
ligeramente
revisada
de
un
artículo
publicado
originalmente
en
Percontari
(
Revista
del
Colegio
Abierto
de
Filosofía
,
Santa
Cruz
,
Bolivia
),
3
(
11
)
(
2016
):
13-21
.
Se
reproduce
con
la
debida
autorización
.
.
En
el
lenguaje
coloquial
el
término
tiende
a
tener
connotaciones
peyorativas
,
cuando
se
rechaza
una
idea
o
propuesta
como
“
utópica
”,
al
considerarse
imposible
o
poco
práctica
.
Muchas
veces
se
usa
en
este
sentido
incluso
cuando
la
propuesta
carece
de
connotaciones
idealistas
.
En
estas
situaciones
el
uso
del
término
equivale
a
una
simple
expresión
de
pesimismo
o
escepticismo
(
pesimismo
que
muchas
veces
es
refutado
por
el
paso
del
tiempo
y
la
evolución
histórica
).
A
veces
este
escepticismo
es
expresado
por
los
propios
proponentes
de
la
idea
que
se
describe
como
utópica
.
Adam
Smith
,
por
ejemplo
,
en
1776
propuso
el
libre
comercio
como
la
base
para
una
política
económica
óptima
,
aunque
no
era
optimista
en
cuanto
a
la
factibilidad
política
de
sus
propuestas
:
Esperar
que
en
la
Gran
Bretaña
se
establezca
enseguida
la
libertad
de
comercio
es
tanto
como
prometerse
una
Oceana
o
una
Utopía
.
Se
oponen
a
ello
,
de
una
manera
irresistible
,
no
sólo
los
prejuicios
del
público
,
sino
los
intereses
privados
de
muchos
individuos
.
1
1
Investigación
sobre
la
naturaleza
y
causas
de
la
riqueza
de
las
naciones
[
1776
],
edición
Cannan
(
México
:
Fondo
de
Cultura
Económica
,
1958
),
p
.
415
(
las
itálicas
son
nuestras
).
Laissez-Faire
,
No
.
47
(
Sept
2017
):
7-18
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__________________________________________________________________
El
tiempo
,
sin
embargo
,
desmintió
esta
predicción
,
ya
que
en
el
siglo
XIX
,
sólo
pocas
décadas
después
de
la
muerte
de
Smith
,
Gran
Bretaña
adoptó
con
éxito
el
modelo
smithiano
,
lo
que
la
llevó
al
liderazgo
económico
mundial
.
Si
a
un
hombre
le
preguntaran
cuál
fue
el
período
de
la
historia
del
mundo
durante
el
cual
la
condición
de
la
raza
humana
fue
más
feliz
y
próspera
,
nombraría
,
sin
duda
alguna
,
el
que
inicia
con
la
muerte
de
Domiciano
y
concluye
con
la
accesión
de
Cómodo
.
2
*
*
*
Algunos
estudiosos
del
tema
piensan
que
los
antecedentes
de
la
tradición
utópica
son
las
fábulas
y
leyendas
de
una
Edad
de
Oro
o
de
un
Paraíso
Perdido
.
En
estas
historias
,
el
ideal
de
un
estado
de
armonía
se
proyecta
a
un
pasado
mítico
(
a
diferencia
de
las
utopías
modernas
,
que
tienden
a
proyectarse
a
un
futuro
muy
distante
)
y
se
concibe
un
estado
de
felicidad
rústica
en
la
que
los
hombres
llevaban
vidas
simples
,
sin
las
artificialidades
de
la
civilización
y
las
corrupciones
que
ésta
conlleva
.
Por
otro
lado
,
un
elemento
común
a
estas
fábulas
y
mitos
(
que
resurgen
cada
vez
que
el
desencanto
con
la
civilización
llega
a
un
grado
crítico
)
es
que
este
estado
de
armonía
original
es
algo
que
ya
no
se
puede
recuperar
.
Expresan
un
anhelo
de
paz
universal
,
pero
también
un
sentido
de
inocencia
perdida
,
de
nostalgia
y
añoranza
por
algo
precioso
que
se
perdió
para
siempre
.
A
veces
este
sentido
de
nostalgia
,
con
ciertos
elementos
de
proyección
utópica
,
se
percibe
incluso
en
descripciones
de
épocas
que
corresponden
a
un
pasado
no
mítico
.
Cuando
esto
sucede
,
las
descripciones
casi
siempre
dicen
más
sobre
los
sesgos
del
historiador
que
de
las
realidades
históricas
retratadas
.
Edward
Gibbon
,
por
ejemplo
,
describió
la
época
de
los
emperadores
Antoninos
como
la
de
una
felicidad
y
prosperidad
inigualadas
en
toda
la
historia
humana
:
Gibbon
seguramente
se
refería
a
la
clase
privilegiada
en
la
Roma
antigua
,
y
es
muy
dudoso
que
la
condición
de
la
gran
mayoría
de
la
población
—
los
campesinos
,
los
proletarios
y
los
esclavos
—
haya
sido
realmente
muy
próspera
y
feliz
,
o
de
que
hayan
disfrutado
mucho
de
la
vida
en
esa
supuesta
época
dorada
.
A
lo
largo
de
la
mayor
parte
de
la
historia
humana
,
las
masas
anónimas
sólo
figuran
como
víctimas
de
guerras
y
hambrunas
y
como
sumisos
peones
de
la
clase
dominante
.
Lo
que
ha
quedado
son
los
monumentos
—
las
pirámides
y
los
grandes
templos
—
erigidos
para
honrar
a
los
mandamases
de
turno
,
pero
en
realidad
sabemos
muy
poco
(
casi
nada
)
sobre
cómo
vivían
,
y
mucho
menos
cómo
se
sentían
,
los
infortunados
esclavos
que
los
construyeron
.
En
la
actualidad
,
ciertos
movimientos
político-sociales
de
carácter
utópico
no
tienen
realmente
una
orientación
futurista
,
sino
que
más
bien
pretenden
recuperar
de
alguna
forma
los
valores
asociados
a
una
época
del
pasado
remoto
,
esperando
de
este
modo
recuperar
también
los
aspectos
positivos
que
se
asocian
en
el
imaginario
con
esos
valores
y
con
ese
tiempo
pasado
.
El
yihadismo
islámico
que
busca
establecer
un
califato
universal
basado
en
la
ley
sharia
es
un
utopismo
de
este
tipo
.
*
*
*
2
The
Decline
and
Fall
of
the
Roman
Empire
[
1776
]
(
Chicago
:
Encyclopaedia
Britannica
,
1952
),
vol
.
1
,
p
.
32
.
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8
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__________________________________________________________________
Otra
corriente
de
literatura
utópica
se
origina
en
teorías
de
la
historia
que
prevén
progreso
incesante
y
un
futuro
perfecto
como
resultado
de
innovaciones
tecnológicas
o
de
fuerzas
históricas
irresistibles
.
En
esta
tradición
concurren
autores
muy
diversos
,
como
Condorcet
,
Hegel
,
Spencer
y
Marx
(
aunque
Karl
Marx
protestaría
su
inclusión
en
esta
categoría
,
ya
que
él
mismo
caracterizaba
como
“
utópicos
”,
en
sentido
despectivo
,
a
todos
los
socialistas
que
le
precedieron
,
reservando
el
apelativo
de
“
científico
”
para
su
propia
versión
de
socialismo
).
La
famosa
tesis
de
Francis
Fukuyama
sobre
“
el
fin
de
la
historia
”
es
una
versión
moderna
de
este
tipo
de
proyección
:
su
visión
de
la
democracia
liberal
como
etapa
final
del
desarrollo
histórico
de
la
humanidad
refleja
una
ideología
muy
diferente
a
la
de
Marx
,
pero
ambos
autores
comparten
una
fuerte
influencia
hegeliana
.
Entre
los
utopistas
tecnológicos
,
el
marqués
de
Condorcet
sin
duda
merece
un
lugar
de
honor
.
Al
parecer
,
era
un
optimista
incurable
:
compuso
su
Esquisse
d
’
un
tableau
historique
des
progrès
de
l
’
esprit
humain
(“
Esbozo
para
un
cuadro
histórico
de
los
progresos
del
espíritu
humano
”,
1794
)
durante
los
seis
meses
que
estuvo
escondido
,
luego
de
haber
sido
condenado
,
in
absentia
,
a
morir
en
la
guillotina
acusado
de
traición
a
la
Revolución
Francesa
.
(
Murió
en
prisión
,
poco
después
de
su
captura
y
arresto
.)
Aun
estando
en
esta
situación
desesperada
,
su
optimismo
respecto
del
futuro
humano
era
indestructible
:
como
resultado
del
progreso
científico
y
el
desarrollo
moral
de
la
humanidad
,
en
el
futuro
desaparecerían
los
conflictos
y
las
desigualdades
de
raza
y
género
,
asimismo
las
diferencias
entre
intereses
públicos
y
privados
,
y
se
establecería
una
lengua
universal
,
los
frutos
de
la
tierra
se
multiplicarían
inmensamente
y
se
lograría
la
conquista
de
todas
las
enfermedades
.
Similares
visiones
de
un
futuro
utópico
fueron
publicadas
en
Inglaterra
por
un
contemporáneo
del
marqués
,
William
Godwin
,
quien
también
proclamó
la
certeza
del
progreso
y
la
perfectibilidad
ilimitada
de
la
condición
humana
.
En
la
historia
intelectual
un
fenómeno
recurrente
es
que
el
planteo
de
nuevas
ideas
(
o
el
redescubrimiento
o
replanteo
de
ideas
o
visiones
antiguas
)
casi
invariablemente
genera
,
como
reacción
,
un
rechazo
de
las
mismas
y
el
desarrollo
de
tesis
contrarias
.
En
el
caso
de
las
optimistas
visiones
de
Godwin
y
Condorcet
esta
reacción
dialéctica
provino
de
la
pluma
del
economista
inglés
Thomas
Malthus
,
quien
desarrolló
sus
teorías
acerca
de
las
consecuencias
nefastas
de
la
sobrepoblación
precisamente
como
una
crítica
de
estas
ideas
que
tanto
habían
fascinado
a
su
padre
,
Daniel
Matlhus
.
Malthus
criticó
con
particular
intensidad
la
noción
,
planteada
tanto
por
Godwin
como
por
Condorcet
,
de
que
en
el
futuro
la
duración
de
la
vida
humana
se
prolongaría
indefinidamente
.
A
este
respecto
,
Malthus
,
devoto
cristiano
,
observó
con
mucha
perspicacia
que
la
inmortalidad
es
el
anhelo
de
personas
que
quieren
rechazar
a
Dios
,
pero
sin
renunciar
a
la
vida
eterna
:
No
puedo
abandonar
este
tema
sin
hacer
notar
que
estas
conjeturas
de
los
señores
Godwin
y
Condorcet
respecto
a
la
prolongación
indefinida
de
la
vida
humana
,
son
,
en
realidad
,
un
curioso
ejemplo
del
vehemente
deseo
de
inmortalidad
que
siente
el
alma
.
Ambos
señores
han
rechazado
la
luz
de
la
revelación
,
que
promete
,
de
manera
absoluta
,
la
vida
eterna
en
otro
estado
.
Han
rechazado
también
la
luz
de
la
religión
natural
,
que
ha
descubierto
la
futura
existencia
del
alma
a
las
inteligencias
más
preclaras
de
todos
los
tiempos
.
__________________________________________________________________
9
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__________________________________________________________________
Sin
embargo
,
la
idea
de
la
inmortalidad
es
tan
atractiva
para
la
mente
humana
que
no
pueden
avenirse
a
arrojarla
de
sus
sistemas
.
3
A
200
años
de
estas
polémicas
,
podríamos
decir
que
la
evidencia
favorece
a
Malthus
,
en
el
sentido
de
que
aún
no
sabemos
cómo
postergar
la
muerte
indefinidamente
,
aunque
también
hay
que
admitir
que
Malthus
subestimó
las
posibilidades
prácticas
de
prolongar
la
longevidad
humana
:
la
enorme
extensión
en
la
esperanza
de
vida
promedio
que
se
ha
dado
en
los
últimos
dos
siglos
(
incluso
en
los
países
más
pobres
del
mundo
)
hubiera
sido
considerada
como
una
genuina
utopía
por
Malthus
y
sus
contemporáneos
.
En
el
caso
de
Godwin
,
otra
vertiente
de
crítica
al
utopismo
tecnológico
proviene
del
aporte
de
su
hija
,
Mary
,
casada
con
el
famoso
poeta
Shelley
.
Mary
Shelley
fue
la
autora
de
Frankenstein
(
1818
),
la
novela
que
simboliza
la
idea
de
que
el
progreso
tecnológico
es
en
realidad
un
arma
de
doble
filo
que
acarrea
beneficios
pero
también
consecuencias
imprevisibles
,
y
que
el
hombre
,
al
rebelarse
contra
las
restricciones
impuestas
por
la
naturaleza
,
bien
podría
perder
el
control
de
su
propia
creación
y
ser
castigado
por
ella
.
El
utopismo
tecnológico
contemporáneo
cifra
sus
esperanzas
mayormente
en
la
tecnología
informática
,
y
concretamente
en
las
posibilidades
de
la
llamada
“
inteligencia
artificial
”.
Su
profeta
más
destacado
es
Ray
Kurzweil
,
el
conocido
futurista
y
gurú
tecnológico
,
quien
pronostica
una
fecha
específica
(
el
año
2045
)
para
el
inicio
de
una
nueva
era
en
la
historia
humana
.
Para
este
moderno
Condorcet
,
ese
sería
el
momento
en
que
ocurrirá
lo
que
3
Essay
on
the
Principle
of
Population
[
1798
]
él
y
sus
seguidores
denominan
“
la
Singularidad
”:
la
invención
de
una
máquina
super-inteligente
,
capaz
de
reproducirse
y
de
mejorarse
,
generando
una
incontrolable
reacción
en
cadena
de
ciclos
de
mejoramiento
exponencial
y
causando
de
este
modo
una
explosión
de
inteligencia
que
dejará
muy
atrás
a
los
seres
humanos
.
Kurzweil
y
sus
seguidores
contemplan
esta
posibilidad
como
algo
muy
positivo
,
aunque
para
muchos
comentaristas
no
ha
pasado
desapercibido
que
la
famosa
“
singularidad
”—
con
máquinas
capaces
de
rediseñarse
y
auto-mejorarse
recursivamente
,
escapando
así
al
control
humano
—
bien
podría
convertirse
en
un
momento
Frankenstein
.
(
El
propio
Kurzweil
reconoce
que
es
imposible
predecir
cómo
será
la
vida
humana
después
de
la
singularidad
.)
No
es
una
inquietud
nueva
.
El
término
“
singularidad
”,
al
parecer
,
ya
había
sido
empleado
a
mediados
del
siglo
pasado
,
y
en
este
mismo
contexto
,
por
el
gran
matemático
John
von
Neumann
.
4
Poco
después
,
otro
matemático
,
el
británico
I
.
J
.
Good
,
especuló
sobre
la
posibilidad
de
una
“
explosión
de
inteligencia
”:
Definamos
una
máquina
ultra-inteligente
como
una
máquina
que
sobrepasa
todas
las
actividades
intelectuales
de
cualquier
hombre
,
por
más
inteligente
que
éste
sea
.
Puesto
que
el
diseño
de
máquinas
es
una
4
“
Una
[
de
nuestras
]
conversaciones
se
centró
en
el
cada
vez
más
rápido
progreso
tecnológico
y
los
cambios
en
el
modo
de
la
vida
humana
,
lo
que
da
lugar
a
pensar
que
se
acerca
alguna
singularidad
esencial
en
la
historia
de
la
raza
[
humana
],
más
allá
del
cual
los
asuntos
humanos
,
tal
como
los
conocemos
,
no
podrían
continuar
”
(
Stanislaw
Ulam
,
“
John
von
Neumann
,
1903-1957
”,
Bulletin
of
the
American
Mathematical
Society
,
64
(
3
)
(
London
:
Penguin
,
1985
),
p
.
157
.
(
1958
),
p
.
5
).
__________________________________________________________________
10
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