| El Debate Acerca del "Tapering": ¿Podemos Controlar el Auge? | | | |
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__________________________________________________________________
Adrián
O
.
Ravier
El
Debate
Acerca
del
“
Tapering
”:
¿
Podemos
Controlar
el
Auge
?
Tras
la
crisis
del
2008
,
el
gobierno
de
Barack
Obama
y
la
Reserva
Federal
de
Estados
Unidos
tomaron
medidas
fiscales
y
monetarias
sumamente
agresivas
para
evitar
el
colapso
de
los
mercados
.
Una
vez
que
la
economía
mostró
un
sendero
de
recuperación
,
comenzó
el
debate
acerca
del
tapering
,
entendido
como
una
medida
que
retiraría
los
estímulos
de
la
economía
para
reducir
y
eliminar
esta
dependencia
.
Cuán
posible
es
retirar
estos
estímulos
sin
retroceder
hacia
una
nueva
crisis
es
un
debate
que
permanece
abierto
,
pues
la
recuperación
económica
evidenciada
entre
2008
y
2016
aún
no
presenta
el
vigor
que
los
hacedores
de
políticas
públicas
pretenden
.
En
mayo
de
1937
,
Fritz
Machlup
ofrecía
una
disertación
en
la
Universidad
de
Minnesota
en
la
que
intentaba
dar
respuesta
a
esta
difícil
pregunta
:
¿
podemos
controlar
el
auge
?
(
Machlup
,
1937
).
Nos
proponemos
en
esta
nota
observar
los
argumentos
expuestos
en
su
disertación
y
aplicarlos
al
debate
acerca
del
tapering
,
que
si
bien
inició
con
Bernanke
en
2013
,
continúa
estos
últimos
años
con
la
administración
de
Janet
Yellen
.
La
pregunta
es
aún
más
relevante
luego
de
la
asunción
de
Donald
Trump
como
Presidente
de
los
Estados
Unidos
,
quien
ya
ha
mostrado
interés
por
relevar
a
Yellen
de
sus
funciones
,
y
que
podría
acelerar
la
suba
de
tasas
a
partir
de
2018
.
Para
dar
un
contexto
a
su
artículo
,
entonces
Machlup
se
encontraba
analizando
las
políticas
que
el
gobierno
estadounidense
y
la
autoridad
monetaria
venían
practicando
para
intentar
paliar
el
episodio
económico
más
doloroso
de
la
historia
de
EE
.
UU
.
Lo
que
a
continuación
sostenemos
es
que
el
análisis
causal
del
autor
mantiene
plena
vigencia
en
lo
que
refiere
a
la
crisis
de
2008
y
el
intento
por
encontrar
un
camino
de
recuperación
.
La
respuesta
de
Machlup
entonces
implicó
tres
cuestiones
:
1
)
¿
Sabemos
lo
que
es
un
auge
,
y
podemos
claramente
identificar
una
situación
dada
como
un
auge
?
2
)
Si
sabemos
lo
que
es
un
auge
,
y
también
cómo
identificarlo
,
¿
sabemos
cómo
puede
ser
controlado
?
3
)
Si
sabemos
lo
que
es
un
auge
,
cómo
identificarlo
,
y
también
cómo
podría
ser
controlado
,
¿
somos
capaces
de
aplicar
nuestro
conocimiento
y
llevar
a
cabo
las
medidas
que
consideramos
adecuadas
?
Ante
la
primera
pregunta
,
Machlup
confiesa
que
ante
su
persistente
reclamo
en
favor
de
“
detener
el
auge
”,
una
violenta
protesta
siempre
emergía
,
señalando
que
Adrián
O
.
Ravier
es
Doctor
en
Economía
Aplicada
por
la
Universidad
Rey
Juan
Carlos
(
Madrid
)
y
Profesor
de
la
Escuela
de
Negocios
de
la
Universidad
Francisco
Marroquín
(
aravier@ufm
.
edu
).
Laissez-Faire
,
No
.
46
(
Marzo
2017
):
42-46
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__________________________________________________________________
que
no
se
trataba
de
un
auge
,
sino
de
una
leve
recuperación
.
En
tal
sentido
,
Machlup
advierte
que
entonces
el
auge
era
generalmente
definido
como
“
el
período
que
conduce
al
colapso
”.
Lo
dicho
enfrentaba
un
serio
problema
de
lógica
.
Machlup
señaló
entonces
que
si
llamamos
“
auge
”
al
período
que
conduce
al
colapso
,
entonces
—
por
definición
—
éste
no
puede
ser
controlado
.
Y
es
que
si
fuera
controlado
,
entonces
se
argumentaría
que
no
se
trataba
de
un
auge
.
Machlup
prefiere
entones
abandonar
una
definición
que
permite
reconocer
la
situación
sólo
ex
post
,
y
sugiere
que
definamos
al
auge
“
como
un
incremento
espectacular
en
la
actividad
económica
,
ya
sea
en
algunas
,
en
varias
o
en
todas
las
partes
del
sistema
económico
”.
Tal
aumento
en
la
actividad
económica
,
podría
deberse
a
incrementos
en
los
precios
,
a
aumentos
de
volumen
,
o
a
una
suba
de
ambos
.
Machlup
señala
que
la
mayoría
de
las
personas
en
1937
aceptarían
que
un
aumento
en
el
volumen
de
la
producción
es
visto
como
sano
,
mientras
que
un
incremento
en
los
precios
,
generaba
preocupación
.
Nuestro
autor
,
sin
embargo
,
estaba
en
el
pequeño
grupo
de
los
que
extendían
su
escepticismo
al
auge
en
el
volumen
de
negocios
,
fundamentando
el
mismo
en
la
experiencia
observada
en
la
gran
depresión
de
1929
,
cuando
el
producto
industrial
o
los
contratos
de
construcción
aumentaron
fuertemente
.
Tal
distinción
fue
posiblemente
lo
que
impidió
a
la
mayoría
de
los
economistas
identificar
el
período
de
auge
del
último
ciclo
económico
,
el
que
podríamos
enmarcar
bajo
el
período
2002-2007
.
Para
ser
más
precisos
,
tras
la
crisis
de
las
dot
.
com
y
una
vigorosa
recuperación
de
la
actividad
económica
,
acompañada
de
la
estabilidad
de
precios
,
nadie
advirtió
que
un
proceso
de
mala
inversión
estaba
tomando
lugar
.
Sin
embargo
,
hoy
es
reconocido
que
tal
recuperación
no
era
tal
,
sino
más
bien
un
período
de
auge
cuyo
origen
encontramos
en
la
política
crediticia
de
la
Reserva
Federal
y
que
el
sistema
bancario
canalizó
al
sector
inmobiliario
,
como
consecuencia
de
las
presiones
que
el
poder
ejecutivo
y
legislativo
aplicaron
sobre
el
sistema
financiero
(
Ravier
y
Lewin
,
2012
).
Hacia
fines
de
2007
,
la
crisis
subprime
se
convirtió
en
un
hecho
que
pocos
pudieron
anticipar
.
Entonces
la
receta
keynesiana
emergió
con
fuerza
,
fundada
en
las
lecciones
no
aprendidas
de
la
gran
depresión
de
1930
.
La
política
fiscal
dio
lugar
a
planes
de
estímulo
que
permitieron
crear
empleo
.
La
política
monetaria
permitió
triplicar
dichos
planes
de
estímulo
para
rescatar
al
sistema
financiero
.
Y
en
poco
tiempo
la
economía
mostró
algunos
resultados
exitosos
.
Y
aquí
está
el
debate
en
cuestión
.
¿
El
suave
crecimiento
económico
que
Estados
Unidos
muestra
entre
2010
y
2016
representa
una
fase
de
recuperación
real
o
es
más
bien
un
nuevo
auge
del
ciclo
económico
?
Machlup
nos
enseña
que
no
debemos
mirar
“
sólo
”
los
precios
.
Aún
con
estabilidad
de
precios
,
la
economía
puede
estar
creando
una
nueva
burbuja
o
,
en
los
términos
modernos
de
Roger
Garrison
,
“
un
auge
insostenible
”
(
Garrison
,
2001
).
Pocos
economistas
negarán
que
tales
resultados
en
la
actividad
económica
y
empleo
tienen
directo
resultado
en
las
políticas
monetarias
y
fiscales
mencionadas
.
Pero
ahí
comienza
otro
debate
que
identificamos
con
la
segunda
pregunta
de
Machlup
:
¿
Podemos
controlarlo
?
Veamos
el
análisis
de
nuestro
autor
:
__________________________________________________________________
43
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Comencemos
con
una
situación
de
gran
desempleo
.
¿
Por
qué
hay
trabajadores
que
desean
trabajar
al
salario
vigente
,
que
no
son
contratados
por
los
productores
?
Obviamente
,
porque
estos
últimos
no
esperan
poder
vender
el
producto
de
los
trabajadores
adicionales
a
un
precio
que
les
permitiría
pagar
el
salario
de
los
trabajadores
contratados
.
Dos
modos
tenemos
,
principalmente
,
para
modificar
esta
situación
.
Una
es
la
reducción
del
costo
laboral
(
o
de
los
costos
de
producción
en
general
)
que
permite
que
los
anteriores
ingresos
insuficientes
que
se
obtienen
por
la
venta
del
producto
se
conviertan
ahora
en
ingresos
suficientes
para
pagar
su
costo
.
La
otra
es
un
incremento
en
la
demanda
del
producto
,
ya
que
se
espera
un
mayor
ingreso
,
el
que
entonces
puede
ocuparse
de
los
salarios
de
los
trabajadores
que
son
contratados
.
Un
incremento
en
la
demanda
de
un
producto
que
paralelamente
no
reduce
la
demanda
por
otro
producto
sólo
puede
originarse
de
un
incremento
en
el
dinero
o
el
crédito
disponible
.
En
otras
palabras
,
una
expansión
crediticia
incrementa
la
demanda
de
productos
y
de
medios
de
producción
.
Más
dinero
está
disponible
para
comprar
más
mano
de
obra
a
una
tasa
salarial
dada
—
mientras
que
en
la
primera
forma
a
la
que
nos
referimos
,
un
fondo
de
dinero
dado
podía
comprar
más
mano
de
obra
a
una
menor
tasa
salarial
.
Ambas
maneras
incluyen
,
como
regla
,
una
reducción
de
la
tasa
salarial
real
,
la
primera
a
través
de
una
reducción
de
la
tasa
salarial
nominal
,
la
segunda
a
través
de
mayores
precios
,
lo
que
permite
a
una
tasa
salarial
dada
comprar
menos
bienes
(
Machlup
,
1937
).
Resumiendo
,
Machlup
menciona
dos
formas
de
resolver
el
desempleo
.
Aunque
el
primero
es
impopular
,
esto
es
,
la
reducción
de
los
salarios
,
para
nuestro
autor
es
superior
porque
contiene
menos
gérmenes
de
desajustes
posteriores
.
El
segundo
método
,
el
de
lograr
mayor
empleo
por
la
vía
de
la
expansión
monetaria
,
es
simple
,
y
efectivo
en
el
corto
plazo
,
pero
…
hay
inicialmente
un
acto
de
toma
de
préstamos
—
ya
sea
de
parte
de
industriales
privados
que
no
pueden
posponer
por
más
tiempo
ciertos
desembolsos
los
cuales
han
sido
demorados
por
varios
años
,
o
por
el
gobierno
que
no
desea
esperar
hasta
que
la
inversión
privada
se
recupere
para
llevar
a
cabo
obras
públicas
.
Estas
inversiones
,
que
constituyen
demandas
por
bienes
de
producción
,
llevan
nuevo
poder
adquisitivo
a
las
manos
de
los
consumidores
,
los
cuales
tienen
ahora
una
demanda
incrementada
por
bienes
de
consumo
.
El
gasto
de
este
dinero
va
a
invitar
a
que
se
realicen
más
inversiones
privadas
.
La
inversión
pública
y
la
mayor
inversión
privada
,
ambas
financiadas
por
nuevos
créditos
bancarios
,
forman
una
nueva
demanda
para
los
bienes
de
producción
.
Utilizado
en
la
producción
de
bienes
de
producción
,
el
nuevo
dinero
se
convierte
en
ingreso
de
los
factores
de
producción
utilizados
,
i
.
e
.,
trabajadores
y
propietarios
de
equipo
.
El
ingreso
incrementado
va
a
constituir
nuevamente
demanda
para
más
bienes
de
consumo
.
Y
esto
puede
continuar
como
un
proceso
acumulativo
(
Machlup
,
1937
).
El
problema
que
la
literatura
ha
identificado
ante
tal
escenario
,
es
cómo
mantener
los
tipos
de
interés
por
debajo
de
su
nivel
natural
a
lo
largo
del
tiempo
.
“
Los
optimistas
”,
critica
Machlup
,
…
están
inclinados
a
desechar
ambos
peligros
.
¿
Falta
de
capital
líquido
?
¿
Tasas
de
interés
en
aumento
?
Permitan
que
los
bancos
de
la
Reserva
Federal
manejen
esta
incómoda
situación
.
Los
bancos
de
la
Reserva
Federal
pueden
prevenir
la
rigidez
monetaria
suministrando
a
los
bancos
reservas
suficientes
para
una
expansión
adicional
.
¿
Inversiones
decrecientes
por
parte
de
la
industria
privada
?
Dejen
al
gobierno
que
resuelva
esto
.
Existen
suficientes
obras
públicas
buenas
para
ser
emprendidas
.
La
inversión
pública
puede
llenar
el
espacio
dejado
por
la
inversión
privada
.
Este
optimismo
es
,
desde
mi
punto
de
vita
,
inflacionismo
.
El
programa
distorsivo
.
Machlup
explica
que
__________________________________________________________________
44
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__________________________________________________________________
significa
nada
más
ni
nada
menos
que
esto
:
satisfacer
todas
las
siempre
crecientes
demandas
de
capital
por
medio
de
la
creación
de
nuevo
dinero
bancario
;
y
hacer
esto
en
forma
abundante
para
evitar
el
aumento
de
las
tasas
de
interés
;
o
,
si
la
demanda
de
inversiones
privadas
cayera
,
financiar
obras
públicas
por
medio
de
nuevo
dinero
bancario
:
en
otras
palabras
,
seguir
y
seguir
inflando
la
circulación
monetaria
.
Estoy
de
acuerdo
en
que
la
crisis
puede
ser
pospuesta
a
través
de
estos
métodos
,
pero
sostengo
que
no
se
puede
escapar
al
colapso
final
.
El
mantener
la
tasa
de
inversión
al
nivel
del
auge
significaría
un
continuo
incremento
en
el
medio
circulante
.
Las
consecuencias
de
la
inflación
,
sin
embargo
,
eventualmente
forzarían
una
caída
en
las
inversiones
la
cual
se
impidió
que
sucediera
en
un
momento
anterior
.
La
disminución
de
la
tasa
de
inversión
no
parece
ser
evitable
y
el
retroceso
en
la
inversión
,
entonces
,
haría
evidente
que
la
expansión
industrial
durante
el
alza
fue
desproporcionada
.
La
distribución
de
la
demanda
monetaria
para
el
producto
de
diferentes
industrias
durante
el
periodo
de
expansión
crediticia
es
diferente
de
la
distribución
de
demanda
luego
de
que
la
expansión
crediticia
se
desacelere
o
frene
.
Es
decir
que
una
gran
parte
del
sistema
económico
parece
estar
condenado
a
experimentar
otra
parálisis
(
Machlup
,
1937
).
Bajo
este
análisis
,
Machlup
advierte
que
sí
,
sabemos
cómo
el
auge
puede
ser
controlado
.
Ahora
podemos
proceder
con
nuestro
último
interrogante
:
¿
Somos
capaces
de
llevar
adelante
las
medidas
que
consideramos
adecuadas
?
El
control
consiste
en
evitar
una
rápida
expansión
en
el
crédito
y
el
circulante
.
¿
Cuán
acelerada
ha
sido
la
expansión
desde
2007
?
Los
datos
muestran
que
sólo
entre
septiembre
de
2008
y
enero
de
2009
se
ha
duplicado
la
base
monetaria
.
Pero
además
,
la
política
de
liquidez
conocida
como
“
alivio
cuantitativo
”
(
quantitative
easing
)
siguió
durante
los
años
siguientes
,
con
una
tasa
de
interés
entre
0
y
el
0
.
25
%
hasta
fines
de
2016
,
cuando
la
Reserva
Federal
se
propuso
iniciar
un
aumento
gradual
de
la
tasa
de
interés
de
corto
plazo
.
¿
Cuán
exitoso
viene
siendo
el
tapering
desde
2013
?
Recordemos
que
Ben
Bernanke
redujo
el
programa
de
compra
de
activos
ante
mejoras
en
la
actividad
económica
y
el
mercado
laboral
.
La
medida
la
tomó
justo
antes
de
abandonar
el
barco
y
ser
sucedido
por
Janet
Yellen
.
Desde
entonces
el
mercado
esperaba
que
la
Reserva
Federal
acompañe
la
medida
con
aumentos
en
los
tipos
de
interés
,
pero
tal
cosa
no
ocurrió
pues
la
recuperación
no
era
lo
suficientemente
vigorosa
para
un
cambio
de
expectativas
.
En
el
corto
plazo
,
el
optimismo
de
Bernanke
encontró
razón
,
pues
el
tapering
avanzó
sin
poner
en
riesgo
las
mejoras
en
el
mercado
laboral
.
Otra
mirada
,
sin
embargo
,
señala
que
el
tapering
se
ha
consumido
casi
una
década
—
tras
la
crisis
del
2008
—
sin
un
crecimiento
vigoroso
de
la
economía
americana
.
Peor
aún
,
pues
a
fines
de
2015
inició
la
subida
gradual
de
tasas
de
interés
,
que
pondrán
a
prueba
la
suave
recuperación
económica
de
estos
últimos
años
.
Los
tres
aumentos
prometidos
para
2017
sólo
conducirán
a
una
tasa
de
interés
de
un
1
.
5
%
—
lo
cual
aún
es
demasiado
bajo
en
relación
con
el
valor
histórico
de
esta
variable
—,
pero
sin
duda
golpearán
las
expectativas
si
el
mercado
lee
que
se
ha
acabado
la
etapa
de
liquidez
.
Que
el
aumento
de
los
tipos
de
interés
continúe
o
no
,
y
que
en
consecuencia
la
Reserva
Federal
pueda
o
no
controlar
este
auge
,
es
un
desafío
que
como
se
muestra
aquí
se
viene
discutiendo
desde
hace
décadas
.
No
hay
sólo
un
debate
político
y
social
detrás
de
estas
políticas
económicas
,
sino
que
también
está
en
juego
un
__________________________________________________________________
45
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