| John Stuart Mill, entre Bentham y Aristóteles | | | |
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__________________________________________________________________
Moris
A
.
Polanco
John
Stuart
Mill
,
entre
Bentham
y
Aristóteles
1
.
INTRODUCCIÓN
En
1863
John
Stuart
Mill
publica
su
pequeña
obra
El
utilitarismo
.
Su
origen
son
tres
artículos
que
había
publicado
dos
años
antes
en
la
revista
Fraser
.
La
meta
que
Mill
se
propone
es
explicar
qué
es
el
utilitarismo
,
demostrar
por
qué
es
la
mejor
teoría
ética
,
y
defenderla
contra
sus
detractores
.
Desde
su
aparición
fue
muy
criticada
,
pero
no
cabe
duda
de
que
ejerció
una
amplia
influencia
en
el
pensamiento
europeo
del
siglo
XIX
,
además
de
impulsar
el
desarrollo
de
una
de
las
doctrinas
éticas
más
fecundas
e
importantes
de
la
actualidad
.
En
este
artículo
analizaré
una
parte
de
El
utilitarismo
,
buscando
siempre
la
mejor
interpretación
posible
,
aunque
sin
ocultar
sus
inconsistencias
.
Después
de
analizar
y
evaluar
algunas
de
las
críticas
más
importantes
que
se
le
han
hecho
,
intentaré
hacer
ver
que
el
utilitarismo
de
Mill
tiene
como
punto
de
partida
el
de
Bentham
,
pero
que
al
insistir
en
la
necesidad
de
fomentar
la
nobleza
de
las
personas
se
acerca
a
la
concepción
aristotélica
de
felicidad
.
El
utilitarismo
de
Mill
estaría
entonces
,
como
dice
Nussbaum
(
2005
),
“
entre
Bentham
y
Aristóteles
”.
Concluiré
con
una
síntesis
de
lo
tratado
,
y
apuntaré
a
la
posibilidad
de
aplicar
el
concepto
milliano
de
bien
moral
a
casos
concretos
.
2
.
EL
UTILITARISMO
Y
SUS
CRÍTICOS
a
.
Distintos
tipos
de
placeres
El
utilitarismo
es
una
teoría
ética
que
postula
que
debemos
hacer
aquello
que
tenga
como
consecuencia
el
mayor
bien
para
el
mayor
número
de
personas
,
entendiendo
el
bien
en
términos
sensibles
y
materiales
.
Se
considera
a
Jeremy
Bentham
(
1748-1832
)
el
creador
del
utilitarismo
,
aunque
el
término
se
debe
,
precisamente
,
a
John
Stuart
Mill
.
Bentham
tenía
una
visión
hedonista
de
la
vida
:
consideraba
el
placer
como
el
único
bien
y
el
dolor
como
el
único
mal
.
Consecuentemente
,
pensaba
que
los
hombres
buscamos
hacer
aquello
que
nos
proporciona
mayor
placer
(
material
).
Incluso
elaboró
un
algoritmo
para
calcular
el
grado
de
placer
que
proporciona
una
acción
.
Según
ese
algoritmo
(
el
“
felicific
calculus
”),
el
valor
de
un
placer
está
determinado
por
su
duración
,
intensidad
,
certeza
y
proximidad
.
Además
,
habría
que
considerar
su
fecundidad
(
si
conduce
a
otros
placeres
),
su
pureza
(
cuánto
dolor
le
acompaña
),
y
su
extensión
(
a
cuántas
personas
involucra
).
Moris
A
.
Polanco
tiene
un
doctorado
en
filosofía
por
la
Universidad
de
Navarra
,
y
actualmente
es
profesor
de
filosofía
en
la
Facultad
de
Ciencias
Económicas
,
Universidad
Francisco
Marroquín
.
Laissez-Faire
,
No
.
44-45
(
Marzo-Sept
2016
):
31-42
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__________________________________________________________________
Siguiendo
a
Bentham
y
a
su
padre
,
James
Mill
,
John
Stuart
dice
que
“[
e
]
l
credo
que
acepta
como
fundamento
de
la
moral
la
Utilidad
,
o
el
Principio
de
la
mayor
Felicidad
,
mantiene
que
las
acciones
son
correctas
[
right
]
en
la
medida
en
que
tienden
a
promover
la
felicidad
,
incorrectas
[
wrong
]
en
cuanto
tienden
a
producir
lo
contrario
a
la
felicidad
”
(
Mill
,
1995
,
pp
.
45
–
46
).
Por
“
mayor
Felicidad
”
no
se
entiende
que
un
individuo
goce
de
más
felicidad
,
sino
que
esa
felicidad
incluya
o
se
extienda
a
más
personas
;
el
utilitarismo
es
una
doctrina
ética
a
la
vez
que
política
.
Como
ya
se
dijo
,
la
felicidad
es
equivalente
a
placer
:
“[
p
]
or
felicidad
se
entiende
el
placer
y
la
ausencia
de
dolor
;
por
infelicidad
el
dolor
y
la
falta
de
placer
”,
de
manera
que
“
el
placer
y
la
exención
del
sufrimiento
son
las
únicas
cosas
deseables
como
fines
”
(
Mill
,
1995
,
p
.
46
).
Comentando
el
anterior
pasaje
,
Esperanza
Guisán
dice
que
“[
e
]
ste
es
un
punto
importante
de
la
doctrina
de
Mill
,
que
suele
pasarse
por
alto
,
considerándose
,
erróneamente
,
que
para
el
Utilitarismo
sólo
el
placer
es
deseable
”
(
Guisán
,
1995
,
p
.
46
).
En
efecto
:
que
todo
placer
sea
deseable
no
significa
que
todo
lo
deseable
sea
siempre
placentero
.
Sostener
que
el
hombre
busca
el
placer
no
es
decir
que
él
sea
igual
a
los
animales
inferiores
,
puesto
que
:
1
)
puede
buscar
otras
cosas
,
aparte
del
placer
,
y
2
)
además
de
los
placeres
corporales
,
el
hombre
puede
experimentar
placeres
“
superiores
”.
“[
L
]
os
placeres
de
una
bestia
—
dice
Mill
—
no
satisfacen
la
concepción
de
felicidad
de
un
ser
humano
.
Los
seres
humanos
poseen
facultades
más
elevadas
que
los
apetitos
animales
,
y
una
vez
que
son
conscientes
de
su
existencia
no
consideran
como
felicidad
nada
que
no
incluya
la
gratificación
de
aquellas
facultades
”.
Con
este
razonamiento
,
Mill
intenta
responder
a
aquellos
críticos
que
consideran
que
el
utilitarismo
es
“
una
doctrina
sólo
digna
de
los
puercos
”
(
Mill
,
1995
,
p
.
47
).
No
son
,
dice
Mill
,
los
utilitaristas
—
y
sus
antecesores
,
los
epicúreos
—
los
que
tienen
una
“
visión
degradada
de
la
naturaleza
humana
”,
sino
sus
críticos
.
Mill
considera
,
pues
,
que
los
placeres
difieren
no
solo
en
cantidad
(
intensidad
,
duración
),
sino
también
en
cualidad
.
Thomas
Hill
Green
(
1836
–
1882
)
opinaba
que
no
cabe
duda
de
que
podemos
clasificar
los
placeres
según
su
origen
,
pero
objetaba
que
pueda
establecerse
una
diferencia
de
grado
de
bondad
entre
ellos
,
pues
el
criterio
para
determinar
esa
diferencia
,
según
el
hedonismo
,
es
el
mismo
placer
(
Hauskeller
,
2011
,
p
.
430
).
Es
decir
:
si
el
criterio
para
determinar
si
una
acción
o
pasión
es
buena
es
el
placer
,
solo
cabe
distinguir
la
cantidad
de
placer
que
me
proporciona
;
no
se
ve
en
dónde
está
ese
órgano
que
me
permitiría
decir
que
unos
placeres
son
superiores
a
otros
en
función
de
su
origen
.
¿
Cómo
sé
,
por
ejemplo
,
que
el
placer
que
me
produce
escuchar
la
novena
sinfonía
de
Beethoven
es
superior
al
placer
que
siento
al
comer
pizza
,
si
el
criterio
de
bondad
es
el
mismo
placer
?
A
la
objeción
anterior
,
Mill
responde
diciendo
que
las
personas
que
han
experimentado
ambos
placeres
coinciden
en
sostener
que
los
placeres
que
“
emplean
las
capacidades
humanas
más
elevadas
”
son
superiores
a
los
placeres
sensoriales
o
corporales
.
Y
no
es
porque
emplee
órganos
distintos
para
distinguir
los
placeres
,
sino
que
simplemente
percibo
unos
como
superiores
a
los
otros
.
“
Ningún
ser
humano
inteligente
—
dice
Mill
—
admitiría
convertirse
en
un
necio
,
ninguna
persona
culta
querría
ser
un
ignorante
,
ninguna
persona
con
sentimientos
y
conciencia
querría
ser
egoísta
y
depravada
,
aun
__________________________________________________________________
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__________________________________________________________________
cuando
se
le
persuadiera
de
que
el
necio
,
el
ignorante
o
el
sinvergüenza
pudieran
estar
más
satisfechos
con
su
suerte
que
ellos
con
la
suya
.”
(
Mill
,
1995
,
p
.
49
);
de
ahí
que
afirme
que
“[
e
]
s
mejor
ser
un
ser
humano
insatisfecho
que
un
cerdo
satisfecho
;
mejor
ser
un
Sócrates
insatisfecho
que
un
necio
satisfecho
”
(
Mill
,
1995
,
p
.
51
).
Obviamente
,
esto
supone
que
es
mejor
ser
una
persona
que
un
cerdo
.
También
supone
que
los
placeres
de
orden
superior
,
por
muy
débiles
que
sean
(
leer
el
periódico
,
por
ejemplo
),
serán
siempre
preferibles
a
los
placeres
del
cuerpo
,
por
muy
intensos
que
sean
(
Hauskeller
,
2011
,
p
.
431
).
b
.
El
criterio
de
clasificación
Michael
Hauskeller
encuentra
dos
problemas
con
la
tesis
de
Mill
.
El
primer
problema
es
que
Mill
nunca
define
qué
es
lo
que
hace
que
los
placeres
intelectuales
sean
superiores
a
los
placeres
sensoriales
.
Acudir
al
juicio
de
los
mejores
—
dice
—
no
resuelve
el
problema
,
pues
no
podemos
decir
que
las
actividades
intelectuales
son
mejores
que
las
sensoriales
porque
las
prefieren
los
mejores
.
No
son
“
los
mejores
”
los
que
hacen
que
las
actividades
intelectuales
sean
preferibles
a
las
sensoriales
;
más
bien
al
contrario
:
los
mejores
las
prefieren
porque
,
per
se
,
son
preferibles
a
las
corporales
.
1
Pero
¿
qué
es
exactamente
lo
que
las
hace
preferibles
?
Mill
nunca
lo
explica
.
Cuando
decimos
,
por
ejemplo
,
que
un
automóvil
es
mejor
que
otro
,
normalmente
podemos
dar
razones
que
de
una
u
otra
forma
se
refieren
1
Como
se
habrá
notado
,
este
problema
es
análogo
al
que
plantea
Platón
en
el
Eutifrón
:
¿
las
obras
santas
son
santas
porque
las
prefieren
los
dioses
,
o
los
dioses
las
prefieren
porque
son
santas
?
Y
si
es
lo
último
,
¿
qué
es
lo
que
las
hace
ser
santas
?
a
características
que
se
pueden
cuantificar
:
es
más
veloz
,
consume
menos
combustible
,
contamina
menos
,
etc
.
En
el
caso
de
los
placeres
,
la
única
razón
que
Mill
da
para
preferir
los
intelectuales
a
los
corporales
es
“
la
opinión
de
los
expertos
”,
esto
es
,
de
aquellos
que
han
experimentado
ambos
;
o
bien
,
el
hecho
de
que
ningún
hombre
querría
convertirse
en
animal
,
aun
suponiendo
que
el
animal
llevara
una
vida
plenamente
placentera
y
él
una
vida
llena
de
penalidades
(
Hauskeller
,
2011
,
pp
.
431-33
).
Es
cierto
que
Mill
nunca
especifica
el
contenido
o
las
características
que
hacen
que
los
placeres
mentales
sean
superiores
a
los
corporales
;
a
él
le
parece
inapelable
este
veredicto
emitido
por
los
únicos
jueces
competentes
.
En
relación
con
la
cuestión
de
cuál
de
dos
placeres
es
el
más
valioso
,
o
cuál
de
dos
modos
de
existencia
es
el
más
gratificante
para
nuestros
sentimientos
,
al
margen
de
sus
cualidades
morales
o
sus
consecuencias
,
el
juicio
de
los
que
están
cualificados
por
el
conocimiento
de
ambos
(
o
,
en
caso
de
que
difieran
,
el
de
la
mayoría
de
ellos
)
debe
ser
admitido
como
definitivo
.
Es
preciso
que
no
haya
dudas
en
aceptar
este
juicio
respecto
a
la
calidad
de
los
placeres
,
ya
que
no
contamos
con
otro
tribunal
,
ni
siquiera
en
relación
con
la
cuestión
de
la
cantidad
(
Mill
,
1995
,
p
.
52
).
La
respuesta
que
me
parece
que
está
implícita
en
la
posición
de
Mill
es
que
,
de
dos
cualidades
,
es
mejor
la
que
nos
hace
diferenciarnos
de
los
animales
.
Con
los
animales
compartimos
la
corporeidad
y
la
sensibilidad
;
lo
que
nos
hace
diferenciarnos
de
ellos
,
precisamente
,
es
lo
mental
,
racional
o
espiritual
.
Estimamos
que
los
placeres
mentales
son
superiores
a
los
corporales
porque
nos
consideramos
superiores
a
los
animales
,
de
la
misma
forma
que
consideramos
a
los
animales
su-
__________________________________________________________________
33
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__________________________________________________________________
periores
a
las
plantas
.
En
este
sentido
,
Mill
no
está
haciendo
más
que
repetir
la
tesis
aristotélica
,
según
la
cual
“
las
cosas
valiosas
y
agradables
son
aquellas
que
le
aparecen
como
tales
al
hombre
bueno
.
La
actividad
más
preferible
para
cada
hombre
será
,
entonces
,
la
que
está
de
acuerdo
con
su
propio
modo
de
ser
,
y
para
el
hombre
bueno
será
la
actividad
de
acuerdo
con
la
virtud
”
(
Aristóteles
,
2000
,
p
.
394
).
Con
razón
nota
Guisán
que
“
es
una
constante
a
través
de
toda
la
Filosofía
Moral
la
valoración
de
los
placeres
derivados
del
ejercicio
de
las
facultades
superiores
como
no
sólo
‘
mejores
’
en
el
sentido
moral
,
sino
también
‘
mejores
’
en
el
sentido
hedonista
o
eudemonista
.
Así
,
Platón
en
La
República
,
o
Epicuro
”
(
Guisán
,
1995
,
p
.
53
).
Parte
de
la
razón
por
la
cual
la
tesis
de
Mill
parece
a
algunos
inaceptable
es
porque
creen
que
“
Mill
piensa
que
las
actividades
superiores
tienen
un
valor
que
es
infinitamente
mayor
que
el
de
los
meros
placeres
,
porque
su
valor
no
puede
ser
sobrepasado
por
ninguna
cantidad
de
placeres
inferiores
”
(
Brink
,
1992
,
p
.
92
).
Pero
como
bien
nota
Schmidt-Petri
,
“
Mill
no
sostiene
que
si
algún
placer
es
de
‘
calidad
superior
’,
entonces
será
(
o
debe
ser
)
preferido
al
placer
de
calidad
inferior
,
sin
importar
sus
respectivas
cantidades
.
Más
bien
dice
que
si
algún
placer
es
escogido
sobre
otro
disponible
en
gran
cantidad
,
estamos
justificados
en
decir
que
el
placer
escogido
es
de
más
alta
calidad
que
el
otro
”
(
Schmidt-Petri
,
2003
,
p
.
102
).
El
segundo
problema
que
ve
Hauskeller
en
la
distinción
entre
placeres
superiores
y
placeres
inferiores
es
que
“
del
hecho
de
que
la
mayoría
de
nosotros
no
quisiera
ser
una
ostra
feliz
,
no
se
sigue
nada
acerca
de
la
superioridad
de
los
placeres
intelectuales
”
(
Hauskeller
,
2011
,
p
.
435
).
No
sé
qué
criterio
está
buscando
Hauskeller
,
pero
a
mí
me
parece
que
cuando
los
seres
humanos
eligen
una
forma
de
vida
sobre
otra
,
es
porque
la
primera
les
parece
mejor
que
la
segunda
.
Nuestras
valoraciones
son
nuestras
valoraciones
,
no
las
que
podríamos
hacer
desde
el
punto
de
vista
del
ojo
de
Dios
.
Con
otras
palabras
:
¿
cabe
la
posibilidad
de
que
los
seres
humanos
,
en
cuanto
seres
humanos
,
nos
equivoquemos
al
clasificar
los
placeres
,
y
resulte
que
los
placeres
verdaderamente
superiores
son
los
corporales
?
Destaco
el
adverbio
“
verdaderamente
”
porque
me
parece
que
esa
es
la
clave
para
resolver
el
problema
.
La
verdad
es
verdad
para
los
hombres
;
los
criterios
con
los
cuales
demarcamos
la
realidad
deben
tener
sentido
para
nosotros
.
No
tiene
sentido
decir
que
algo
es
verdadero
o
mejor
per
se
,
pero
no
para
ningún
hombre
,
de
la
misma
manera
que
tampoco
podemos
decir
que
algo
es
valioso
con
independencia
del
juicio
humano
.
Podemos
discutir
sobre
si
tal
o
cual
forma
de
vida
es
mejor
que
otra
,
pero
siempre
será
en
relación
con
nosotros
.
Y
cuando
digo
“
nosotros
”,
incluyo
las
circunstancias
.
Si
a
un
campesino
,
por
ejemplo
,
le
dan
la
posibilidad
de
elegir
entre
ser
un
visiting
scholar
en
Oxford
durante
un
año
,
o
pasar
un
año
aprendiendo
nuevas
técnicas
de
cultivo
en
una
granja
modelo
,
nadie
lo
criticaría
por
elegir
la
segunda
opción
.
Pero
si
a
ese
mismo
campesino
le
damos
a
elegir
entre
enviar
a
su
hijo
a
estudiar
en
una
escuela
de
renombre
,
con
todo
pagado
,
o
enviarlo
a
una
isla
del
Caribe
donde
no
tenga
nada
que
hacer
,
excepto
darle
gusto
a
todos
sus
apetitos
corporales
,
a
cualquiera
le
parecería
normal
que
el
campesino
elija
la
primera
opción
.
Corresponde
a
la
virtud
de
la
prudencia
determinar
cuál
es
nuestro
auténtico
bien
en
cada
caso
,
a
partir
de
lo
que
normalmente
es
bueno
para
los
hombres
.
Otra
dificultad
que
tiene
el
problema
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