| |  |  | Adam Smith y la utopía platónica |  |  |  |  | 
 
  
  
    
      
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                  /index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-60.6 Del Rio.pdf&rsargs[]=0 ![]() __________________________________________________________________
              Marco
              Antonio
              Del
              Río
              R
              .
              ..
              Adam
              Smith
              y
              la
              utopía
              platónica
              Corrían
              tiempos
              tumultuosos
              .
              Las
              ciudades
              griegas
              ,
              celosas
              de
              su
              independencia
              ,
              se
              habían
              desangrado
              en
              luchas
              feroces
              .
              Eran
              los
              últimos
              años
              del
              siglo
              V
              y
              los
              primeros
              del
              siglo
              IV
              a
              .
              C
              .,
              y
              debemos
              a
              la
              pluma
              de
              Tucídides
              nuestro
              conocimiento
              de
              la
              guerra
              del
              Peloponeso
              .
              1
              Un
              hombre
              sabio
              ,
              adiestrado
              en
              el
              ejercicio
              del
              pensamiento
              ,
              un
              filósofo
              llamado
              Aristocles
              ,
              más
              conocido
              por
              su
              apodo
              Platón
              ,
              trató
              de
              imaginar
              la
              organización
              ideal
              para
              la
              sociedad
              .
              Para
              los
              griegos
              ,
              las
              cualidades
              nobles
              estaban
              unidas
              en
              una
              suerte
              de
              poliedro
              ;
              así
              ,
              creían
              que
              existía
              como
              una
              equivalencia
              entre
              lo
              bueno
              ,
              lo
              bello
              y
              la
              verdad
              .
              Por
              ello
              ,
              si
              Platón
              lograba
              desentrañar
              el
              secreto
              de
              la
              verdad
              para
              una
              sociedad
              ,
              esta
              habría
              de
              ser
              mejor
              ,
              más
              justa
              ,
              más
              noble
              ,
              más
              buena
              ,
              y
              en
              consecuencia
              ,
              incluso
              más
              bella
              .
              Para
              él
              lo
              fundamental
              era
              que
              el
              Estado
              fuera
              justo
              .
              Y
              la
              justicia
              ,
              creía
              Platón
              ,
              desterraría
              la
              inestabilidad
              de
              la
              historia
              de
              las
              sociedades
              .
              Platón
              imaginó
              que
              esa
              sociedad
              perfecta
              ,
              con
              un
              Estado
              que
              sería
              el
              imperio
              de
              justicia
              ,
              sería
              una
              sociedad
              perfectamente
              estratificada
              en
              tres
              clases
              .
              En
              la
              cúspide
              se
              ubicaban
              los
              hombres
              sabios
              quienes
              ejercerían
              el
              gobierno
              ;
              luego
              es-
              1
              Ver
              Tucídides
              (
              1975
              )
              y
              ,
              para
              una
              visión
              moderna
              de
              la
              historia
              de
              Grecia
              ,
              Bengtson
              (
              1965
              ).
              taría
              la
              clase
              de
              los
              hombres
              de
              armas
              ,
              quienes
              en
              el
              ejercicio
              de
              su
              valentía
              tendrían
              como
              cometido
              la
              defensa
              de
              la
              sociedad
              frente
              a
              sus
              enemigos
              .
              Finalmente
              ,
              en
              la
              base
              de
              la
              pirámide
              social
              ,
              estaría
              la
              multitud
              de
              los
              productores
              ,
              que
              se
              ocuparían
              de
              proveer
              los
              bienes
              con
              los
              cuales
              los
              miembros
              de
              la
              sociedad
              podrían
              satisfacer
              sus
              necesidades
              materiales
              ,
              pero
              sin
              excesos
              de
              lujo
              y
              extravagancia
              .
              Para
              Platón
              ,
              los
              dos
              primeros
              grupos
              eran
              “
              los
              guardianes
              ”,
              y
              la
              razón
              de
              su
              existencia
              ,
              señala
              el
              filósofo
              ,
              es
              servir
              a
              la
              Sociedad
              y
              el
              Estado
              .
              En
              este
              sentido
              ,
              Platón
              bosqueja
              una
              utopía
              :
              la
              sociedad
              que
              es
              gobernada
              por
              los
              hombres
              sabios
              .
              La
              aspiración
              parece
              noble
              :
              los
              sabios
              aseguran
              el
              imperio
              de
              la
              justicia
              y
              de
              la
              ética
              en
              el
              secularmente
              corrupto
              mundo
              de
              la
              política
              .
              Es
              conocido
              ,
              e
              irresistible
              de
              transcribir
              ,
              el
              texto
              de
              Platón
              ,
              en
              La
              República
              (
              libro
              V
              ),
              donde
              dice
              ,
              en
              boca
              de
              Sócrates
              :
              A
              menos
              que
              los
              filósofos
              reinen
              en
              las
              ciudades
              ,
              o
              cuantos
              ahora
              se
              llaman
              reyes
              y
              dinastías
              practiquen
              noble
              y
              adecuadamente
              la
              filosofía
              ,
              coincidan
              una
              y
              otra
              ,
              la
              filosofía
              y
              el
              poder
              político
              …
              no
              hay
              ,
              amigo
              Glaucón
              ,
              tregua
              para
              los
              males
              de
              las
              ciudades
              ,
              ni
              tampoco
              ,
              según
              creo
              ,
              para
              los
              del
              género
              humano
              (
              2009
              ,
              p
              .
              200
              ).
              Publicado
              originalmente
              en
              Laissez-Faire
              ,
              No
              .
              46
              (
              Marzo
              2017
              ):
              37-41
              .
              Laissez-Faire
              ,
              No
              .
              60
              (
              Octubre
              2023
              ):
              49-53 
              
                
                
                
                
                
                  /index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-60.6 Del Rio.pdf&rsargs[]=1 ![]() __________________________________________________________________
              La
              idea
              de
              que
              los
              sabios
              deben
              gobernar
              la
              sociedad
              Platón
              la
              lleva
              a
              extremos
              y
              la
              plantea
              en
              términos
              que
              hoy
              parecerían
              inaceptables
              a
              la
              mentalidad
              moderna
              .
              En
              efecto
              ,
              en
              otro
              diálogo
              ,
              “
              El
              Político
              ”,
              Platón
              propone
              que
              el
              arte
              de
              gobernar
              a
              los
              hombres
              es
              una
              rama
              especial
              del
              arte
              de
              domesticar
              a
              las
              bestias
              ,
              de
              tal
              forma
              que
              la
              ciencia
              política
              vendría
              a
              ser
              una
              rama
              de
              la
              zootecnia
              .
              Platón
              se
              pregunta
              ,
              en
              boca
              del
              Extranjero
              :
              ¿
              No
              es
              la
              política
              una
              de
              las
              artes
              de
              educar
              a
              los
              rebaños
              que
              en
              masas
              se
              han
              presentado
              a
              nuestro
              pensamiento
              ?
              ¿
              No
              es
              el
              arte
              de
              ocuparse
              de
              cierto
              tipo
              de
              rebaños
              ?
              ...
              Por
              esto
              la
              hemos
              definido
              [
              la
              política
              ]
              diciendo
              que
              es
              el
              arte
              de
              educar
              colectivamente
              ,
              no
              caballos
              ni
              otros
              animales
              ,
              sino
              hombres
              (
              1979
              ,
              p
              .
              308
              ).
              Al
              leerlos
              con
              los
              ojos
              de
              la
              modernidad
              ,
              Karl
              Popper
              quedó
              escandalizado
              de
              estos
              argumentos
              ,
              y
              de
              estas
              ideas
              ,
              en
              La
              sociedad
              abierta
              y
              sus
              enemigos
              .
              ¿
              Ideal
              trasnochado
              que
              los
              hombres
              del
              presente
              han
              superado
              como
              se
              ha
              dejado
              las
              espadas
              para
              hacer
              la
              guerra
              ,
              o
              las
              carretas
              para
              desplazarse
              de
              un
              lugar
              a
              otro
              ?
              De
              ninguna
              manera
              .
              La
              utopía
              platónica
              de
              una
              sociedad
              gobernada
              por
              sabios
              sigue
              presente
              ,
              vigente
              ,
              en
              el
              imaginario
              colectivo
              .
              Solo
              que
              el
              lenguaje
              se
              ha
              actualizado
              ,
              y
              hoy
              ,
              aunque
              nadie
              habla
              del
              gobierno
              de
              los
              sabios
              ,
              muchas
              personas
              expresan
              su
              confianza
              ,
              y
              aspiración
              ,
              por
              un
              gobierno
              de
              los
              técnicos
              ,
              el
              ideal
              de
              la
              tecnocracia
              ,
              el
              gobierno
              de
              los
              que
              han
              estudiado
              y
              que
              con
              sus
              credenciales
              académicas
              ,
              se
              cree
              ,
              están
              mejor
              capacitados
              para
              identificar
              las
              raíces
              profundas
              de
              los
              problemas
              sociales
              y
              para
              proponer
              las
              soluciones
              más
              idóneas
              ,
              no
              sólo
              eficientes
              sino
              justas
              .
              La
              antigua
              utopía
              platónica
              se
              expresa
              hoy
              en
              la
              inocente
              creencia
              que
              la
              falta
              de
              educación
              es
              raíz
              de
              muchos
              ,
              tal
              vez
              todos
              ,
              los
              problemas
              de
              la
              sociedad
              .
              Hay
              quien
              cree
              incluso
              que
              los
              crímenes
              ,
              tanto
              los
              patrimoniales
              como
              los
              pasionales
              ,
              se
              explican
              por
              la
              “
              falta
              de
              educación
              ”.
              Sin
              duda
              ,
              la
              palabra
              “
              educación
              ”
              puede
              ser
              ambigua
              .
              Nuestros
              abuelos
              decían
              que
              una
              persona
              educada
              era
              aquella
              que
              era
              cortés
              en
              el
              trato
              con
              sus
              semejantes
              ,
              aquella
              que
              no
              olvidaba
              el
              uso
              permanente
              de
              la
              amabilidad
              ,
              la
              cortesía
              ,
              esas
              pautas
              de
              conducta
              burguesas
              pero
              que
              hacían
              agradable
              la
              convivencia
              ,
              y
              que
              muchos
              hoy
              echamos
              en
              falta
              ,
              pues
              su
              uso
              se
              ha
              ido
              olvidando
              en
              las
              sociedades
              modernas
              .
              Otros
              eran
              los
              ilustrados
              ,
              los
              letrados
              ,
              los
              que
              sabían
              mucho
              porque
              habían
              leído
              o
              viajado
              más
              que
              el
              común
              de
              los
              mortales
              .
              Por
              otra
              parte
              ,
              hay
              quienes
              hacen
              de
              la
              educación
              sinónimo
              de
              años
              de
              escolaridad
              formal
              ,
              y
              con
              inocencia
              o
              candidez
              ,
              creen
              que
              una
              mayor
              escolaridad
              ,
              o
              una
              instrucción
              más
              prolongada
              ,
              supone
              necesariamente
              un
              alza
              en
              las
              cualidades
              morales
              del
              sujeto
              .
              Visión
              equívoca
              ,
              pues
              puede
              haber
              gente
              con
              décadas
              de
              escolaridad
              pero
              con
              dudosas
              conductas
              morales
              ,
              de
              las
              misma
              forma
              que
              pueden
              haber
              analfabetos
              con
              una
              moral
              ejemplar
              .
              El
              conocimiento
              ,
              hoy
              pensamos
              ,
              poco
              tiene
              que
              ver
              con
              los
              nobles
              sentimientos
              o
              sólidas
              convicciones
              morales
              .
              Las
              instituciones
              educativas
              promueven
              de
              forma
              descarada
              estos
              ideales
              .
              Es
              comprensible
              ,
              se
              justifican
              socialmente
              con
              tales
              creencias
              y
              quienes
              trabajan
              en
              ellas
              ganan
              sus
              ingresos
              con
              su
              expansión
              y
              auge
              .
              O
              sea
              ,
              son
              parte
              interesada
              en
              el
              asunto
              ,
              y
              la
              sociedad
              debería
              escuchar
              con
              sana
              desconfianza
              sus
              apologías
              del
              poder
              liberador
              del
              conocimiento
              .
              Quien
              hace
              de
              la
              educación
              sinónimo
              de
              instrucción
              ,
              y
              encima
              postula
              la
              necesidad
              de
              aumentar
              la
              escolaridad
              de
              la
              __________________________________________________________________
              50 
              
                
                
                
                
                
                  /index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-60.6 Del Rio.pdf&rsargs[]=2 ![]() __________________________________________________________________
              gente
              ,
              en
              la
              premisa
              que
              la
              escuela
              o
              la
              universidad
              los
              hará
              ,
              por
              un
              lado
              mejores
              personas
              ,
              y
              por
              otro
              ,
              los
              capacitará
              mejor
              para
              el
              gobierno
              de
              los
              hombres
              ,
              resucita
              la
              utopía
              platónica
              de
              la
              sociedad
              gobernada
              por
              el
              monopolio
              de
              los
              “
              educados
              ”.
              Que
              la
              utopía
              platónica
              es
              sólo
              eso
              ,
              e
              incluso
              un
              mal
              ideal
              para
              apostar
              por
              él
              ,
              se
              puede
              considerar
              desde
              dos
              aspectos
              .
              Primero
              ,
              el
              ideal
              de
              sabiduría
              o
              conocimiento
              que
              Platón
              tenía
              en
              su
              tiempo
              es
              radicalmente
              distinto
              de
              lo
              que
              tenemos
              en
              el
              mundo
              moderno
              .
              Platón
              concebía
              el
              conocimiento
              como
              un
              saber
              totalizador
              que
              suponía
              una
              profunda
              comprensión
              de
              la
              realidad
              .
              La
              Verdad
              era
              la
              sabiduría
              que
              liberaba
              las
              fuerzas
              humanas
              por
              el
              uso
              de
              la
              razón
              .
              Pero
              la
              realidad
              ,
              la
              verdadera
              realidad
              ,
              según
              Platón
              ,
              no
              es
              el
              conjunto
              de
              percepciones
              que
              llegan
              a
              nuestra
              mente
              en
              virtud
              de
              los
              sentidos
              ;
              el
              mundo
              en
              que
              vivimos
              ,
              al
              ser
              contingente
              y
              sujeto
              a
              la
              corrupción
              ,
              la
              enfermedad
              y
              la
              muerte
              ,
              no
              es
              la
              verdadera
              realidad
              ,
              y
              este
              mundo
              ,
              en
              consecuencia
              ,
              no
              es
              la
              realidad
              a
              la
              que
              aspira
              la
              razón
              .
              La
              realidad
              ,
              la
              verdadera
              ,
              creía
              Platón
              ,
              era
              el
              mundo
              de
              las
              ideas
              .
              Nuestras
              ideas
              sobre
              la
              verdad
              y
              el
              conocimiento
              son
              hoy
              dramáticamente
              distintas
              .
              La
              realidad
              a
              cuyo
              conocimiento
              aspiran
              las
              ciencias
              modernas
              es
              este
              mundo
              contingente
              .
              El
              mundo
              de
              las
              ideas
              platónicas
              no
              es
              hoy
              ,
              para
              nosotros
              ,
              más
              que
              un
              conjunto
              de
              constructos
              que
              están
              en
              nuestra
              cabeza
              ,
              y
              cuya
              validez
              depende
              de
              su
              utilidad
              para
              percibir
              e
              interpretar
              la
              realidad
              material
              .
              El
              hombre
              de
              ciencia
              moderno
              no
              aspira
              a
              una
              liberación
              espiritual
              por
              el
              ejercicio
              de
              la
              razón
              ,
              como
              ocurría
              con
              Platón
              .
              Simplemente
              busca
              comprender
              cómo
              funciona
              el
              mundo
              material
              y
              ,
              aspecto
              fundamental
              ,
              es
              consciente
              de
              las
              limitaciones
              tanto
              de
              la
              razón
              humana
              como
              de
              la
              fiabilidad
              de
              los
              sentidos
              con
              plena
              lucidez
              en
              cuanto
              a
              la
              provisionalidad
              del
              conocimiento
              humano
              .
              Además
              ,
              hoy
              con
              el
              desarrollo
              de
              la
              ciencia
              moderna
              ,
              el
              universo
              del
              conocimiento
              se
              ha
              expandido
              a
              dimensiones
              que
              Platón
              jamás
              hubiera
              imaginado
              ,
              pero
              simultáneamente
              la
              especialización
              del
              conocimiento
              hace
              que
              cada
              hombre
              de
              ciencia
              sepa
              mucho
              de
              una
              fracción
              ,
              de
              una
              parcela
              ,
              del
              saber
              total
              ,
              pero
              sea
              al
              mismo
              tiempo
              un
              ilustre
              ignorante
              del
              resto
              .
              El
              ilustre
              jurista
              será
              un
              absoluto
              neófito
              en
              cuestiones
              matemáticas
              ,
              mientras
              que
              la
              autoridad
              en
              entomología
              será
              un
              absoluto
              ignorante
              en
              cuestiones
              de
              astronomía
              .
              O
              sea
              ,
              nunca
              como
              antes
              la
              humanidad
              tuvo
              tanto
              conocimiento
              sobre
              la
              naturaleza
              ,
              la
              sociedad
              o
              el
              hombre
              ,
              pero
              cada
              hombre
              de
              ciencia
              nunca
              fue
              tan
              ignorante
              con
              respecto
              a
              las
              disciplinas
              que
              no
              son
              de
              su
              área
              de
              competencia
              .
              Mal
              pues
              puede
              creerse
              que
              la
              sociedad
              puede
              ser
              gobernada
              con
              justicia
              por
              estos
              hombres
              sabios
              e
              ignorantes
              en
              forma
              simultánea
              .
              Pero
              ,
              en
              segundo
              lugar
              ,
              en
              mi
              entender
              ,
              fue
              Adam
              Smith
              quien
              formuló
              la
              más
              demoledora
              crítica
              a
              la
              utopía
              platónica
              .
              Se
              trata
              de
              un
              breve
              pasaje
              de
              la
              Riqueza
              de
              las
              naciones
              ,
              en
              la
              segunda
              parte
              del
              Libro
              V
              ,
              “
              De
              los
              gastos
              de
              justicia
              ”,
              sección
              en
              la
              cual
              Smith
              proporciona
              los
              argumentos
              de
              por
              qué
              el
              Estado
              debe
              hacerse
              responsable
              de
              la
              administración
              de
              justicia
              .
              En
              primer
              lugar
              ,
              Smith
              ,
              siguiendo
              a
              John
              Locke
              ,
              se
              declara
              partidario
              de
              la
              concepción
              por
              la
              cual
              el
              Estado
              existe
              para
              proteger
              la
              propiedad
              privada
              .
              En
              efecto
              ,
              luego
              de
              señalar
              de
              que
              “
              allí
              donde
              existen
              grandes
              patrimonios
              ,
              hay
              también
              una
              gran
              desigualdad
              ”,
              concluye
              :
              “
              En
              consecuencia
              ,
              la
              adquisición
              de
              __________________________________________________________________
              51 
              
                
                
                
                
                
                  /index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=LF-60.6 Del Rio.pdf&rsargs[]=3 ![]() __________________________________________________________________
              grandes
              y
              valiosas
              propiedades
              exige
              necesariamente
              el
              establecimiento
              de
              un
              gobierno
              civil
              ”
              (
              1776
              ,
              p
              .
              629
              ).
              Para
              Smith
              ,
              la
              avaricia
              y
              ambición
              de
              los
              ricos
              ,
              por
              un
              lado
              ,
              y
              el
              odio
              al
              trabajo
              ,
              el
              amor
              a
              los
              placeres
              presentes
              y
              la
              envidia
              en
              los
              pobres
              ,
              que
              los
              impulsa
              al
              despojo
              de
              los
              primeros
              ,
              hacen
              necesaria
              la
              mano
              del
              magistrado
              civil
              ,
              que
              deberá
              castigar
              sin
              titubeos
              los
              delitos
              contra
              la
              propiedad
              ,
              para
              asegurar
              el
              buen
              sueño
              de
              los
              ricos
              .
              Pero
              la
              existencia
              del
              Estado
              exige
              la
              subordinación
              tanto
              de
              ricos
              como
              de
              pobres
              a
              tal
              poder
              .
              Por
              lo
              tanto
              ,
              Smith
              pasa
              a
              reflexionar
              sobre
              cómo
              las
              sociedades
              eligen
              a
              los
              hombres
              que
              habrán
              de
              gobernarlas
              ,
              o
              cómo
              se
              legitiman
              las
              jerarquías
              .
              El
              ejercicio
              del
              poder
              supone
              la
              subordinación
              de
              los
              gobernados
              .
              Para
              que
              un
              gobierno
              tenga
              legitimidad
              ,
              los
              gobernados
              deben
              aceptar
              su
              subordinación
              a
              quienes
              detentan
              el
              poder
              .
              Esto
              implica
              que
              quienes
              aspiren
              a
              tener
              la
              superioridad
              que
              otorga
              el
              mando
              deben
              tener
              algunas
              cualidades
              que
              los
              demás
              reconozcan
              como
              válidas
              y
              valiosas
              para
              ejercer
              el
              mando
              :
              la
              obediencia
              (
              y
              en
              ciertos
              casos
              ,
              la
              lealtad
              )
              exige
              ciertas
              cualidades
              por
              parte
              de
              los
              aspirantes
              a
              gobernantes
              .
              Se
              constata
              que
              la
              utopía
              platónica
              se
              ubica
              en
              la
              primera
              posibilidad
              .
              Sin
              embargo
              ,
              Smith
              cuestiona
              la
              posibilidad
              de
              que
              las
              sociedades
              elijan
              a
              sus
              gobernantes
              sobre
              la
              base
              de
              las
              cualidades
              personales
              .
              La
              fuerza
              física
              no
              parece
              suficiente
              credencial
              para
              ejercer
              el
              mando
              ,
              pues
              será
              incapaz
              de
              doblegar
              la
              oposición
              de
              un
              puñado
              de
              hombres
              ,
              aunque
              fueran
              físicamente
              débiles
              ;
              además
              que
              la
              legitimidad
              que
              confiere
              la
              fuerza
              carece
              de
              autoridad
              ,
              dice
              Smith
              ,
              si
              no
              está
              acompañada
              de
              otras
              virtudes
              “
              del
              alma
              ”.
              Luego
              ,
              ¿
              se
              debe
              entender
              que
              las
              cualidades
              personales
              como
              la
              prudencia
              ,
              la
              sabiduría
              ,
              la
              virtud
              ,
              la
              justicia
              ,
              etc
              .,
              serán
              aval
              necesario
              y
              suficiente
              para
              otorgar
              autoridad
              y
              ganar
              la
              subordinación
              del
              prójimo
              ?
              El
              problema
              ,
              señala
              Smith
              ,
              es
              que
              se
              trata
              de
              cualidades
              no
              visibles
              ,
              no
              evidentes
              ,
              y
              por
              ello
              siempre
              serán
              objeto
              de
              controversia
              e
              impugnación
              .
              ¿
              Cómo
              determinar
              el
              grado
              de
              virtud
              de
              un
              hombre
              ?
              ¿
              Cómo
              medir
              su
              grado
              de
              sabiduría
              ,
              o
              cuantificar
              su
              prudencia
              ?
              ¿
              Cómo
              ,
              y
              en
              virtud
              de
              qué
              mecanismo
              o
              criterio
              ,
              se
              puede
              establecer
              que
              A
              es
              más
              sabio
              ,
              o
              más
              prudente
              ,
              o
              más
              virtuoso
              que
              B
              ?
              Así
              ,
              Smith
              pone
              el
              dedo
              en
              la
              llaga
              ,
              por
              hacer
              uso
              de
              una
              metáfora
              popular
              .
              Las
              cualidades
              más
              valiosas
              para
              ganar
              la
              subordinación
              de
              las
              personas
              ,
              son
              las
              más
              relativas
              desde
              el
              punto
              de
              vista
              de
              su
              verificación
              .
              Por
              ello
              ,
              Smith
              concluye
              :
              Smith
              identifica
              cuatro
              posibilidades
              :
              (
              1
              )
              “
              la
              superioridad
              de
              las
              cualidades
              personales
              ,
              como
              son
              la
              fuerza
              ,
              la
              belleza
              y
              la
              agilidad
              corporal
              ;
              la
              sabiduría
              ,
              la
              virtud
              ,
              la
              prudencia
              y
              la
              justicia
              ,
              la
              fortaleza
              y
              la
              moderación
              en
              los
              juicios
              ”;
              (
              2
              )
              “
              la
              superioridad
              que
              confiere
              la
              edad
              ”;
              (
              3
              )
              “
              la
              superioridad
              de
              la
              fortuna
              ”;
              y
              (
              4
              )
              “
              la
              superioridad
              del
              nacimiento
              ”
              (
              1776
              ,
              pp
              .
              629-32
              ).
              Ahora
              bien
              ,
              no
              existe
              sociedad
              ,
              bárbara
              o
              civilizada
              ,
              que
              haya
              considerado
              conveniente
              jamás
              establecer
              las
              normas
              de
              precedencia
              ,
              rango
              o
              subordinación
              de
              acuerdo
              con
              estas
              cualidades
              invisibles
              ,
              sino
              más
              bien
              con
              arreglo
              a
              algo
              que
              es
              más
              evidente
              y
              tangible
              (
              1776
              ,
              p
              .
              630
              ).
              En
              este
              punto
              ,
              Smith
              pasa
              a
              considerar
              la
              superioridad
              que
              pueden
              otorgar
              la
              edad
              ,
              la
              riqueza
              o
              la
              dinastía
              ,
              cualidades
              personales
              todas
              ellas
              ,
              pero
              verificables
              ,
              y
              hasta
              medibles
              en
              algún
              caso
              .
              Al
              final
              ,
              su
              conclusión
              es
              que
              ,
              dado
              que
              la
              preemi-
              __________________________________________________________________
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