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Marzo-Septiembre  2008

La libertad y el psicoanálisis

CategoríaMarzo-Septiembre 2008Psicología

Carlos Seijas

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__________________________________________________________________ Carlos Seijas La Libertad y el Psicoanálisis ¿ Qué sentido dar al término libertad en el ámbito del psicoanálisis ? Tanto si se lo asimila de entrada , en su acepción común , a la voluntad , como si se le otorga una eficacia inaugural en la constitución del sujeto ( como en algunas filosofías idealistas ), resulta claro que todo , en la clínica , nos impide otorgar crédito a ese concepto . Cualquiera sea la estructura clínica , es imposible concebir que un sujeto pueda saltar por encima del orden significante que lo constituye en el Otro 1 para causarse a mismo o torcer su destino . Pero ¿ si hubiera otro modo de encarar el concepto de libertad que no sea contraponerlo a su pretendido opuesto ? ¿ Si se lo pudiera pensar en una perspectiva diferente que la que define la libertad Carlos Seijas es Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid , Magíster Scientis en Métodos Matemáticos Aplicados a las Ciencias Sociales por la Universidad de Costa Rica , y Psicólogo por la Universidad Francisco Marroquín ( Guatemala ). Investigador asociado del Instituto de Psicoanálisis y Psicoterapia de la Universidad de Viena y del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociales de la Universidad Santa María la Antigua en Panamá . Miembro de la Asociación Guatemalteca de Filosofía . 1 Designa la alteridad radical , la otredad que trasciende la otredad ilusoria de lo imaginario , porque no puede asimilarse mediante la identificación . Lacan equipara esta alteridad radical con el lenguaje y la ley , de modo que el gran Otro es lo simbólico en cuanto está particularizado para cada sujeto . como ignorancia de la heteronomía de la ley del inconsciente ? ¿ O diferente de la óptica por cierto más modesta de psicologías marcadas a fuego por la positividad del objeto y que propugnan una supuesta liberación del Otro ( de ésas que dicen por ejemplo que el perverso es más libre que el neurótico , en el sentido vulgar de traspasar los límites de la ley o de realizar sus fantasías )? La pregunta adquiere un relieve particular en el caso Sartre . Habiendo formulado primero una versión existencialista de una libertad para nada , aparentemente desligada de todo enraizamiento en algo que no sea ella misma , habiéndola corregido luego y sin explicación ninguna , en la fase de la posguerra , por un humanismo que reivindica tácitamente el reverso del formalismo kantiano de la voluntad ( donde prevalece la idea de un objeto de la ley : el hombre como fin y no como medio ), Sartre fomentó , tal vez a su pesar en su forma más espectacular , el malentendido respecto de la libertad . ¿ En cuál Sartre hay que creer ? ¿ En el que le hace decir orgullosamente al Orestes de Las Moscas : Soy un hombre , Júpiter , y cada hombre debe inventar su camino 2 ? O en el que agrega , siempre por boca de Orestes , presa de desesperada impotencia : me sentí completamente solo , en medio de tu mundito benigno , [ ] y ya no hubo nada en el cielo , ni bien , ni mal , ni nadie que 2 Jean-Paul Sartre , Las moscas ( Buenos Aires : Editorial Losada , 1948 ), p . 40 . __________________________________________________________________ Laissez-Faire 13
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__________________________________________________________________ me diera órdenes .” 3 ¿ Cuál es el sujeto de Sartre ? ¿ El que afirma una autonomía de la voluntad , o el que se encuentra con un Otro que no responde y donde la libertad se define , en el fondo , como la manifestación de la falta en el Otro ? Una lectura atenta de la evolución de sus tesis demuestra que es la segunda alternativa la que predomina . Al insistir en un sujeto libre pero condenado ( a ser libre ), Sartre inscribe dramáticamente la libertad en la misma paradoja que toda filosofía digna de ese nombre , clásica o moderna , la liga indisolublemente con lo Otro de misma . A condición , claro está , de no concebir ese vínculo con lo que ella no es como una relación de exterioridad ( como lo presupone falsamente el determinismo o la psicología positivista , incluso en sus versiones freudianas ) ni como el simple contrario de otro término ( llámeselo necesidad , destino , fatalidad , Naturaleza ), sino precisamente como una instancia heterogénea a cualquier opuesto pensable . Así , una de sus primeras definiciones ( anotada en los Carnets de Guerra ) reza : la libertad es el eslabón que falta entre el acto y sus móviles ( sus móviles deterministas , se entiende ), es decir , una discontinuidad entre la acción y lo que pueda determinarla desde afuera . Se lee ya en esta formulación la distinción crucial entre la libertad como causa de efectos reales y la referencia a esa nada que en El Ser y la Nada 4 separa al sujeto de su fondo de mundo haciéndolo inconmensurable con éste y destituyéndolo , en la pasión inútil ”, de toda eficacia causal . Una nada imperceptible hace que el sujeto no pueda ser Uno con 3 Ibid ., p . 40 . lo Otro y converge , en la misma obra , con la definición del deseo como imposibilidad de alcanzar esa unidad ontológica . Esa misma nada le hará decir a Sartre que nunca somos tan libres como entre las paredes de una cárcel . Más tarde ( en los Cuadernos para una Moral 5 ), dirá que la enfermedad , incluso mortal , no nos exime de ser libres . Se lo ve : la libertad no tiene nada que ver con el poder de modificar o superar factores externos , no es tampoco una facultad psíquica en el sentido clásico sino que apunta de entrada a una negatividad originaria , anterior a un contenido cualquiera de la libertad ( los derechos , la libertad de prensa , de opinión , etc .). El problema es demasiado complejo para dirimirlo en unos pocos renglones ( sobre todo en lo que hace a la psicosis , a la que Sartre se acerca en brevísimos relámpagos no exentos de interés ). Sólo diremos que la libertad entendida como una discontinuidad entre el acto y sus móviles se parece más a lo que Lacan pudo concebir como lo Real , que todo lo que puede cogitar una psicología positivista basada en la relación determinista causa / efecto . ¿ Lo Real no designa acaso , entre otras cosas , en el campo de la clínica , la imposibilidad de atribuir una causa objetiva , lineal , única a nuestras interpretaciones , decires y supuestas decisiones ? ¿ No remite al agujero en el trauma ? En este sentido , lo Real del significante es también lo Real de nuestros actos en la medida en que éstos no tienen garantía en el Otro . La libertad no es el contrario de otra cosa . No hice actos sino gestos , repiten al unísono los personajes de Sartre . Traduzcamos . Estamos separados del 4 Jean-Paul Sartre , El ser y la nada , 3 vols . ( Buenos Aires : Iberoamericana , 1946 ; 2 ª ed ., 1954 ). 5 Jean-Paul Sartre , Quaderni per una morale , a cura di F . Scanzio ( Roma : Edizioni Associate , 1991 ), p . 365 . __________________________________________________________________ Laissez-Faire 14
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__________________________________________________________________ ser del Otro , el Acto absoluto de autocreación nos está vedado . Nuestros actos son libres , no porque funden al sujeto sino porque le develan su discontinuidad imperceptible pero decisiva con un supuesto ser del Otro ; no porque lo afirmen en su voluntad soberana sino porque nadie ni nada nos espera en el Otro . Es perentorio hacer la historia del proceso que lleva de la negatividad ( hegeliana y sartreana ) a lo Real 6 de Lacan , porque es en el trayecto que lleva de una a otro donde se puede responder a la pregunta por la libertad en psicoanálisis . La condición indispensable para ello es salir de la psicología y del modelo causa / efecto . Por más reproches que pueda dirigir a su ontología un lacanismo autosatisfecho , Sartre reasume lo que fue siempre el lote de la libertad , o sea , el de surgir en una solidaridad inalienable con lo Otro de misma . Así , en Spinoza la libertad coincide con la perfecta adaptación a la sustancia infinita . Incluso el idealista absoluto que fue Fichte , que concebía al Yo como la subsistencia de un principio absoluto que se crea a mismo , respondía a los adversarios que le reprochaban ver en todos lados actos libres , que esos actos libres eran necesarios . Para no hablar de Hegel , para quien el sujeto absoluto accede a la libertad a costa de pasar por la negatividad ( y alienación en el Otro ). Y si en la versión de San Agustín , la libertad es asimilada a la posibilidad del Mal , muchos de sus epígonos comprendieron que ésta no es lo contrario del orden divino sino lo que permite , por medio del pecado , acceder a ese orden divino . ( Lacan se inscribe de 6 Lacan ubicaba lo real del lado de lo incognoscible e inasimilable , mientras que la realidad designa las representaciones subjetivas que son un producto de articulaciones simbólicas e imaginaras . lleno , a partir de la Etica , en la tradición que hace del Mal una falla que tacha al Otro , despojándolo del objeto Bien .) Que Sartre se inscriba en esa mencionada solidaridad , lo prueba el hecho de que haya terminado por decir , en El Idiota de la Familia , 7 que el síntoma de Flaubert fue la expresión máxima de su libertad .” Su último gesto teórico habrá hecho de Sartre ( paradójico enemigo del psicoanálisis ) su más íntimo cómplice . Movido probablemente por la prudencia que impone la experiencia clínica , Lacan eludió siempre la libertad pero la trató , como toda la tradición anterior , a través de la pregunta por la causalidad ( en su terminología , la causación del sujeto ). Todo su cuestionamiento de la causalidad en el terreno del deseo , el síntoma y el trauma , lo lleva a postular un vacío en el lugar de la respuesta lineal o realista a las preguntas insistentes e ineliminables que atraviesan la clínica : ¿ Por qué hice tal cosa ? ¿ Cómo llegué a esto ? ¿ Por qué no puedo decidir ? ( Y de un modo más ingenuo : ¿ qué o quién es el causante de lo que me pasa ?) Al suspender una respuesta dada como una causa última al porqué , Lacan ( y el psicoanalista ) establecen una conexión íntima entre el concepto de lo Real y lo que la filosofía llamó libertad . La excepción sartreana habrá consistido en recordarnos con una fuerza inigualable que es inútil rellenar ese vacío con una Causa y a la vez , que no hay más remedio que rellenarlo ( pero no de un modo determinista ). Su frase , se lo ve , ¿ se inscribe en la tercera antinomia kantiana ( la referida a la libertad ): en el acto humano , la causalidad es entendible según la serie de cau- 7 Jean-Paul Sartre , L Idiot de la Famille : Gustave Flaubert , 1821-1857 ( París : Gallimard , 1972 ), p . 20 . __________________________________________________________________ Laissez-Faire 15
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__________________________________________________________________ sas y efectos propia de la naturaleza , o de acuerdo a una causalidad libre , sin agente primero ? No otro , dicho sea de paso , es el origen de la ética paradójica del goce de Lacan en La Etica del psicoanálisis . 8 Esa tercera antinomia , de la que Heidegger extrajo la idea de finitud , y de la que dijera alguna vez que es la antinomia privilegiada entre las cuatro expuestas por la Crítica de la Razón Pura , en una última fase para tratar un problema que nunca lo abandonó , Sartre dirá en su biografía sobre Flaubert algo que está muy cerca de la clínica , o sea , que la verdadera libertad de Flaubert reside en su síntoma , que Sartre reconstruye en un agotador esfuerzo metodológico como compromiso entre el mandato del padre ( muere , no eres nada ) y su deseo de escribir . La conclusión no tiene nada de psicoanalítico , hasta el punto de que el síntoma como expresión máxima de la libertad ( conclusión a la que Sartre llega después de años y años de reformulaciones de la libertad que hicieron de él un paradójico enemigo del psicoanálisis ), retoma una intuición inicial nunca desmentida ( ni por él ni por toda la filosofía que merece su nombre ); o sea , que hablar de la libertad es comprometerse de entrada con lo Otro de la libertad , que no se es libre en el sentido de cambiar el mundo exterior sino en el mucho más complejo de estar separado de lo Otro ( y de asumirlo en la acción ). La libertad reclamada por las filosofías de la existencia tiene su origen en la tercera antinomia de Kant . Ricoeur dirá que a partir de las antinomias kantianas , la libertad no podrá entrar en la serie de la Naturaleza .” 9 Lacan , movido proba- 8 Jacques Lacan , El Seminario , Libro VII : La ética del psicoanálisis ( Buenos Aires , 1996 ). 9 Paul Ricoeur , Caminos del reconocimiento ( Madrid : Editorial Trotta , 2005 ), p . 25 . blemente por la prudencia que impone la experiencia clínica , no se refirió nunca a la libertad sino para excluirla , pero la trató sin embargo bajo el término de causalidad en su pregunta por la causación del sujeto ( tándem entre libertad y causalidad inseparable en la filosofía e inseparable del problema de la subjetividad ). En este sentido , todo el cuestionamiento de Lacan de la causalidad determinista en el terreno del síntoma , del trauma , lo lleva a postular un agujero en el Otro , una falta fundamental de medida común entre lo que falta al Otro y la pregunta insistente , insuprimible , por la causa , que la clínica vehicula sin cesar : ¿ por qué hice tal cosa ? ¿ Qué me llevó a decidir tal otra ? Y más ingenuamente ¿ Quién o qué es el culpable o responsable de haber llegado a lo que llegué ? Al no responder a estas preguntas de un modo determinista , de acuerdo a una causa lineal , real , Lacan establece una conexión íntima entre el concepto de lo Real y libertad y no hace más que profundizar la vocación tradicional de la libertad a no poder definirse sino desde adentro de lo que la determina . Que hablar de la libertad es comprometerse de entrada con lo Otro de la libertad , que no se es libre en el sentido de cambiar el mundo exterior sino en el mucho más complejo de estar separado de lo Otro ( y de asumirlo en la acción ). No otra es la vocación de la subjetividad en Lacan , en quien lo Real suspende la causa determinista . ¿ Qué importa , en efecto , que el inconsciente se manifieste solo en el après-coup , si algo en el après-coup nos revela que el inconsciente es tal ? ¿ Qué importa que Edipo en Colono se arranque los ojos , dando prueba de que no se puede ver eso que nos aliena a lo Otro y nos divide como sujetos , si de algún modo en ese saber del après-coup se abre una nada ,” que el psicoanálisis no le podrá sacar nunca a Sartre , ya que __________________________________________________________________ Laissez-Faire 16
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