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Marzo-Septiembre  2007

Esa malhadada mujer (Travesuras de la niña mala, por Mario Vargas Llosa)

CategoríaMarzo-Septiembre 2007Ciencias Sociales

Oswaldo Salazar

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__________________________________________________________________ Oswaldo Salazar Esa Malhadada Mujer Según se cuenta en los anecdotarios filosóficos , cuando G . W . F . Hegel , el gran filósofo de la Alemania romántica , publicó su Fenomenología del Espíritu , no faltó quien pusiera en duda que se trataba de una obra filosófica que había que someter a sesudo escrutinio racional . Más bien ( se argumentaba en defensa de esta tesis ) parecía una novela que contaba la vertiginosa historia de un personaje abstracto llamado idea ”. El tiempo pasó y el debate , como bien sabemos , se resolvió concibiendo la obra como la piedra de toque del Idealismo Alemán y la base del último gran sistema filosófico del racionalismo continental . En la sombra quedó la inquietante sugerencia de una lectura tropológica que buscaba sustituir la certeza conceptual por la ambigüedad narrativa . Travesuras de la niña mala , la última novela de Mario Vargas Llosa , que ha sido vitoreada en las últimas semanas como una de sus mejores obras y un paso firme en el camino al Nobel , plantea esta misma problemática . Como pocas , esta novela se lee con la obsesión adictiva de los folletines ; pero también ( y quizá por ese rasgo particular ) sus folletinescos lectores encuentran el placer inmediato en una ociosa y cómoda lectura literal . En esta línea , Travesuras de la niña mala no es más que la historia trivial , contada a saltos , de los inverosímiles encuentros de dos amantes dignos de una serie televisiva para clase media . Esta vez , Vargas Llosa no es didáctico como lo fue en La tía Julia y el escribidor . Acá no se preocupa por distinguir dos planos de referencia discursiva : el del ecrivain ( escritor ) que emprende el gran proyecto flaubertiano ( y , por supuesto , goetheano ) de la educación sentimental , y el del ecrivant ( escribidor ) que sólo se ocupa de mantener viva la curiosidad del cotidiano consumidor de productos masificados . En La tía Julia y el escribidor los dos planos se reflejan en un juego de espejos : por un lado , el dramatismo de la radionovela se reproduce en el abultado aprendizaje sentimental de Varguitas ”, y por otro , la carrera literaria del autor se forja en la admiración de las técnicas del escribidor . De esta forma , Vargas Llosa exploró por primera vez la posibilidad de elaborar una novela racional en el estricto sentido del término , es decir , una historia que incluye , en su fondo reflexivo ( esto es , aperceptivo ”), la historia de la historia . Ahora , alrededor de veinte años después , luego de algunos aciertos ( La fiesta del Chivo ) y desaciertos ( El paraíso en la otra esquina ), y sobre todo en el marco desfavorable de una generación ( la del Boom ) que cada día se ve más distante , el autor nos entrega una novela en la que estos dos planos de referencia discursiva colapsan uno sobre el otro . Lejos de señalarnos adónde debe dirigirse nuestra mirada , ese territorio intermedio donde la obra y su génesis se mezclan , lejos de esa __________________________________________________________________ Laissez-Faire 69
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__________________________________________________________________ práctica ilustrada , Vargas Llosa parece dar un paso adelante y enfocarse en la narración detallada del proceso disfrazado de la evolución de una idea . Así , el escritor genera en el lector el trabajo de la sospecha . Hay , ciertamente , una historia folletinesca en esas páginas : el relato que nos lleva de Lima a París , Cuba , Londres , Tokio y , finalmente , Madrid , como escenarios decorados de una tormentosa relación , más neurótica que erótica , entre un niño bueno y ( por supuesto ) una niña mala . Una historia de ingenuidades , traiciones , cinismo y , por encima de todo , de pasión , que palidece como tal si la comparamos con productos tan dispares como Diablo guardián , de Xavier Velasco , o la magnífica El pasado , de Alan Pauls . Estamos hablando ( como en la Mona Lisa de Basquiat ) de la mezcla desacralizante de los mitos de Madame Bovary y Lolita . Cabe , entonces , preguntarnos si hay otra historia detrás de este folletín ; o para ser más radicales , lo que realmente deberíamos interrogarnos es si este autor consagrado y maduro , con el manejo que ha mostrado de la maquinaria narrativa modernista , es capaz de entregarnos una historia que no atraviese al menos dos niveles semánticos superpuestos . Mario Vargas Llosa pertenece a una clara tradición hispanoamericana y , más específicamente , peruana , de escritores que se han encontrado con su propio país viviendo en el extranjero . Desde los años del romanticismo tardío , el modernismo de finales del siglo XIX , la vanguardia , hasta llegar al Boom , muchos escritores , ya sea por razones políticas o personales , se han visto enfrentados a sus países en ciudades europeas como París , Madrid , Londres , Roma o Barcelona . En el caso concreto del Perú , la lista es ilustre : José Carlos Mariátegui (“ Europa me reveló hasta qué punto pertenecía yo a un mundo primitivo y caótico ”), Isaac Goldemberg , y José María Arguedas quien , a pesar de no vivir fuera , es uno de los escritores que más hondo ha buceado en las preocupaciones biculturales de los países indígenas de América Latina . En todos estos casos , el tema central de la escritura es el Perú . Vargas Llosa no escapa a esta obsesión por un país que , según su opinión , no termina de encontrar un camino claro a la modernidad . A grandes rasgos podría decirse que esa preocupación se manifiesta y establece en la mente y hábitos narrativos del autor en el período que va de 1962 a 1966 , esto es , en sus dos primeras grandes novelas : La ciudad y los perros y La casa verde . Aquí ya aparece clara la dramática diferencia ( como señala Doris Sommer ) entre el Perú oficial ( moderno y angustiosamente blanqueado ) y el Perú profundo ( atrasado , indígena y amenazado en su pureza ). Vuelve a aparecer en Conversación en la Catedral ( donde la pregunta rectora parece ser “¿ Cuándo se jodió el Perú ?”), Pantaleón y las visitadoras ( enfrentamiento del pensamiento oficial con la barbarie ), La guerra del fin del mundo ( exploración histórica del dramático encuentro entre la ilustración estatal y la supuesta irracionalidad de la fe cristiana ), La historia de Mayta ( donde introduce un elemento más de diferencia y marginación : la homosexualidad ), El hablador ( cuya primera frase es : Vine a Firenze para olvidarme por un tiempo del Perú y de los peruanos y he aquí que el malhadado país me salió al encuentro esta mañana de la manera más inesperada ”), Lituma en los Andes ( en el que ese Perú profundo está representado por el laberinto del mito cretense que devora a los ilustrados jóvenes atenienses ), y la culminación teórica de esta preocupación : el ensayo José María Argue- __________________________________________________________________ Laissez-Faire 70
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__________________________________________________________________ das : la utopía arcaica . Después vienen dos novelas donde el tema sólo parece quedar de lado : La fiesta del Chivo ( exploración de las profundidades autoritarias de la enfermedad latinoamericana ), y El paraíso en la otra esquina ( donde confronta a dos personajes unidos por lazos sanguíneos , uno luchando por un mundo mejor y el otro renunciando a ese mundo civilizado y sumergiéndose en otro , olvidado y primitivo ). Y por fin , en el 2006 , el autor peruano nos entrega Travesuras de la niña mala , novela que , si la leemos más allá del literalismo ingenuo , parece contarnos la historia de la elusiva y decepcionante relación del niño bueno , Mario Vargas Llosa , y la niña mala , esa malhadada mujer que , justo como el Perú , lo sedujo y traicionó , lo hizo creer que era suya y luego se le escapó para fugarse a confines insospechados con un gangster japonés ”, el jefe yakuza que se sirvió de ella , la violó , le quitó toda dignidad y la redujo a una piltrafa al servicio de sus intereses pervertidos y negocios sucios . Historia de una idea , la de un Perú escindido , enfrentado , irreconciliable , enfermo crónico que sólo parece redimirse , curarse , para volver a caer en profundidades cada vez más abismales ; y la de sus intelectuales , simples traductores , cronistas atrapados entre el panfleto y el folletín , personajes de bolero siempre dispuestos a perdonar las traiciones de esa mentirosa , de esa mala mujer que atrae y esclaviza , profesional del arribismo que niega su condición y oculta su origen , la que lo hace decir : la amaría siempre , aunque me engañara con mil Fukudas [ el gangster japonés ’], porque ella era la mujercita más delicada y más bella de la creación : mi reina , mi princesita , mi torturadora , mi mentirosita , mi japonesita , mi único amor ”. Por eso , al final de esta novela indirectamente autobiográfica , a la hora del crepúsculo ( como realmente le sucede al autor ), la niña mala ( o el malhadado país ”) le dice que si algún día se le ocurre escribir esa historia de amor no la haga quedar tan mal . Ricardito / Mario pregunta : “¿ Y por qué se te ha ocurrido eso ?” Entonces ella , esa incomprensible sociedad peruana , poniendo punto final a la novela , responde : Porque siempre has querido ser un escritor y no te atrevías . ( ) Por lo menos , confiesa que te he dado tema para una novela . ¿ No niño bueno ?” Y nosotros , terceros en discordia , respondemos al doblar la última hoja : Para más de una , para más de una Oswaldo Salazar ( Ph . D ., Boston College , 1994 ), actualmente enseña Filosofía Política en la Universidad Francisco Marroquín . __________________________________________________________________ Laissez-Faire 71
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