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Marzo-Septiembre  2002

Hayek y el fundamento

CategoríaMarzo-Septiembre 2002Filosofía

Rogelio Salazar

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__________________________________________________________________ Rogelio Salazar Hayek y el Fundamento Como todo poseedor de una biblioteca , Aureliano se sabía culpable de no conocerla hasta el fin ( Jorge Luis Borges , El Aleph ) Nota Previa e Inevitable No me ames , simplemente no me estorbes .” La renuncia , unilateralidad y mutua exclusión de los dos enunciados que componen la expresión anterior , según creo , pretenden escapar de un estado de ánimo utópico y apegarse a uno realista ; mientras la utopía ha viajado al futuro , el realismo ha penetrado el presente y / o buscado el futuro planificadamente . Si el hombre está destinado a perdurar , a negar su desaparición , es en parte porque ha sido capaz de dar sentido a tonterías como el camino a las Indias siguiendo la redondez de la tierra ,” o la búsqueda de El Dorado ,” o el hallazgo de la fuente de la eterna juventud ( sólo para aludir a situaciones que como latinoamericanos nos atañen ). Ante tales compartidos y contagiosos desvaríos resulta una alegría pensar que , por ahora , la incomparecencia humana en la tierra sería posible como el resultado de la paranoica actitud de alguien , traducible a algo tan serio como una posibilidad científica . Rogelio Salazar es abogado y notario por la Universidad de San Carlos ( 1984 ), donde actualmente enseña Lógica y Filosofía de la Ciencia . Apertura y planteamiento Todas las ciencias antiguas y modernas suponen , de una u otra forma , algún acercamiento a la realidad , o a algún aspecto particular de ella ; tal carácter de particularización ha sido siempre indicador de la actividad intelectual , quizá más recientemente que en períodos previos a la modernidad . Así , las ciencias en Occidente han corrido tras una especialidad cada vez mayor y por ello , cada vez , desde los grandes clásicos del Renacimiento , ha llegado a ser más difícil el saber enciclopédico ; se puede ser sabio , se puede ser intelectual , pero solamente respecto a una pequeña porción del saber . De tal forma la intelectualidad ha ido multiplicando y repartiendo las regiones del conocimiento en base a una vocación diseminadora que pareciera , cada vez más , ir perdiendo de vista el centro , el eje , el origen , el fundamento , llámesele como se quiera ( muchas de estas palabras son , en , problemáticas y peligrosas ). Quizá por ello , la experiencia de la ciencia moderna , aun y cuando ha sido capaz de proporcionar al hombre una cuota inédita de eficacia , comodidad , elegancia y estilo no ha logrado eludir los sentimientos de desorientación , extravío e incluso de orfandad , para el hombre moderno . En la medida en que las luces que proyecta la ciencia moderna solo aclaran rincones particulares , concretos y específicos de aquello que había pertenecido a lo desconocido , de ninguna forma ha iluminado __________________________________________________________________ Laissez-Faire 41
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__________________________________________________________________ aquello que ha pertenecido a lo que podría denominarse un misterio de siempre , una de aquellas preguntas que , desde siempre , ha otorgado su humanidad al hombre . El hombre no ha sido humano por dominar enemigos , por sojuzgar nativos , por cuadricular territorios o por acumular riqueza ; sino que lo ha sido por ser capaz de preguntarse por su situación en el mundo , por hacer un problema de su enigmática presencia en el escenario mundanal , por buscar la forma a través de la cual cuestionar a la realidad sobre el origen y el destino de todo aquello que lo constituye y lo circunda . Son tales los asuntos que , en definitiva , han ennoblecido al hombre al punto de otorgarle su dimensión humana . De acuerdo a tal comprensión de lo humano , en tanto el hombre se oriente solo hacia la técnica , la especialización y la miopía , estará olvidando aquello que como hombre lo constituye . En suma , estará gradualmente , paso a paso , dejando de ser humano . Si alguna cuota de verdad encierra la convicción previa , se impone la conclusión respecto a que la modernidad ha sido , posiblemente , la época que mayormente ha contribuido a esta forma de cultura utilitaria . Desde la conmoción renacentista europea hasta nuestros días , el núcleo en torno al cual ha girado toda la vida de la naturaleza , toda la vida del cosmos , toda la vida político-social y consecuentemente también toda la vida humana , ha sido la razón . Nunca antes como ahora ha sido tan claro , visible y evidente que el hombre sólo puede ser definido como el animal racional . De tal manera , el tema de la modernidad conduce , como ya se ha mencionado , al tema de a razón . Sin embargo , esta razón no ha de ser la última estación del camino , o el último punto de llegada en el itinerario ; es forzoso , en alguna medida , tematizar la razón como atributo de alguien . La razón no existe , ni se hace presente en el mundo , como una emanación mágica y sobrenatural . Esta pudo ser la postura del pensamiento previo al pensamiento moderno , es decir , del pensamiento medieval , aquel frente al cual el pensamiento moderno reacciona y fija sus posturas . Sabido es que , en filosofía , la modernidad comienza , precisamente , con la determinación de la relación entre la razón y aquello a lo que ella pertenece ; ya no fue posible seguir manteniendo una abismal y trascendental distancia entre la razón y su origen . Por eso es que el acta de nacimiento de la filosofía moderna ha sido suscrita por quien fue capaz de establecer una relación verosímil entre la razón y la fuente de donde aquélla proviene ; ha sido este crucial hallazgo el punto en el cual se sitúa el origen del pensamiento moderno . Demás esta decir que esta vinculación , definitiva para la modernidad , entre la razón y su punto de partida , conlleva una crítica radical a todas las posturas , que respecto a ello , habían sido postuladas previamente . El estatuto de este determinante credo moderno fue emitido , durante el siglo XVII , por un francés que , ocasionalmente , se dedicó al cultivo del pensamiento especulativo : fue René Descartes , quien proclamó en Latín : cogito ergo sum , y en lengua vulgar : moi , je pense , donc je suis . 1 Con esta memorable y señera afirmación , Descartes , y con él toda la modernidad , encuentran la relación entre la 1 El pienso-luego-existo cartesiano fue escrito dos veces por su autor , quien acaso , percibiendo no sólo el ocaso del mundo medieval , percibe también el abandono , por parte de la ciencia , del lenguaje culto . __________________________________________________________________ Laissez-Faire 42
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__________________________________________________________________ razón y su origen , o sea , el ego , el yo , el sujeto moderno . Desde entonces , es el sujeto racional quien ha poseído la potencia capaz de aclarar , iluminar y desvelar todo aquello objeto del deseo y la vehemencia del conocimiento . En esta medida , el sujeto moderno cada vez ha ido necesitando menos de todo lo que no es él mismo y que no pertenezca a la esfera de su mismidad , lo cual , de hecho , ha ido traduciéndose en una actitud autosuficiente , despectiva e incluso soberbia . Sobre la irrenunciable base que implica lo anterior , se constituyen tanto la filosofía como la ciencia modernas , recorriendo , de forma ilusionada y optimista , rutas inéditas para el pensamiento ; así y sobre estos caminos el pensamiento matemático-científico se convierte , para la intelectualidad moderna en el molde , en el código , en la clave modélica del pensamiento en su totalidad . Cualquier actividad intelectual , desde entonces , persiguió a su objeto soñando con la precisión y exactitud de la inducción matemáticocientífica . El ámbito científico humano-social , ingenuamente , cae en esta ilusoria trampa , confía inocentemente en que , así como la ciencia , que se enfrenta a su objeto mundanal-exterior , ha logrado éxito con su lenguaje matemático , del mismo modo la ciencia del espíritu habrá de lograr el éxito al enfrentarse a su objeto , que no es otra cosa que el hombre , el propio sujeto , buscando ejercer y desplegar , del mismo modo que la ciencia natural , un lenguaje metódico inspirado en la inducción científica moderna . De cualquier manera , el motivo para traer a cuenta todo lo anterior , a pesar de ser algo por demás conocido , radica en el hecho evidente e innegable de que desde el siglo XVII hasta este auroral momento del siglo XXI , la casi totalidad de la ciencia del espíritu ha corrido y recorrido las estaciones y marcas que en su camino ha ido dejando , por delante , la ciencia natural . De tal modo , este ha sido el estilo , o más bien , el método asumido por disciplinas tan distantes como pueden serlo la antropología o la política , la sociología o la psicología , la filosofía o la jurisprudencia , la teología o la economía , la administración o la historia ; en fin , toda ciencia humana ha participado de esta ilusión . A fin de cuentas , lo que , en primer lugar a este trabajo interesa mostrar es que , la experiencia global de la ciencia moderna occidental ha pretendido y perseguido una finalidad de fragmentación de las regiones del saber , pero además y consecuentemente , la convicción de que la intelectualidad no puede expresarse sino dentro de los límites de la finitud de tal fragmentación . Todo ello ha derivado , necesariamente , en algo que es aquello que , finalmente , interesa postular a estas palabras iniciales , a saber : la pérdida de unidad de la experiencia intelectual . La vocación intelectual de la modernidad , podría decirse , ha sido la diseminación ; el pensamiento moderno ha viajado tras fines tan plurales , diversos y distantes que la totalidad del saber , la experiencia intelectual , cada vez , ha ido pareciendo menos un conjunto armónico , coherente y comprensible . Esta ha sido la senda que han transitado palabras que nos son tan familiares , habiendo llegado a formar parte vital y necesaria del moderno vocabulario intelectual , tales como : especialización , tecnificación , sectorización , subjetivación , objetivación , ideologización , secularización , etc . Seguramente la argumentación emprendida podría seguirse indicando que la pérdida de vista moderna de la unidad de la experiencia intelectual corresponde al abandono en que , cada vez más , ha per- __________________________________________________________________ Laissez-Faire 43
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__________________________________________________________________ manecido el pensamiento por el fundamento , al pensamiento que se empeña en comprender la diversidad de lo real como un todo ; la rama , la flor o el fruto que eluda la irrenunciable relación con su raíz , estará faltando e incluso pecando contra su más propia y más profunda naturaleza . Se piensa que Friedrich von Hayek , de algún modo , desde la periferia y particularidad de su ciencia , advirtió esta insuficiencia del pensamiento científico moderno , por lo que , en alguna medida que merece ser reconocida , intentó cuidar el fundamento ; lo cual se ha manifestado , prioritariamente , en relación a dos temas : el individuo y la historia , en torno a los cuales girará la última parte de este trabajo . Sin embargo , antes de llegar a esta última parte referida , se buscará la proximidad , la cercanía , y de ser posible la intimidad con la palabra de un poeta que , desde la resonancia fundacional e inaugural de la cultura occidental , nos habla de la básica e ineludible unidad de la experiencia intelectual . Intermezzo y Advertencia Una vez abierto y planteado el interés de este trabajo , se entiende que ha llegado el momento de argumentar en favor de la unidad de la experiencia intelectual , llamada así a falta de una expresión mejor y más adecuada . De acuerdo a lo expresado en la primera parte se confía en que lo que se quiere nombrar , con esta imprecisa expresión , haya sido aclarado ; de cualquier manera , quizá sea oportuno insistir de nuevo y agregar : tal vez sea posible aislar y separar algunas dimensiones de la vida intelectual , y suponer que tales cifras parciales saturan la totalidad . Sin embargo la realización de este acto impone el pago de un precio ; la plenitud e integralidad de la experiencia intelectual humana debe ser algo deseado , buscado y pretendido , para no incurrir en olvidos voluntarios , culpables y dolosos . Con la finalidad de insistir y aclarar respecto a la irrenunciable unidad de la experiencia intelectual , tal vez , de una forma un poco altisonante y teatral , se ha pensado en acudir a un texto , cuya edad de veinticinco siglos le ha permitido , no sólo acumular suficiente polvo , sino además sedimentarse , como el vino , en la conciencia de la cultura occidental . El nombre del autor es Sófocles , el nombre de la obra es Antígona , la época es el glorioso esplendor de la cultura griega , es decir , la Atenas del siglo IV antes de Cristo , el género literario es la tragedia , y la ocasión son los rituales que servían de culto a Dionysos , dios griego de la ebriedad , el desenfreno y la voluptuosidad . La tremenda historia que el poeta cuenta es parte de una de las sagas más conocidas del ciclo de mitos clásicos , llamado el ciclo heroico ; Antígona y su tempestuosa historia pertenecen a la saga conocida como la Casa Real de Tebas . No puede decirse , en sentido estricto , que los poetas trágicos de la Antigua Grecia hayan inventado historias . En realidad , ejercían un juego de libre imaginación sobre historias que le pertenecían , como mitos , a todo el mundo griego ; así , la reflexión trágica encuentra su originalidad dentro del marco de lo ya conocido , y de este modo , muchas veces los poetas trágicos griegos cuentan las mismas historias una y otra vez , desde diversas perspectivas imaginativas ; tal es ciertamente , una de las características esenciales del mito . Seguramente el trazo completo del __________________________________________________________________ Laissez-Faire 44
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