| Relación entre el orden espontáneo y el orden vital | | | |
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__________________________________________________________________
Ernesto
Loukota
Relación
entre
el
Orden
Espontáneo
y
el
Orden
Vital
En
el
presente
ensayo
se
pretende
est
a
-
blecer
una
relación
comparativa
entre
la
teoría
del
orden
espontáneo
de
Friedrich
von
Hayek
y
la
teoría
vitalista
plantea
da
por
Henri
Bergson
en
su
obra
La
Evol
u-
ción
Creadora
,
ya
que
se
piensa
que
exis
-
ten
nexos
comunes
en
ambas
teorías
,
aunque
obviamente
,
en
principio
,
están
orientadas
a
distintos
campos
del
conocimiento
.
Se
comenzará
,
por
una
parte
,
definiendo
los
rasgos
de
la
teoría
vitali
s
-
ta
,
y
,
por
otra
,
mencionando
algunas
de
las
caracterí
sticas
fundamentales
del
or
-
den
espontáneo
de
Hayek
.
Posteriormente
se
procederá
a
establecer
nexos
entre
ambas
teorías
,
las
que
podrán
ser
objeto
de
críti
ca
por
parte
del
lector
.
Si
bien
,
dicha
revisión
pretende
ser
lo
suficient
e-
mente
aclaratoria
,
no
busca
agotar
el
t
e-
ma
en
mención
,
sino
más
bien
abrir
un
espacio
específico
de
re
flexión
sobre
este
tema
.
Las
posturas
vitalistas
propugnan
la
idea
de
que
el
filósofo
no
debe
olvidar
que
detrás
de
sus
planteamientos
teóricos
existe
un
principio
desde
el
cual
todo
s
l
o
s
fenómenos
culturales
y
,
por
ende
,
todas
las
manifestaciones
humanas
tienen
su
origen
.
Ese
principio
es
la
vida
misma
y
,
en
cierta
forma
,
el
quehacer
filosófico
y
científico
no
son
más
que
algunas
de
esas
manifesta
ciones
.
Ernesto
Loukota
,
Licenciado
en
Letras
y
Filosofía
por
la
Universidad
Rafael
Landívar
(
1990
),
es
actualmente
catedrático
en
la
Facultad
de
Ciencias
Económicas
,
Universidad
Francisco
Marroquín
.
En
términos
generales
,
el
vitalismo
hace
referencia
a
la
idea
de
que
en
los
organismos
vivos
se
encuentra
una
fuerza
vital
o
principio
vital
que
se
diferencia
de
las
fuerzas
físicas
que
rigen
la
materia
.
Algunas
de
las
expresiones
empleadas
para
referirse
a
esa
fuerza
o
principio
vital
han
sido
,
en
contextos
específicos
:
demiurgo
,
é
lan
vital
,
e
ntelequia
,
nous
y
psique
.
Esta
fuerza
,
que
podría
denominarse
también
energía
,
impulso
,
ímpetu
,
élan
vital
o
agente
,
que
promueve
el
desarrollo
y
movimiento
del
proceso
vital
,
es
entendida
como
no
física
,
invisible
e
i
n-
tangible
y
no
puede
ser
explicada
por
medios
mecanicistas
o
materialistas
.
Evidentemente
,
la
intervención
de
esta
fuerza
o
principio
vital
hace
que
los
entes
vivos
posean
características
especiales
que
no
comparten
con
las
cosas
inertes
.
Algunas
de
esas
características
especiales
de
los
seres
vivos
podrían
resumirse
,
de
acu
erdo
a
Yepes
y
Aranguren
,
en
:
(
1
)
Automovimiento
(
lo
vivo
es
aquello
que
tiene
dentro
de
sí
el
mismo
principio
de
su
movimiento
,
además
,
vivir
es
un
modo
de
ser
).
(
2
)
Unidad
(
todos
los
seres
vivos
,
cada
uno
,
es
uno
,
mientras
que
lo
inerte
puede
romperse
y
dividirse
).
(
3
)
Inmanencia
(
para
el
viviente
,
vivir
es
ser
,
en
uni
dad
,
con
un
mundo
interior
).
(
4
)
Autorrea
l
i
z
a
c
i
ó
n
(
lo
vivo
se
distiende
a
lo
largo
del
tiempo
hacia
una
plenitud
de
d
e
s
arrollo
y
hacia
la
muerte
).
(
5
)
Ritmo
cíclico
(
su
movimiento
se
repite
,
vuelve
__________________________________________________________________
Laissez
-
Faire
31
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__________________________________________________________________
una
y
otra
vez
a
empezar
,
y
se
va
desple
-
gando
a
base
de
movimientos
repetidos
,
cuyas
partes
están
internamente
propor
-
c
i
o
n
ad
a
s
unas
con
otras
,
hasta
formar
un
todo
unitario
,
una
armonía
que
los
clásicos
llamaban
“
c
o
s
m
o
s
”).
1
Consecuentemente
a
estas
caracterí
s-
ticas
generales
de
los
seres
vivos
,
también
hay
que
tomar
en
consideración
los
diversos
niveles
de
gradación
de
los
mismos
,
en
relación
a
su
escala
de
perfección
.
Entonces
se
habla
de
un
primer
grado
en
términos
de
vida
vegetativa
(
que
tiene
como
funciones
principales
la
nutrición
,
el
crecimiento
y
la
reproducción
);
un
segundo
grado
que
corresponde
a
la
vida
sensitiva
(
propia
de
los
animales
y
que
consiste
en
contar
con
un
sistema
perceptivo
e
instintivo
);
y
un
tercer
grado
que
se
refiere
a
la
vida
intelectiva
(
propia
del
hombre
y
en
donde
se
rompe
la
nece
-
sidad
del
circuito
estímulo-respuesta
dan
-
do
paso
a
que
el
hombre
elija
intelec
-
tualmente
sus
propios
fines
,
por
una
parte
y
,
por
otra
,
que
en
el
hombre
,
los
medios
que
conducen
a
los
fines
no
vienen
dados
,
sino
que
hay
que
encontra
r
los
).
2
1
Ricardo
Yepes
y
Javier
Aranguren
,
F
u
n
damentos
de
antropología
:
Una
idea
de
la
excelencia
humana
(
España
:
Univer
sidad
de
N
a-
varra
,
1998
),
pp
.
2
2-2
3
.
2
Estos
conceptos
,
que
fueron
tomados
tam
-
bién
de
la
obra
de
Yepes
y
Aranguren
,
son
seriamente
cuestionados
por
Bergson
,
quien
indicaría
en
su
momento
que
:
“
El
error
cap
i-
tal
,
el
que
transmitiéndose
desde
Aristóteles
ha
viciado
la
mayor
parte
de
las
filosofías
de
la
naturaleza
,
es
ver
en
la
vida
vegetativa
,
en
la
vida
instintiva
y
en
la
vida
racional
tres
grados
sucesivos
de
una
misma
tendencia
que
se
va
desarrollando
,
cuando
en
realidad
se
trata
de
tres
direcciones
divergentes
de
una
actividad
que
se
ha
escindido
al
crecer
.
La
diferencia
entre
ellas
no
es
una
diferencia
de
intensidad
ni
,
más
generalmente
,
de
gr
ad
o
,
Como
ya
se
mencionó
anteriormente
,
para
los
vitalistas
la
vida
,
en
su
expresión
fundamental
,
representa
una
energía
,
que
podría
considerarse
en
cierta
forma
como
un
principio
metafísico
,
la
cual
promueve
y
sustenta
su
propio
proceso
al
encarnars
e
en
la
materia
.
Este
impulso
es
de
carácter
espontáneo
y
tiende
a
promover
determinados
fenómenos
en
lo
individual
y
en
lo
colectivo
como
un
todo
único
.
Algunos
filósofos
vitalistas
sugieren
que
la
pro
-
yección
de
este
impulso
no
obedece
a
una
finalidad
específica
,
en
tanto
que
otros
afirman
que
el
desarrollo
de
la
vida
obe
-
dece
a
un
ordenamiento
o
a
la
consecución
de
un
plan
evolutivo
.
Henri
Bergson
(
1859-1941
)
propone
que
se
puede
entrar
en
contacto
con
el
élan
vital
o
impulso
vital
,
y
el
orden
que
éste
establece
,
por
medio
de
la
intuición
,
a
diferencia
de
la
intelección
puramente
conceptual
;
esto
es
así
,
según
él
,
porque
la
intelección
conceptual
tiende
a
co
n-
fundir
la
cosa
en
sí
con
la
idea
que
se
tiene
de
la
cosa
,
que
es
una
abstracción
,
m
i
entras
que
la
intuición
permitiría
tomar
conciencia
de
la
manifestación
vital
en
el
contexto
de
su
propio
proceso
.
El
élan
vital
,
o
energía
vital
,
se
caracteriza
por
ser
una
fuerza
conductora
que
impulsa
la
vida
a
niveles
estructurales
y
organizacionales
más
elevados
;
y
también
por
ser
una
fuerza
creativa
que
dirige
,
a
manera
de
un
flujo
de
conciencia
,
este
proceso
.
E
n
términos
generales
,
Bergson
habla
del
é
l
a
n
v
i
t
a
l
como
una
supraconciencia
,
una
fuerza
no-empírica
,
intangible
,
invisible
y
no
verificable
.
En
su
obra
La
evolución
creadora
,
Bergson
hace
acopio
de
algunas
de
las
ideas
más
importantes
en
torno
a
su
propia
filosofía
vitalista
.
Con
la
finalidad
de
acceder
a
los
planteamientos
del
autor
en
Bergson
,
La
evolución
creadora
(
Madrid
:
sino
una
diferencia
de
naturaleza
”—
Henri
Espasa
Calpe
,
1973
),
p
.
127
.
__________________________________________________________________
Laissez
-
Faire
32
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__________________________________________________________________
torno
al
tema
del
orden
vital
,
a
continu
a-
ción
se
hará
un
breve
recuento
de
algunos
de
los
conceptos
fundamentales
vertidos
en
ese
texto
.
En
primer
término
,
Bergson
se
pr
e
-
guntaba
si
los
seres
vivientes
,
en
tanto
sistemas
naturales
,
pueden
encajar
en
el
sistema
de
la
ciencia
,
que
es
un
sistema
artificial
,
o
si
más
bien
deberían
com
-
pararse
con
el
todo
del
Universo
(
a
mane
-
ra
de
un
ord
en
general
de
la
naturaleza
).
É
l
es
taba
consciente
de
que
la
posición
d
e
l
v
i
talismo
es
difícil
de
mantener
“
p
o
r
el
hecho
de
que
en
la
naturaleza
no
hay
ni
finalidad
meramente
interna
ni
individuali
dad
marcada
de
un
modo
absoluto
.”
3
En
esta
búsqueda
de
un
acercamiento
a
l
m
is
terio
del
orden
natural
,
Bergson
se
dio
cuenta
que
los
instrumentos
propios
de
la
ciencia
eran
insuficientes
al
punto
de
que
habría
que
“
sustituir
la
inteligen
-
cia
propiamente
dicha
por
la
realidad
,
más
comprehensiva
,
de
la
que
la
intel
i-
gencia
sólo
es
una
reducción
.”
4
Bergson
estaba
también
consciente
de
que
la
evolución
de
la
vida
,
que
exige
una
serie
de
adaptaciones
,
no
obedecía
nec
e
-
sariamente
a
un
plan
,
como
lo
sostiene
el
finalismo
,
en
virtud
de
que
la
“
evolución
no
es
solamente
un
movimiento
hacia
adelante
;
en
muchos
casos
se
observa
un
estancamiento
,
y
aún
más
a
menudo
una
desviación
o
un
retroceso
.”
5
Esta
evol
u-
ción
parece
más
bien
proyectarse
indefinidamente
hacia
el
futuro
en
una
actividad
creativa
que
surge
de
un
movimiento
inicial
.
Asimismo
,
este
autor
incluye
en
su
re
-
flexión
la
relación
entre
el
instinto
y
la
3
i
bid
.,
p
.
49
.
4
ibid
.,
p
.
57
.
inteligencia
,
temas
que
habrán
de
servir
posteriormente
para
explicar
la
comprensión
del
orden
natural
.
En
ese
sentido
plantea
dicha
relación
en
la
siguiente
forma
:
Si
el
instinto
es
,
por
excelencia
,
la
facu
l-
tad
de
utilizar
un
instrumento
natural
or
-
ganizado
,
debe
abarcar
el
conocimiento
innato
(
virtual
o
inconsciente
),
no
sólo
de
ese
instrumento
,
sino
también
del
objeto
al
que
se
aplica
.
El
instinto
es
,
pues
,
el
conocimiento
innato
de
una
cosa
.
Pero
la
inteligenci
a
es
la
facultad
de
fabricar
instrumentos
inorganizados
,
es
decir
,
artif
i
-
ciales
.
Si
,
de
suyo
,
la
naturaleza
r
enuncia
a
dotar
al
ser
vivo
del
instrumento
que
ha
de
servirle
,
es
para
que
el
ser
vi
vo
pueda
variar
su
fabricación
según
las
circunstancias
.
La
función
esencial
de
la
inteli
-
gencia
será
la
de
di
scernir
,
en
cualquier
circunstancia
,
el
medio
de
salir
del
paso
.
Buscará
lo
que
pueda
servir
mejor
,
es
decir
,
procurará
insertarse
en
el
marco
propuesto
.
Se
dirigirá
esencialmente
a
las
re
-
laciones
entre
la
si
tuación
dada
y
los
medios
de
utilizarla
.
6
En
esta
relación
entre
inteligencia
e
ins
-
tinto
,
Bergson
señala
la
importancia
de
la
intuición
en
relación
a
que
:
“
Hay
cosas
que
sólo
la
inteligencia
es
capaz
de
bus
-
car
,
pero
que
,
por
sí
misma
,
no
hallará
jamás
.
Esas
cosas
sólo
las
hallaría
el
in
s
-
tinto
;
pero
éste
nunca
las
busc
ará
.
”
7
Más
adelante
señalará
que
la
lógica
natural
surge
de
un
cierta
geometría
natural
,
es
decir
,
la
que
es
tomada
de
las
pro
-
piedades
percibidas
de
los
sólidos
.
De
esta
lógica
natural
ha
sur
gido
,
a
su
vez
,
l
a
geometría
científica
,
al
extremo
de
que
tanto
geometría
como
lógica
son
aplic
a-
d
a
s
e
s
p
e
c
í
f
i
camente
a
la
materia
.
La
inteligencia
,
según
Bergson
,
es
i
n-
capaz
de
pensar
la
evolución
en
términos
6
ibid
.,
p
.
140
.
5
7
ibid
.,
pp
.
100-01
.
ibid
.,
p
.
141
.
__________________________________________________________________
Laissez
-
Faire
33
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__________________________________________________________________
de
continuidad
o
de
duración
,
ya
que
ésta
es
pura
movilidad
.
Esto
se
debe
a
que
ésta
tiende
a
reconstruir
con
lo
dado
d
e-
jando
escapar
la
novedad
del
momento
y
con
ello
un
aspecto
fundamental
de
la
vida
,
en
tal
sentido
que
la
“
inteligencia
se
caracteriza
por
una
natural
incomprensión
de
la
vida
.”
8
El
instinto
,
por
su
parte
,
procede
de
un
modo
orgánico
,
a
diferencia
de
la
int
e-
ligencia
,
que
se
proyecta
de
un
modo
mecánico
.
Si
fuera
posible
,
nos
dice
Bergson
,
despertar
la
conciencia
que
r
e-
side
en
el
instinto
y
dejarla
manifestars
e
en
forma
de
conocimiento
“
nos
comunicaría
los
más
íntimos
secretos
de
la
vida
,
pues
no
hace
más
que
continuar
el
trabaj
o
mediante
el
cual
la
vida
organiza
la
materia
,
hasta
tal
punto
que
no
podríam
o
s
decir
,
como
muy
a
menudo
se
ha
mostrado
,
dónde
acaba
la
organización
y
dónde
comienza
el
instinto
.
”
9
Sin
embargo
,
Bergson
también
apunta
que
“
u
n
e
s
f
u
erzo
de
esa
índole
no
es
imposible
,
es
lo
que
de
muestra
ya
la
existencia
,
en
el
hombre
,
de
una
facultad
estética
al
lado
de
la
per
-
1
0
cepción
normal
.
”
Estas
reflexiones
se
orientan
a
la
definición
de
un
problema
de
carácter
epi
s-
temológico
,
a
la
vez
que
metafísico
,
en
cuanto
a
que
“
si
la
materia
está
de
acuerdo
con
la
inteligencia
y
la
intuición
lo
está
con
la
vida
,
habrá
que
forzar
a
amb
a
s
para
extraer
de
ellas
la
quintaesenc
ia
de
su
objeto
;
la
metafísica
dependerá
enton-
1
1
ces
de
la
teoría
del
conocimiento
.”
Bergson
agregará
que
las
operaciones
de
la
inteligencia
tienden
a
la
geometría
8
i
b
i
d
.,
pp
.
150
-5
2
.
9
i
b
i
d
.,
pp
.
152
-5
3
.
1
0
i
b
i
d
.,
p
.
162
.
1
1
i
b
i
d
.,
p
.
163
.
como
su
fin
más
acabado
,
pero
esta
geo
-
metría
es
de
carácter
latente
e
inmanente
y
,
en
cierta
forma
,
es
la
que
impulsa
la
actividad
misma
de
la
inteligencia
,
tal
y
como
se
observa
al
considerar
las
dos
funciones
principales
de
la
inteligencia
:
la
deducción
y
la
inducción
.
1
2
Es
así
que
“
nuestras
inducciones
son
ciertas
,
a
nuestro
parecer
,
en
la
exacta
medida
en
que
fundimos
las
diferencias
cualitativas
en
la
homogeneidad
del
espacio
que
las
su
b-
tiende
,
de
manera
que
la
geometría
es
el
límite
ideal
de
nuestras
inducciones
como
1
3
el
de
nuestras
deducciones
.”
Las
citas
anteriores
preparan
el
camino
para
definir
el
punto
central
de
este
recuento
de
la
teoría
bergsoniana
.
Se
ha
mencionado
cómo
Bergson
insiste
en
que
la
explicación
del
orden
del
mundo
y
de
la
vida
,
que
son
temas
metafísicos
,
se
cifra
fundamentalmente
en
una
teoría
del
conocimiento
.
Es
decir
,
que
Bergson
r
e-
conoce
,
por
una
parte
,
un
orden
de
cará
c-
ter
físico
,
cuyo
estudio
es
propio
de
la
ciencia
y
al
cual
tendría
acceso
privilegiado
la
inteligencia
y
,
por
otra
parte
,
existiría
un
orden
vital
al
cual
se
podría
acceder
únicamente
por
medio
de
la
intuición
.
Respecto
al
primero
de
estos
órdenes
,
Bergson
señala
:
Ese
orden
,
al
cual
nuestra
acción
se
adosa
y
en
el
cual
nuestra
inteligencia
se
reconoce
,
nos
parece
maravilloso
.
No
sólo
las
mismas
grandes
causas
producen
los
mismos
efectos
de
conjunto
,
sino
que
,
bajo
las
causas
y
los
efectos
visibles
,
nuestra
ciencia
descubre
una
infinidad
de
cambios
infinitesimales
que
se
in
sertan
cada
vez
más
exactamente
los
unos
en
los
otros
a
medida
que
se
lleva
más
lejos
el
análisis
.
Tanto
que
al
término
de
ese
an
á-
l
i
s
i
s
l
a
mat
e
r
i
a
sería
,
a
nuestro
parecer
,
la
1
2
i
b
i
d
.,
p
.
190
.
1
3
i
b
i
d
.,
p
.
195
.
__________________________________________________________________
Laissez
-
Faire
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