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Marzo  2001

Respuesta a los comentarios

CategoríaMarzo 2001Filosofía

Kenneth W. Stikkers

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__________________________________________________________________ Kenneth Stikkers Respuesta a los Comentarios Muchas gracias al Profesor Moris Polanco por seleccionar mi trabajo como tema para este diálogo y a los distinguidos colaboradores de este número de Laissez- Faire . Me honra y me agrada que la obra en discusión continúe produciendo interés y respuesta de filósofos y de economistas . También agradezco a los colaboradores por reconocer el artículo para lo que fue pensado : un ensayo preliminar , exploratorio en las posibles aplicaciones del método fenomenológico a la economía , tarea comenzada por Georg Simmel en su monumental Filosofía del di nero ( 1907 ) pero no sustancialmente continuada . Más o menos de la misma manera en que Edmund Husserl llamaba la atención sobre una creciente crisis de significado , proveniente de un distanciamiento cada vez mayor entre las experiencias diarias , del mundo-de-la-vida , de una parte , y las descripciones cada vez más formalistas de las ciencias naturales , de otra , yo , como estudiante de las ciencias sociales , había quedado impresionado por el abismo que se había desarrollado entre la vida económica diaria , por una parte , y las explicaciones cada vez más matemáticas de la producción , del intercambio y del consumo ofrecidas por los economistas profesionales . Como le sucedió a Husserl , mis preguntas se referían no a la corrección sino al significado de estos formalismos . ¿ Cuál es el significado de esta riqueza que una nueva economía de mercado globalizada se enorgullecía de producir ? ¿ Qué significaban los números grandes e . g ., producto interno bruto per cápita en términos de las realidades diarias , del mundo-de-la-vida de la gente ? Simplemente , no era tan obvio para como parecía serlo para mis colegas economistas . Esas mismas preguntas aún me causan perplejidad , pero ahora las veo de una manera un tanto diferente . Por consiguiente , ya que el ensayo en discusión era un esfuerzo temprano , preliminar , de pensar sobre la relación entre las experiencias concretas del mundo-de-la-vida y las descripciones formalizadas que ofrece la ciencia económica , centrándose en lo que consideré como los tres conceptos angulares de la economía (“ escasez ,” mercado y valor ”), será más productivo , creo , responder a mis comentaristas en términos de hacia dónde me ha llevado ese esfuerzo inicial , de qué es lo que aún sostengo de mis intuiciones tempranas , y dónde he cambiado de parecer . De hecho , en respuesta a algunas de las críticas apelaré simplemente a la novedad del proyecto . Por ejemplo , el Profesor Salazar me recrimina por moverme demasiado libremente a través de una amplia gama de fuentes fenomenológicas clásicas , más notablemente Husserl , Heidegger ( temprano y tardío ) y Scheler , en cuanto ellos satisfacían propósitos particulares pero sin prestar mayor atención a cómo cada de estos pensadores conduce a líneas muy diversas de análisis . El punto es correcto , pero si mi ensayo incita a otros , tales co- __________________________________________________________________ Laissez-Faire 53
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__________________________________________________________________ mo el Profesor Salazar , a explorar con mayor precisión las diferencias mencionadas , estaría muy complacido . Al presentar mi trabajo a filósofos y economistas , me ha sorprendido ver las diversas respuestas que mis ideas han provocado en estos dos grupos de profesionales , especialmente por el hecho de que algunas aseveraciones aceptadas como no-controversiales en un campo provocan la crítica más vehemente en el otro . Tal ha sido el caso con mi análisis de la noción de la escasez ”: los fenomenólogos familiares con la noción de Heidegger del Dasein como ser-para-lamuerte han aceptado generalmente lo señalado , pero los economistas han tratado mis afirmaciones a este respecto como el colmo de la blasfemia económica ; de hecho , las respuestas viscerales que recibí de algunos economistas en este punto lograron convencerme de que había divulgado algo importante que necesitaba investigación adicional . Por lo tanto , no me sorprendió que el Dr . Schmiesing deseara desafiarme en este punto . Admito que mi formulación temprana de este punto no era tan clara y coherente como hubiera deseado que fuera , pero , no obstante , sostengo mi afirmación central respecto a ella : que la noción económica de la escasez encubre la humana proyectando sobre ella una naturaleza objetivada . Permítaseme corregir varias de las interpretaciones erróneas de mi posición . Primero , ¿ qué es lo que digo que conduce al Dr . Schmiesing a imaginar que deseo que la finitud humana no sea un hecho ? Por el contrario , sigo explícitamente a Heidegger en fundamentar nuestra misma capacidad de cuidar , la llamada de la conciencia ,” en tal finitud , una capacidad a la que desde luego no deseo renunciar . En segundo lugar , no lamento en este ensayo el hecho de que los economistas funcionen bajo la premisa de la escasez ,” sino que me opongo a su tendencia a tratar la escasez como cualidad objetiva de la naturaleza . Schmiesing me acusa de atacar una posición acomodada a mi beneficio , pero , de hecho , la respuesta más frecuente que he recibido de los economistas en este punto es pero la escasez realmente es un hecho de la naturaleza .” Schmiesing no es culpable de esta ingenuidad , que es un indicativo de la ingenuidad que Husserl atribuyó al cientificismo moderno , pero parece apreciar mi punto de que la escasez pertenece a la relación entre los deseos humanos y su mundo . Sin embargo , y como tercera respuesta a Schmiesing en este punto , los libros de texto del mainstream economics simplemente no identifican escasez con el reconocimiento de la finitud de la existencia humana ,” como sostiene Schmiesing , sino que por el contrario utilizan el término como sinónimo de la tan repetida frase de Hobbes la tacañaería de la naturaleza .” De hecho , el así llamado problema económico de que hablan los libros de texto convencionales se describe regularmente en términos de una naturaleza finita que no satisface deseos humanos infinitos : el supuesto es que los seres humanos nunca pueden tener suficiente , e incluso que el desarrollo económico exige que nunca debemos tener suficiente . La escasez del tiempo no se aproxima a la finitud humana ,” como Schmeising afirma , sino que , al contrario , es solamente una objetivación más , incluso una cosificación [ commod i f i cat ion ] del tiempo , lo cual sirve aun más para encubrir nuestro ser-para-lamuerte : la finitud no es algo que simplemente se pueda manejar o economizar , como el tiempo ( objetivado ), sino lo que más radicalmente nos llama a la conciencia . Mi punto con respecto a la escasez en este ensayo era simplemente que atri- __________________________________________________________________ Laissez-Faire 53
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__________________________________________________________________ buirle una naturaleza objetivada sirve como justificación para las orgías contemporáneas del consumo , que Thorstein Veblen llamó el consumo visible ,” y constituye una forma de negación de la muerte , una hubris que procede de la ausencia del sentido del límite . Al contrario de Schmiesing , el Profesor Crespo parece fácilmente aceptar mis afirmaciones a este respeto , y veo con simpatía su contribución , en la cual nos recuerda el sentido del límite que impregna el tratamiento que Aristóteles hace del mismo . Aristóteles , de hecho , proporciona un contrapunto de gran alcance a los supuestos económicos contemporáneas con respecto a los deseos humanos ilimitados y al crecimiento económico ilimitado , y uno de los resultados inmediatos de escribir el ensayo que se discute fue que volví a Aristóteles con interés y aprecio aumentados [ ver mi Goals , Values , and Community in the Social Economy ,” Forum for Social Economics 17 ( Primavera 1988 ): 1-12 ]. Desde entonces he contrastado la noción contemporánea de abundancia ilimitada y de desarrollo económico con la noción , tomada de Aristóteles , de la abundancia apropiada .” Como señala Crespo , la o i k o n om i a no es , para Aristóteles , igual que crematística ,” o apropiación ilimitada de recursos : la meta de la economía no es acumulación sin fin sino la adquisición del tipo y de la cantidad de mercancías materiales que sean apropiadas para la excelencia del carácter humano ( e u d a i m o n i a ). Además , Aristóteles desafía a los economistas actuales a pensar seriamente como él y los economistas hasta hace relativamente poco han hecho sobre la relación entre bienestar económico y crecimiento , por una parte , y bienestar humano y crecimiento . Mis estudiantes de doctorado de economía se quejan , sin embargo , cuando pido que se ocupen de esa cuestión , y un colega economista incluso me aconsejó ¡ que no hiciera preguntas tan difíciles ! Pero si los economistas son incapaces de aportar sabiduría sobre este problema que considero como el más fundamental de los problemas económicos entonces hasta sus herramientas econométricas más sofisticadas seguirán siendo huecas y vacías de significado . Seguramente el reciente interés en Aristóteles entre los economistas es uno de los progresos más prometedores en esta disciplina , y convengo con Schmiesing que conceder el Premio Nobel a Amartya Sen quien ha conducido esta recuperación de Aristóteles entre los economistas con su modelo de las capacidades del desarrollo económico basado en una noción aristotélica de e u d a i m onia es una evidencia del cambio significativo en el estudio de la economía . Sin embargo , justamente este semestre , cuando en mi seminario de postgrado de historia del pensamiento económico introduje a Sen para ilustrar la importancia contemporánea de las teorías económicas de Aristóteles , los estudiantes precisaron rápidamente que la corriente principal de la profesión no lo acepta , a pesar del Nobel ( al menos en los Estados Unidos ). Aunque todavía sostengo que representar la escasez como cualidad objetiva de la naturaleza y la sanción que este supuesto parece dar a la adquisición y al consumo sin fin es una forma de negación de la muerte , una negación de los límites , mi énfasis ha cambiado . En su lugar , me llama más la atención cómo la experiencia del mundo en términos de la escasez contrasta agudamente con una sensibilidad opuesta , que ha fundamentado las economías de grandes porciones de la población del mundo por siglos : la experiencia del mundo en términos de plenitud . En muchas ( la mayoría ) de las culturas tradicionales , la producción y el intercambio económicos encajan en un __________________________________________________________________ Laissez-Faire 53
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__________________________________________________________________ sistema de tradiciones y de prácticas culturales , incluyendo las celebraciones religiosas de la abundancia de la naturaleza , arraigado en el asombro metafísico y en un sentido de la gratitud por la vida como regalo , más que como un derecho . En las economías de tales culturas , las mercancías y los servicios circulan sobre la base de la gratitud y la generosidad . En suma , la experiencia de la naturaleza en términos de escasez o de tacañería es completamente ajena a tales culturas , contrariamente a la frecuente pretensión de la economía de ser una ciencia universal . En otro lugar he contrastado lo que llamo las economías del regalo y de acción de gracias con las economías de la escasez y de la adquisición [ ver mi artículo Moral Sensibilities for the Social Economy ,” Review of Social Economy 51 ( invierno 1993 ): 441-54 ]. La diferencia entre estas dos formas de economía no es simplemente teórica sino que proviene de disposiciones ontológicas fundamentalmente diferentes , que he llamado las sensibilidades pre-teóricas hacia el mundo ,” lo que Ernst Cassirer llamó sentimientos hacia el mundo .” De esta forma , no es posible sostener que una perspectiva es la correcta y la otra incorrecta ,” porque cualquier teoría o argumento presupone una de ellas . Debido a que en el artículo en discusión apunté ya hacia algo pre-teorético , y por lo tanto presupuesto por cualquier discusión con respecto a política económica , Schmiesing me malinterpreta por completo , como hacen varios economistas que han hecho la misma crítica , cuando me critica por fallar en proponer una solución adecuada .” ¿ Qué podría considerarse como una solución adecuada ”? Intento proporcionar algo mucho más profundo que la mera solución a un problema : esas sensibilidades ontológicas desde las cuales podría surgir el pensamiento en las nuevas posibilidades de enriquecer nuestro sentido de qué constituye vida económica significativa , teóricamente y prácticamente . Una solución adecuada exigiría al parecer , para Schmiesing , una visión concreta de un ordenamiento económico que sustituiría al capitalismo sin caer en el totalitarismo . Por extrañas razones él y Bolaños consideran mi análisis como un ataque contra el capitalismo del mercado , que ambos parecen ansiosos de defender contra cualquier clase de socialismo , y parece que ambos suponen que cualquier alternativa al capitalismo sería una forma de autoritarismo . Creo sin embargo que yo , como Max Weber , claramente distingo la perversión de valores , identificada a menudo con la burguesía de la que Schmiesing es también crítico , del sistema económico del capitalismo , que a veces (¿ a menudo ?) ha albergado esa perversión . Como he dicho en el artículo en discusión y en otra parte , esa perversión de valores , sea llamada el espíritu del capitalismo o el ethos de la burguesía ,” puede también prosperar en socialismos de varios tipos . De hecho , el Profesor Fontrodona , interesantemente , interpretó mis observaciones con respecto al valor en la economía como una crítica dirigida sobre todo contra el marxismo , no contra el capitalismo , y no tengo objeción inmediata a su sugerencia de que puede haber un modo de entender el capitalismo que sea coherente con el respeto de la dignidad humana .” Una vez más debo insistir en que estoy procurando llegar a esas sensibilidades que fundamentan cualquier clase de modelo económico , que puede ser luego clasificado como capitalista o socialista ,” y de esa forma ayudar a liberar el pensamiento económico de una imaginación empobrecida , que , en los Estados Unidos al menos , parece tan incapaz de un pensamiento que vaya más allá de la falsa dicotomía __________________________________________________________________ Laissez-Faire 53
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