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Marzo  1999

Orden espontáneo y ética: una sugerencia

CategoríaMarzo 1999Política

Antonio Argandoña R.

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Antonio Argandoña Rámiz Orden Espontáneo y Etica : Una Sugerencia El oficio académico nos obliga a someter la investigación que llevamos a cabo a los comentarios y críticas de nuestros colegas . De este modo , la competencia intelectual en el mercado de las ideas hace avanzar la ciencia y nos obliga a mejorar continuamente en nuestra labor y a desarrollar nuestras capacidades , empezando por el sano acto de humildad a que nos lleva la constatación de nuestros errores . Por ello , agradezco sinceramente a Julio César De León , Clynton López y Moris Polanco sus comentarios , y a Laissez- Faire la oportunidad de volver sobre mis puntos de vista , para aportar otro grano de arena a la cuestión de los fundamentos de la concepción liberal de la economía . Antes de entrar en materia , me gustaría dejar claro que siento por la persona y las ideas de Hayek un profundo respeto y admiración , y que participo plenamente de muchos de sus diagnósticos y recomendaciones . Cuando escribí el artículo que ha dado origen a esta controversia ( Argandoña 1991a ), mi propósito era superar algunas limitaciones de su modelo , precisamente porque lo considero como la alternativa más prometedora hoy existente a la teoría económica neoclásica y a las políticas económicas fundadas en ella . Y ese mismo espíritu preside esta réplica . Antonio Argandoña Rámiz es profesor ordinario y titular de la cátedra " Economía y Etica ." lESE-Intemational Gradúate School of Management , Universidad de Navarra . La crítica a La fatal arrogancia ( Hayek 1990 ) que intenté en mi artículo no se fundaba en la economía neoclásica , en la que fui educado , sino en la filosofía realista . A juzgar por las críticas recogidas en las páginas precedentes , parece que no tuve demasiado éxito en mi intento de convencer a mis lectores de que era necesario y posible ir más allá de los supuestos hayekianos , para dar a su obra toda la potencia que contiene y liberarla de algunas limitaciones que entonces me parecieron patentes , y que me llevaron a un lenguaje quizás demasiado " agresivo ." ' Poco después , leyendo a Maclntyre ( 1992 ), entendí que la superación de un paradigma científico no se puede hacer " desde fuera ," porque sus creencias , argumentos y tesis no se pueden comprender desde términos ajenos al mismo ; incluso los problemas que se plantean son distintos . ^ Pero tampoco se puede hacer " desde dentro ," si se trata de abandonar algunos supuestos básicos del paradigma . Hace falta , pues , " alguien que viva en ambos esquemas conceptuales alternativos , que conozca y sea capaz de hablar el lenguaje de cada uno desde dentro , que haya llegado a ser , por decirlo así , un hablante nativo con dos lenguas primeras " ( Maclntyre 1992 , 151-52 ). Sería presuntuoso por mi parte arrogarme esa condición de " habitante de frontera ," como llama Maclntyre a los renovadores de paradigmas científicos . No obstante , voy a intentar una aproxima- Laissez-Faire 40
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ción al pensamiento austríaco , para luego señalar sus limitaciones y sugerir cómo se puede mejorar . Debo pedir perdón al lector , ya desde el comienzo , si no he sabido interpretar suficientemente la riqueza y los detalles de ese pensamiento , y las peculiaridades de los diferentes autores ( y , en concreto , de Hayek ), empezando por los probables malos usos de la terminología , que muestran que soy , al menos en parte , un " outsider ." Expondré primero una síntesis de lo que me parece son las tesis teóricas centrales de la escuela austríaca , alrededor de dos temas : la teoría de la acción y la teoría del orden espontáneo . Luego propondré las ampliaciones y cambios que convendría llevar a cabo , alrededor de tres apartados : la teoría de la acción , el papel de la ética y la teoría del orden espontáneo . Finalmente , discutiré las posibilidades de llevar a cabo lo que propongo , al tiempo que comento algunas de las críticas dirigidas a mi artículo , para acabar con unas breves conclusiones . La teoría austríaca La teoría de la acción El objetivo declarado de los autores que nos ocupan es elaborar una teoría de la acción humana . El punto de partida son las necesidades . Sólo el individuo conoce sus necesidades ( de aquí arranca el individualismo metodológico "); la sociedad influye , sin duda , en la aparición de las mismas ( y , por supuesto , en su satisfacción a través del intercambio ), pero las necesidades son un fenómeno subjetivo . Una acción se especifica por el fin , los motivos , el conocimiento y la eficacia transformadora . ^ El fin ( subjetivo ) de la acción es la safisfacción de las necesidades ( o , en términos más amplios , el paso de una situación subjetivamente peor a otra mejor ). Los agentes tienen valores distintos , numerosos y cambiantes ( económicos , éticos , estéticos , políticos , etc .), que se traducen en una gran variedad de fines^ ; en todo caso , no hay valores incondicionales . No importa cuáles sean los fines ( egoístas o altruistas , individuales o sociales , económicos , estéticos o políticos , etc .), la estructura de la acción es siempre la misma : de ahí el propósito de enunciar una teoría general de la acción . Lo que antes he llamado el " paradigma " austríaco no es un cuerpo de doctrina único . Aunque tienen muchos elementos comunes , las teorías de Menger , Wieser , Bóhm-Bawerk , Mises , Hayek y sus seguidores presentan no pocas diferencias , que aquí omitiré , para intentar una explicación no diferenciada ( y que , por tanto , es probable que no haga justicia a ninguno de ellos ). ^ La descripción de la teoría austríaca , necesariamente esquemática y sin el acompañamiento de referencias y explicaciones justificativas , podría ser la siguiente . El motivo ( o motivos ) de la acción es lo que impulsa a ponerla en marcha para conseguir el resultado deseado , que será una determinada respuesta del entorno ( el resultado esperado es el relevante , y no tiene por qué coincidir con el que efectivamente se produce ; esto dependerá de factores como la ignorancia y , por tanto , de la estructura institucional de la sociedad ). ^ La acción puede tener muchos efectos , en función de los valores del agente , pero como científicamente no podemos decir nada de dichos valores , sólo son relevantes los efectos extrínsecos ( el impacto sobre el entorno y la respuesta de este ) ya mencionados . De ahí que sólo consideren un tipo de motivos . Laissez-Faire41
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El conocimiento ocupa un lugar central en la teoría austríaca de la acción . Incluye el conocimiento que cada agente ( y nadie más ) tiene de sus fines ( lo que quiere hacer ) y de la capacidad de los bienes escasos que están o podrían estar a su disposición para satisfacer sus necesidades ( lo que puede hacer ). ^ El conocimiento es , en todo caso , provisional y mejorable , disperso , no se puede inventariar y , a menudo , no se sabe ni siquiera que se tiene . La clave de la organización de la sociedad abierta estará , precisamente , en la movilización de ese conocimiento a través del mercado ( Hayek 1945 ); aquí aparece la figura del emprendedor . La eficacia transformadora de la acción dependerá de la adecuación de la elección de los medios para la consecución del fin , lo que , a su vez , dependerá del marco institucional en que los agentes llevan a cabo sus elecciones . En la acción , el agente cambia 'el entorno : la acción es esencialmente dinámica ; de ahí que no quepa hablar de un equilibrio ( en el sentido neoclásico del término ). El papel del emprendedor consiste , precisamente , en fomentar las acciones innovadoras que provocarán nuevos cambios y que conducirán a los agentes individuales a la mejor satisfacción de sus necesidades . La acción colectiva ( en el ámbito de las interacciones ) se fundamenta , en última instancia , en la lógica de la acción individual ( individualismo metodológico ) La acción es , pues , una decisión sobre los medios ( escasos ) adecuados para la consecución de fines ( no dados , ni estáticos , ni inventariables ). El agente otorga valor a la satisfacción de necesidades , y ese valor se proyecta sobre los bienes que las satisfacen ( teoría subjetiva del valor ); propiamente hablando , el valor está en la relación entre necesidad y bien ( utilidad marginal ). ^ La acción es , pues , la que satisface las necesidades y , al hacerlo , crea valor ( subjetivo ) para el agente . Por eso está en el arranque de la teoría que comentamos . En síntesis , en la teoría de la acción de los austríacos encontramos , primero , unos fines subjetivos puestos libremente por el agente ; segundo , un motivo ( que he calificado de extrínseco ), dirigido a la consecución de unos determinados resultados en el entorno , como consecuencia de la acción ; tercero , un conocimiento también subjetivo , disperso entre numerosos agentes ; y cuarto , una eficacia transformadora condicionada por el marco institucional . De estos cuatro factores , la clave diferenciadora de la escuela me parece que se encuentra en el tercero y en el cuarto ; es ahí donde su superioridad sobre el esquema neoclásico es patente , y donde se fundamenta su doctrina política liberal . Pero esto nos lleva a otro nivel de análisis : el del orden social . El orden espontáneo La acción que acabamos de describir es ' ° racional , pero se trata de una racionalidad formal o en cuanto a fines { Zweckrationalitát ), no de una racionalidad sustantiva o en cuanto a valores { Wertrationalitat ). Esta última viene determinada por la creencia consciente en el valor de una conducta , sin relación alguna con el resultado , mientras que la primera viene dada por la expectativa del resultado , es decir , del comportamiento del mundo exterior ( de otros agentes , en definitiva ), en función de los fines planteados . De este modo , la racionalidad económica permite explicar la emergencia de un orden objetivo ( espontáneo ) a partir de acciones individuales inspiradas en fines subjetivos y conocimientos limitados . " El individualismo metodológico parte de una concepción de los indi- Laissez-Faire 42
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viduos como entidades enteramente sociales , y concibe las instituciones como el resultado no intencionado de acciones humanas que se proponen resolver problemas con los instrumentos limitados del conocimiento " ( Cubeddu 1995 , 132 ). El resultado es que las conductas de los demás resultan suficientemente predecibles como para que la búsqueda de los fines subjetivos de cada agente no sólo no degenere en caos , sino que , de hecho , conduzca a un proceso en el que se puedan satisfacer cada vez más y mejor las necesidades de más personas , que podrán cumplir mejor sus fines gracias a las acciones de otras personas a las que nunca llegarán a conocer . Ese orden social resulta de la dispersión de los conocimientos y de la racionalidad económica antes explicada , en un marco institucional en el que la competencia empuja a los agentes a encontrar nuevos medios para satisfacer las necesidades y a imitar a los que han tenido éxito en esa tarea , para lo cual es necesaria la libertad ( entendida como libertad de coacción frente a los demás y frente al Estado ), de modo que cada uno pueda responder a los estímulos cambiantes con entera autonomía , iniciativa y espontaneidad . De este modo tiene lugar la evolución social o cultural de las instituciones ( y de la razón , según Hayek 1990 ), como resultado de conductas deliberadas pero no dirigidas a un fin determinado . La distinción entre racionalidades llevada a cabo más arriba nos lleva a otra conclusión importante : la economía ( teoría de la acción ) aquí formulada alcanza una autonomía plena respecto de la ética . Esto ocurre , primero , en el plano personal . La acción trata del uso eficiente de los medios para conseguir no importa qué fines . No hay , pues , razón alguna para imponer al agente normas morales . Pero , además , aquella autonomía se manifiesta también en el plano interpersonal . Si la ética es irrelevante para la acción humana , ¿ por qué debería serlo para la suma e interacción de esas acciones en el mercado ? Si sólo se justificaría en el plano de los valores individuales , ¿ qué sentido tendría la imposición de una escala única de valores , en el plano social ? Las respuestas negativas a esas preguntas no afectan sólo a las relaciones entre ética y economía , sino que inspiran toda la filosofía social hayekiana , como ya hemos apuntado . Un orden espontáneo se caracterizará por la pluralidad de valores , la ausencia de mecanismos ( coactivos o de negociación ) establecidos para formular objetivos comunes en la acción colectiva , y el establecimiento de reglas abstractas , válidas para todos , que hagan posible que todos consigan alcanzar sus fines porque sólo pretenden mejorar las oportunidades abiertas a cada uno . Ni siquiera se pretende encontrar el mejor orden posible , sino sólo aquel que , una vez elegido , hace posible la evolución social más beneficiosa para el conjunto ( evolución que nadie conoce , ni puede predecir ni , por tanto , dirigir ). Ahí no hace falta , pues , la ética . Hasta aquí , una síntesis , necesariamente incompleta , de las tesis principales de la escuela austríaca . Ahora entraremos en su crítica . Una alternativa a la teoría austríaca La ampliación de la teoría de la acción Volvamos a la teoría de la acción humana , que debe seguir siendo el punto de partida del análisis económico ." Mantengamos ( por ahora ) los supuestos sobre los fines y la información , y supongamos que toda acción tiene tres tipos de efectos o resultados . El primero Laissez-Faire 43
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