| Orden espontáneo y ética: La moral en La Fatal Arrogancia de F.A. Hayek | | | |
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Antonio
Argandoña
Rámiz
Orden
Espontáneo
y
Etica
:
La
Moral
en
La
fatal
arrogancia^
de
F
.
A
.
Hayek
La
fatal
arrogancia
,
^
la
última
obra
del
Premio
Nobel
de
Economía
F
.
A
.
Hayek
,
promete
ser
un
libro
que
causará
revuelo
,
como
lo
produjeron
en
su
día
otros
escritos
suyos
.
Mi
propósito
en
este
artículo
es
contribuir
a
la
polémica
alrededor
de
un
tema
que
parece
central
en
el
pensamiento
de
Hayek
,
pero
que
,
en
mi
opinión
,
está
mal
enfocado
:
el
del
papel
de
la
ética
en
un
orden
extenso
—
esto
es
,
en
sociedades
complejas
como
las
de
los
actuales
países
avanzados
,
organizadas
sobre
instituciones
como
el
mercado
,
que
son
fruto
de
la
acción
del
hombre
pero
no
de
su
diseño
ni
de
su
intencionalidad
.
Hayek
sostiene
que
la
existencia
de
ciertas
instituciones
que
califica
de
morales
,
como
la
propiedad
plural
—
que
es
como
prefiere
llamar
a
la
propiedad
privada
—
y
la
familia
es
imprescindible
para
la
existencia
del
orden
extenso
y
de
la
economía
de
mercado
.
Las
sociedades
primitivas
,
de
ámbito
muy
limitado
,
se
basan
en
el
instinto
,
que
conduce
a
actitudes
de
solidaridad
y
altruismo
que
,
a
juicio
de
Hayek
,
son
incompatibles
con
aquel
orden
extenso
.
Cuando
una
población
crece
debe
despojarse
de
aquellos
instintos
—
que
pueden
quedar
relegados
,
a
lo
más
,
a
un
ámbito
privado
o
reducido
—
y
adoptar
unas
nuevas
instituciones
morales
que
permitan
una
mayor
diversidad
en
los
agentes
,
la
generación
de
elevados
volúmenes
de
información
y
un
intercambio
mayor
de
bienes
y
servicios
,
base
necesaria
para
la
prosperidad
y
aun
para
la
supervivencia
de
la
sociedad
extensa
.
Hayek
se
pregunta
cómo
surgen
esas
instituciones
.
No
del
instinto
—
dice
—
,
que
deben
superar
.
Niega
también
que
sean
una
construcción
de
la
razón
,
porque
ésta
tiene
un
ámbito
limitado
y
es
incapaz
de
recoger
y
ordenar
aquel
elevado
volumen
de
información
,
dispersa
en
la
mente
de
miles
de
agentes
y
a
menudo
implícita
y
aun
desconocida
por
ellos
.
Por
tanto
,
excluidos
los
instintos
y
la
razón
,
sólo
queda
la
evolución
,
pero
no
la
evolución
biológica
,
al
sino
una
evolución
social
que
actúa
por
tradición
e
imitación
.
Las
piezas
del
argumento
hayekiano
estaban
ya
explicitadas
en
sus
obras
anteriores
:
el
orden
extenso
y
espontáneo
,
la
economía
de
mercado
como
instrumento
para
el
manejo
y
acumulación
de
Antonio
Argandoña
Rámiz
,
Doctor
en
Ciencias
Económicas
por
la
Universidad
de
Barcelona
,
es
Profesor
Ordinario
del
lESE-International
Gradúate
School
of
Management
,
Universidad
de
Navarra
.
Es
miembro
de
la
Mont
Pelerin
Society
,
y
autor
de
numerosos
libros
y
artículos
.
Este
ensayo
aparece
por
primera
vez
en
Cuadernos
del
Pensamiento
Liberal
,
12
(
Abril
1991
):
33-47
©
1991
Unión
Editorial
,
S
.
A
.,
reproducido
con
autorización
del
Editor
.
Laissez-Faire
2
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=laissezfaire10_2.pdf&rsargs[]=1
información
,
la
necesidad
de
unas
instituciones
que
posibiliten
el
orden
del
mercado
,
su
rechazo
del
altruismo
y
de
la
solidaridad
,
su
crítica
al
constructivismo
socialista
,
etc
.
Faltaba
dar
unidad
a
ese
esquema
,
y
eso
es
lo
que
,
en
definitiva
,
pretende
La
fatal
arrogancia
al
introducir
la
evolución
social
.
Y
me
parece
que
ahí
radica
su
punto
débil
.
En
este
artículo
empezaré
explicando
el
pensamiento
de
Hayek
acerca
de
las
normas
morales
tradicionales
y
sus
caracteres
,
y
cómo
,
según
él
,
no
proceden
de
los
instintos
,
ni
de
la
razón
,
sino
de
la
evolución
social
.
Seguidamente
volveré
a
revisar
esas
mismas
etapas
del
pensamiento
hayekiano
para
efectuar
su
crítica
,
llegando
finalmente
a
las
conclusiones
.
Los
hábitos
morales
"
Vivimos
en
una
sociedad
civilizada
porque
hemos
llegado
a
asumir
,
de
forma
no
deliberada
,
determinados
hábitos
heredados
de
carácter
fundamentalmente
moral
,
muchos
de
los
cuales
han
resultado
siempre
poco
gratos
al
ser
humano
—
y
sobre
cuya
validez
e
intrínseca
eficacia
nada
sabía
"
(
33
;
énfasis
en
el
original
).
Se
trata
de
"
normas
morales
transmitidas
por
tradición
—
normas
sobre
las
que
el
orden
del
mercado
descansa
"
—
cuya
existencia
"
es
lo
que
permite
generar
y
utilizar
un
volumen
de
información
y
recursos
mayor
del
que
pudiera
poner
al
alcance
de
la
comunidad
una
economía
centralmente
planificada
"(
34
).
Esas
instituciones
,
hábitos
o
normas
presentan
algunos
caracteres
básicos
:
1
)
Son
esencialmente
morales
(
33
).
Aunque
Hayek
no
llega
a
definir
en
qué
sentido
lo
son
,
parece
referirse
a
sus
efectos
o
resultados
positivos
,
posibilitando
el
sostenimiento
de
una
población
creciente
con
un
nivel
de
vida
más
elevado
—
un
criterio
que
,
estrictamente
hablando
,
es
económico
,
pero
no
ético
,
salvo
con
un
criterio
consecuencialista
.
^
2
)
Se
aceptan
de
forma
no
deliberada
(
33
),
porque
los
agentes
económicos
no
las
entienden
,
e
incluso
les
resultan
difíciles
y
molestas
de
cumplir
(
45
).
3
)
En
frase
de
Hume
,
que
Hayek
recoge
,
"
las
normas
morales
...
no
derivan
de
la
razón'X37y
,
"
surgieron
al
compás
de
la
razón
,
pero
no
como
productos
de
esta
misma
"(
39
).
4
)
Tampoco
derivan
del
instinto
,
al
que
tratan
de
sustituir
.
Por
eso
afirma
Hayek
que
están
''entre
el
instinto
y
la
razón
""
(
41
).
5
)
"
Surgen
como
parte
de
un
proceso
evolutivo
inconsciente
de
autoorganización
de
una
estructura
o
un
modelo
"
(
37
).
Son
,
pues
,
esquemas
heredados
(
33
),
transmitidos
por
tradición
(
34
,
42
)
y
aceptados
por
cada
agente
por
imitación
y
aprendizaje
(
42
,
47
).
6
)
No
tienen
,
por
tanto
,
validez
universal
.
^
7
)
Su
función
es
servir
de
soporte
al
orden
del
mercado
,
generando
un
elevado
volumen
de
información
y
recursos
que
permitan
,
como
ya
he
dicho
antes
,
sostener
y
elevar
el
nivel
de
vida
de
un
número
cada
vez
mayor
de
personas
(
34
).
Y
en
la
medida
en
que
la
desaparición
del
orden
de
mercado
supondría
la
miseria
y
la
ruina
para
la
sociedad
,
aquellas
instituciones
resultan
absolutamente
necesarias
.
Hayek
no
da
en
ningún
momento
una
relación
de
cuáles
son
esas
instituciones
o
normas
,
sino
que
las
deja
indeterminadas
,
mencionando
frecuentemente
la
propiedad
plural
,
la
familia
,
y
también
la
libertad
y
la
justicia
(
59
)
(
aunque
estas
últi-
Laissez-Faire
3
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o
mas
difícilmente
podrían
catalogarse
como
instituciones
).
Instintos
vs
.
normas
éticas
Hayek
señala
que
el
hombre
empezó
a
organizarse
en
grupos
reducidos
,
cuyas
relaciones
mutuas
se
basaban
en
instintos
genéticamente
adquiridos
(
41-42
),
entre
los
que
menciona
el
altruismo
,
la
solidaridad
y
la
toma
centralizada
de
decisiones
por
una
autoridad
en
el
seno
del
grupo
(
122-23
).
En
aquellas
sociedades
reducidas
,
ese
fundamento
de
la
conducta
parecía
el
más
adecuado
para
la
supervivencia
en
una
economía
cerrada
y
sin
perspectivas
de
crecimiento
.
Pero
en
cuanto
surgieron
posibilidades
de
relación
con
otros
grupos
humanos
,
aquellos
instintos
se
convirtieron
en
limitaciones
a
la
ampliación
de
la
convivencia
,
a
la
difusión
del
conocimiento
,
a
la
diversidad
de
personas
y
,
por
tanto
,
a
la
posibilidad
de
división
del
trabajo
y
especialización
;
limitaciones
,
en
fín
,
al
crecimiento
de
la
población
y
de
su
nivel
de
vida
(
122-23
).
De
ahí
que
en
una
sociedad
extensa
,
esos
instintos
resulten
no
sólo
innecesarios
,
sino
nocivos
e
incluso
inmorales
."*
El
orden
extenso
debe
basarse
,
pues
,
en
normas
reguladoras
impersonales
;
'
que
"
constituyen
una
nueva
y
diferente
moral
"
(
43
).
Deben
ser
normas
impersonales
,
en
primer
lugar
,
porque
en
una
sociedad
extensa
uno
no
trabaja
pensando
en
el
bien
de
la
persona
concreta
a
la
que
beneficiará
su
esfuerzo
,
ni
conoce
a
quién
o
quiénes
llegarán
los
bienes
y
servicios
que
produce
;
y
,
en
segundo
lugar
,
porque
hace
falta
la
cooperación
anónima
,
impersonal
,
de
muchos
miles
de
personas
dispersas
por
todo
el
mundo
para
obtener
cualquier
bien
o
servicio
.
Las
relaciones
personales
pierden
importancia
en
la
sociedad
extensa
,
y
eso
es
precisamente
lo
que
permite
su
supervivencia
:
si
todos
actuásemos
siempre
con
espíritu
de
solidaridad
y
altruismo
,
sugiere
Hayek
,
agotaríamos
rápidamente
las
posibilidades
de
nuestra
sociedad
avanzada
y
volveríamos
a
la
miseria
de
la
tribu
(
44
).
^
Razón
y
normas
morales
Esas
normas
morales
,
necesarias
para
la
sociedad
extensa
,
no
pueden
basarse
en
la
razón
.
Hayek
no
ofrece
un
sustento
sólido
a
esta
tesis
,
como
veremos
luego
,
sino
que
se
deja
llevar
más
bien
por
su
temor
al
constructivismo
,
a
aquella
actitud
que
supone
que
la
razón
es
capaz
de
aprehender
en
toda
su
riqueza
los
procesos
naturales
y
sociales
y
que
,
por
tanto
,
sugiere
que
una
mente
humana
es
capaz
de
diseñar
un
orden
perfecto
—
por
lo
menos
,
de
mejorar
el
orden
existente
.
Si
las
normas
morales
las
pudiese
captar
la
razón
,
la
tesis
constructivista
—
el
socialismo
,
en
definitiva
,
según
Hayek
—
sería
admisible
,
y
el
mercado
sería
mejorable
por
la
actuación
de
las
autoridades
,
o
incluso
se
le
podría
sustituir
por
una
oficina
de
planificación
central
.
Pero
esto
es
algo
que
quedó
descartado
desde
antiguo
,
por
obra
,
entre
otros
,
del
propio
Hayek
.
Es
imposible
que
la
mente
de
un
experto
o
de
un
político
,
o
el
conjunto
de
mentes
de
los
miembros
de
una
oficina
de
planificación
,
capten
toda
la
riqueza
de
la
información
dispersa
entre
miles
de
sujetos
,
información
a
menudo
implícita
,
siempre
cambiante
,
que
no
se
puede
definir
a
priori
,
y
cuya
creación
exige
un
conjunto
de
incentivos
que
no
pueden
ser
nunca
los
del
planificador
,
ni
provistos
por
éste
.
Por
Laissez-Faire
4
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—
tanto
,
el
mercado
—
y
el
orden
extenso
no
lo
ha
diseñado
el
hombre
,
porque
escapa
de
las
posibilidades
de
su
razón
.
De
ahí
concluye
Hayek
que
los
fundamentos
de
ese
orden
extenso
,
a
saber
,
las
normas
morales
en
que
se
basa
,
no
pueden
proceder
del
diseño
de
la
razón
.
Esta
queda
desbancada
como
"
arbitro
supremo
"
(
55
)
de
la
vida
humana
,
al
no
poder
crear
normas
morales
(
44
),
en
contra
de
la
pretensión
constructivista
,
de
la
fatal
arrogancia
del
socialismo
(
1
18-19
).
Esto
es
así
porque
,
según
Hayek
,
la
razón
procede
de
la
evolución
social
:
"
El
hombre
no
viene
al
mundo
dotado
de
sabiduría
,
racionalidad
y
bondad
:
es
preciso
enseñárselas
,
debe
aprenderlas
"
(
55
)
mediante
un
proceso
de
aprendizaje
e
imitación
.
"
Nuestra
capacidad
racional
,
lejos
de
ser
una
realidad
innata
,
es
fruto
del
aprendizaje
"
(
102
);
"
la
mente
no
es
guía
,
smo
más
bien
producto
de
la
evolución
cultural
,
y
se
basa
más
en
la
imitación
que
en
la
intuición
y
la
razón
"
(
54
).
^
Normas
generales
y
evolución
social
Si
las
normas
morales
no
proceden
del
instinto
,
sino
que
lo
superan
y
lo
sustituyen
;
ni
de
la
razón
,
que
es
incapaz
de
aprehender
toda
la
riqueza
de
situaciones
,
posibilidades
y
efectos
de
cualquier
acción
humana
,
¿
cuál
es
su
origen
?
Según
Hayek
,
la
evolución
:
no
la
evolución
genética
o
biológica
,
a
la
que
él
se
adhiere
(
48
),
sino
una
evolución
social
,
en
la
que
los
agentes
aprenden
por
imitación
y
aprendizaje
(
42
)
las
conductas
recibidas
de
otros
por
tradición
(
48
).
Por
tanto
,
según
Hayek
,
^
en
las
sociedades
primitivas
se
van
produciendo
ligeros
cambios
de
conducta
,
que
se
separan
de
los
instintos
de
solidaridad
y
altruismo
y
que
producen
como
resultado
una
mayor
difusión
de
información
,
un
aumento
de
las
posibilidades
de
intercambio
y
una
mayor
especialización
y
diversificación
de
los
sujetos
económicos
(
48-49
).
Esos
cambios
generan
hábitos
adquiridos
,
no
innatos
(
47
),
que
se
transmiten
por
tradición
,
y
que
luego
se
aprenden
,
quizá
sin
entenderlos
,
por
imitación
y
aprendizaje
personal
,
no
por
adaptación
biológica
.
'^
Hayek
llega
a
decir
que
lo
que
caracteriza
al
hombre
no
es
la
razón
,
sino
esa
capacidad
de
sustituir
respuestas
innatas
(
los
instintos
de
solidaridad
y
altruismo
)
por
normas
aprendidas
(
48
).
Para
Hayek
las
normas
morales
así
creadas
y
transmitidas
son
esencialmente
morales
,
porque
posibilitan
la
supervivencia
y
la
mejora
del
nivel
de
vida
y
el
crecimiento
de
la
población
,
que
son
los
criterios
últimos
con
los
que
nuestro
autor
juzga
la
moralidad
de
las
acciones
.
'
°
Es
verdad
que
Hayek
señala
que
"
en
modo
alguno
afirmo
que
el
resultado
de
la
selección
de
los
hábitos
de
comportamiento
tenga
que
ser
siempre
reputado
'bueno'
"(
63
).
Pero
,
a
renglón
seguido
,
aclara
:
"
Insisto
,
sin
embargo
,
en
que
,
nos
guste
o
no
,
de
no
quedar
condicionado
nuestro
comportamiento
por
las
instituciones
tradicionales
(...),
nuestra
actual
civilización
(...)
quedaría
privada
de
toda
posibilidad
de
sobrevivir
(...).
Afirmo
,
igualmente
,
que
si
la
humanidad
se
negara
a
asumir
las
mencionadas
tradiciones
(...)
condenará
a
la
muerte
y
a
la
miseria
a
gran
parte
de
la
población
actual
.
Sólo
teniendo
en
cuenta
esta
situación
podrá
el
individuo
decidir
lo
que
más
le
conviene
,
puesto
que
sólo
entonces
dispondrá
de
la
requerida
información
sobre
lo
que
es
bueno
y
correcto
"
(
63
).
Esto
sólo
puede
querer
decir
que
los
calificativos
"
bueno
"
y
"
malo
"
que
cada
uno
puede
atribuir
a
las
normas
morales
son
puramente
subje-
Laissez-Faire
5
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