| Los economistas clásicos y la educación | | | |
-
<< Back to editing
-
Previous version by
-
-
<< Older
-
Newer >>
-
Revert to this one
search results
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=laissezfaire01_4_.pdf&rsargs[]=0
E
.
G
,
West
Los
Econonais
ías
í^lási
asicos
LEáiicacion
Típicamente
,
los
economistas
clásicos
se
asocian
en
la
mente
popular
con
la
doctrina
del
laissezfaire
.
No
obstante
,
los
historiadores
de
la
educación
con
frecuencia
observan
,
a
veces
con
curiosidad
pero
siempre
con
aprobación
,
que
entre
estos
mismos
autores
se
encontraban
algunos
de
los
más
enérgicos
defensores
y
pioneros
de
la
educación
estatal
.
Además
,
tal
parece
que
con
el
énfasis
actual
en
la
idea
de
"
educación
para
el
crecimiento
económico
,"
se
han
vuelto
a
poner
de
moda
las
referencias
al
"
respetable
abolengo
"
de
estos
autores
.
Es
interesante
,
por
ejemplo
,
que
Lord
Robbins
,
escribiendo
en
calidad
de
economista
profesional
hace
algunos
años
,
se
sintió
obligado
a
refutar
de
una
vez
por
todas
la
acusación
de
que
los
economistas
clásicos
se
oponían
por
principio
a
la
intervención
estatal
para
la
provisión
de
servicios
sociales
y
para
la
protección
de
minorías
necesitadas
,
mencionando
el
caso
de
la
educación
como
un
ejemplo
típico
,
^
En
vista
de
esto
,
se
hace
necesario
un
análisis
de
la
naturaleza
precisa
de
la
contribución
educacional
de
estos
autores
.
También
es
necesario
agregar
que
tal
investigación
debe
cuidadosamente
evitar
la
tendencia
común
de
tomar
fuera
de
su
contexto
del
siglo
XIX
a
cualquier
autor
que
haya
tratado
el
tema
de
la
educación
,
presentándolo
como
uno
de
los
tantos
personajes
que
contribuyeron
al
desarrollo
de
una
trama
histórica
que
cuhnina
triunfahnente
en
la
Ley
de
Educación
de
1944
.
Uno
de
los
propósitos
de
este
trabajo
será
cuestionar
la
validez
de
este
tratamiento
que
con
mucha
frecuencia
se
aplica
a
los
economistas
clásicos
.
Este
cuestionamiento
surge
de
un
examen
de
la
forma
de
sus
argumentos
,
y
del
descubrimiento
de
serios
conflictos
de
opinión
sobre
políticas
concretas
(
algunos
de
los
cuales
permanecen
por
debajo
de
la
superficie
de
sus
escritos
principales
).
En
términos
generales
,
se
puede
afirmar
que
casi
todos
estos
economistas
consideraban
la
educación
desde
un
punto
de
vista
utilitarista
.
Ciertamente
fue
Jeremy
Bentham
el
que
planteó
este
punto
de
vista
en
su
forma
más
rígida
y
mecánica
,
característica
que
en
el
campo
educativo
se
refleja
más
en
su
discípulo
Edwin
Chadwick
que
en
James
Mili
.
Pero
todos
los
economistas
se
asemejaban
en
cuanto
compartían
lo
que
podría
llamarse
un
utilitarismo
negativo
,
esto
es
,
la
idea
de
que
la
educación
podría
reducir
la
criminalidad
y
el
desorden
.
Adam
Smith
,
decano
de
los
clásicos
,
competía
con
el
mismo
Bentham
por
el
lugar
de
honor
en
este
punto
.
Refiriéndose
a
la
educación
para
los
"
rangos
inferiores
"
del
pueblo
,
Smith
afirmaba
:
...
nadie
duda
que
[
el
Estado
]
obtiene
,
además
,
considerables
ventajas
de
la
instrucción
de
aquellas
gentes
.
Cuanto
más
instruidas
estén
,
menos
expuestas
se
hallarán
a
los
[
engaños
]
traídos
por
la
ligereza
y
la
superstición
,
que
frecuentemente
ocasionan
los
más
terribles
trastomos
entre
las
naciones
ignorantes
.
^
Estas
opiniones
no
eran
originales
.
Ya
habían
sido
expresadas
,
por
ejemplo
,
aunque
con
menos
vehemencia
,
por
Francis
Hutcheson
E
.
G
.
West
,
economista
británico
,
enseña
en
la
Universidad
Carleton
,
en
Ottawa
,
Canadá
.
El
presente
trabajo
es
una
traducción
del
capítulo
8
de
su
libro
Education
and
The
State
(
Institute
of
Economic
Affairs
.
1970
).
Laissez
-
Paire
43
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=laissezfaire01_4_.pdf&rsargs[]=1
'
(
maestro
de
Smith
),
y
por
el
economista
del
siglo
XVII
,
William
Petty
.
No
hay
duda
,
sin
embargo
,
de
que
la
actitud
de
Smith
se
vio
considerablemente
influida
por
los
fisiócratas
fi-anceses
,
a
quienes
conoció
durante
su
viaje
continental
en
1764-66
.
Mientras
que
Petty
y
Hutcheson
proponían
una
educación
religiosa
,
los
¿"
anceses
ahora
abogaban
por
la
instrucción
científica
.
Turgot
,
por
ejemplo
,
tipificaba
el
entusiasmo
de
sus
colegas
por
este
tema
en
el
siguiente
memorándum
dirigido
a
su
monarca
:
Me
atrevo
a
sostener
que
si
este
programa
[
de
educación
estatal
universal
]
fuera
adoptado
,
sus
subditos
serán
irreconocibles
en
una
década
,
y
su
inteligencia
,
buena
conducta
,
y
fervor
a
su
servicio
y
el
de
su
nación
los
colocarán
muy
por
encima
de
cualquier
otra
nación
moderna
.
Para
ese
entonces
,
los
niños
que
hoy
tienen
10
años
se
habrán
convertido
en
jóvenes
dispuestos
a
cumplir
su
deber
para
con
el
Estado
,
patrióticos
y
observantes
de
la
ley
,
no
por
temor
sino
sobre
bases
racionales
,
respetuosos
de
la
justicia
,
y
prestos
a
ayudar
a
sus
conciudadanos
en
tiempo
de
necesidad
.
En
manos
de
los
utilitaristas
ingleses
,
estos
razonamientos
se
conviertieron
en
fríos
cálculos
de
costos
y
beneficios
sociales
.
Bentham
estimaba
que
los
gastos
públicos
en
educación
serían
más
que
compensados
por
la
reducción
en
los
gastos
en
prisiones
,
por
lo
que
la
inversión
pública
en
educación
sería
sociaünente
rentable
.
Este
razonamiento
fue
popularizado
por
influyentes
parlamentarios
de
la
talla
de
Henry
Brougham
,
J
.
A
.
Roebuck
,
y
T
.
S
.
Macaulay
,
pero
varios
de
los
economistas
también
desarrollaron
el
argumento
en
la
misma
medida
.
Miss
Martineau
,
la
gran
popularizadora
de
la
economía
clásica
,
representaba
fielmente
a
muchos
de
sus
colegas
cuando
escribió
:
Tampoco
veo
que
la
economía
política
se
oponga
a
los
impuestos
generales
para
propósitos
educacionales
.
Como
mero
impuesto
policial
esta
tributación
resultaría
muy
barata
:
nos
costaría
mucho
menos
que
lo
que
hoy
pagamos
por
la
depravación
juvenil
.
*
Es
interesante
notar
que
los
escoceses
eran
los
economistas
clásicos
que
más
insistentemente
asociaban
la
educación
popular
con
la
observancia
de
la
ley
.
Siempre
les
complacía
observar
que
los
escoceses
eran
más
observantes
de
la
ley
que
otros
,
y
que
esta
era
consecuencia
de
su
mejor
educación
.
La
primera
sugerencia
la
hizo
Adam
Smith
,
siendo
luego
imitado
por
sus
compatriotas
James
Mili
,
J
.
R
.
McCulloch
y
Thomas
Chalmers
.
Dirigiéndose
a
los
oponentes
de
la
educación
.
James
Mili
anotó
:
No
es
necesario
que
comparen
poblaciones
turcas
e
inglesas
.
Que
sólo
reflexionen
sobre
el
estado
de
los
irlandeses
comparados
con
los
ingleses
,
y
luego
comparen
la
población
de
Escocia
con
la
de
Inglaterra
.
^
Thomas
Malthus
parece
haber
aceptado
sin
reservas
esta
opinión
de
sus
colegas
,
observando
que
:
los
discretos
y
pacíficos
hábitos
del
instruido
campesino
escocés
,
comparados
con
la
turbulenta
disposición
del
ignorante
irlandés
,
no
pueden
dejar
de
afectar
a
todo
pensador
imparcial
.
^
Whitbread
,
quien
reconocía
la
influencia
de
Malthus
,
fue
uno
de
los
primeros
en
citar
crudas
estadísticas
en
el
Parlamento
en
apoyo
de
tales
argumentos
.
En
el
debate
sobre
el
"
Proyecto
para
el
Establecimiento
de
un
Plan
para
la
Educación
de
los
Pobres
,"
en
1807
,
afirmó
:
Revisen
el
calendario
de
Newgate
fia
conocida
prisión
londinense
].
Im
gran
mayoría
de
los
ejecutados
cada
año
fueron
irlandeses
;
seguidos
por
los
ingleses
,
y
en
último
lugar
los
escoceses
.
Esto
guarda
proporción
exacta
con
sus
respectivos
sistemas
de
educación
para
los
rangos
inferiores
.
'
Esta
triunfal
referencia
a
estadísticas
elementales
continuó
por
medio
siglo
.
'
^arte
de
la
debilidad
general
de
este
tipo
de
inferencias
,
es
difícil
ver
cómo
podría
emplearse
el
argumento
de
Whitbread
para
defender
una
Laissez
-
Paire
44
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=laissezfaire01_4_.pdf&rsargs[]=2
'
propuesta
sobre
legislación
educativa
,
dado
que
Irlanda
estaba
sujeta
a
disposiciones
legislativas
para
la
provisión
obligatoria
de
escuelas
similares
a
las
de
Escocia
.
James
Mili
citaba
cifras
que
mostraban
que
existían
,
en
proporción
a
sus
respectivas
poblaciones
,
11
veces
más
criminales
en
Inglaterra
que
en
Escocia
:
Deseamos
que
nos
indiquen
nuestros
oponentes
¿
en
qué
sentido
no
han
sido
más
favorables
las
circunstancias
del
pueblo
infles
que
las
del
escocés
,
excepto
en
la
provisión
de
escuelas
?
^
"
Existen
muchas
posibles
respuestas
a
esta
pregunta
,
pero
la
que
propondrían
muchos
de
los
mismos
economistas
es
que
Escocia
no
tenía
la
Ley
de
Pobres
inglesa
.
"
Todos
los
economistas
clásicos
,
incluyendo
el
propio
James
Mili
,
estaban
convencidos
de
los
efectos
desmoralizantes
de
esta
legislación
,
y
por
tanto
deberían
de
haberla
tomado
en
cuenta
en
este
contexto
particular
.
(
De
hecho
,
en
un
artículo
anterior
.
James
Mili
había
sugerido
que
en
Inglaterra
era
mucho
más
urgente
la
reforma
de
la
Ley
de
Pobres
que
la
provisión
de
educación
.)
Mili
también
se
contestó
a
sí
mismo
,
en
parte
,
en
su
mismo
artículo
cuando
declaró
que
el
número
de
escuelas
estaba
creciendo
rápidamente
en
Inglaterra
.
Para
1826
,
estaba
convencido
de
que
la
capacidad
de
leer
y
escribir
era
típica
entre
"
las
gentes
más
bajas
."
'^
Para
1835
,
Inglaterra
casi
había
alcanzado
a
Escocia
en
la
provisión
de
escuelas
,
sin
ninguna
legislación
obligatoria
.
^^
Por
lo
que
respecta
la
noción
general
de
que
la
educación
reduce
el
crimen
,
el
observador
del
siglo
XX
es
mucho
más
escéptico
.
Para
empezar
,
e
incluso
aceptando
los
criterios
estadísticos
de
los
economistas
clásicos
,
el
crecimiento
de
la
educación
en
el
último
siglo
y
medio
no
ha
estado
asociado
con
una
reducción
perceptible
en
la
delincuencia
;
más
bien
,
las
autoridades
modernas
,
perplejas
,
apuntan
cada
vez
más
a
lo
contrario
.
En
sus
tiempos
,
William
Cobbett
parece
haber
sido
el
único
en
esta
observación
.
efectuar
Cobbett
se
opuso
en
1833
al
proyecto
educativo
de
Roebuck
sobre
la
base
de
que
la
criminalidad
en
Inglaterra
estaba
aumentando
al
mismo
tiempo
que
se
difundía
la
educación
:
En
tal
caso
,
¿
qué
razón
hay
para
gravar
al
pueblo
para
extender
la
educación
?
'
*
Aparte
de
estas
dificultades
,
sin
embargo
,
no
está
del
todo
claro
que
las
mismas
definiciones
de
"
crimen
"
que
se
empleaban
en
el
siglo
XIX
sean
siempre
iguales
que
las
que
se
aceptan
hoy
en
día
.
Los
benthamitas
claramente
distinguían
el
"
crimen
"
del
"
pecado
."
La
ética
,
para
ellos
,
se
reducía
a
una
ciencia
.
En
su
opinión
,
las
acciones
"
malas
"
surgían
simplemente
de
la
ignorancia
de
los
mejores
medios
para
promover
la
felicidad
.
Su
objetivo
era
eliminar
el
desconocimiento
de
lo
que
ellos
,
los
utilitaristas
,
consideraban
como
los
mejores
medios
para
promover
la
felicidad
.
Las
personas
,
insistía
Roebuck
en
el
parlamento
,
no
podían
ser
felices
por
sí
mismas
;
había
que
enseñarles
cómo
ser
felices
.
Nadie
podría
acceder
plenamente
a
un
estado
de
felicidad
a
no
ser
que
su
mente
hubiera
sido
previamente
manipulada
por
los
utilitaristas
.
Sólo
después
de
instrucción
estatal
sería
lógico
para
el
gobierno
recurrir
al
castigo
.
De
lo
contrario
,
se
minimizaría
el
placer
,
y
se
maximizaría
el
dolor
(
crimen
).
La
estrechez
de
esta
concepción
queda
bien
reflejada
en
la
crítica
de
William
Godwin
:
No
es
fácil
decidir
si
este
comentario
("
el
gobierno
no
puede
con
justicia
castigar
a
los
transgresores
,
sin
haberles
informado
previamente
qué
es
la
virtud
y
qué
es
una
ofensa
")
merece
una
respuesta
separada
.
Es
de
esperarse
que
la
humanidad
nunca
tenga
que
aprender
tan
importante
lección
por
medio
de
un
conducto
tan
corrupto
.
El
gobierno
puede
razonablemente
presumir
que
los
hombres
que
viven
en
sociedad
saben
que
los
crímenes
enormes
son
dañinos
para
el
bien
público
,
sin
que
sea
necesario
anunciárselos
por
medio
de
leyes
proclamadas
Laissez
-
Paire
45
/index.php?action=ajax&rs=GDMgetPage&rsargs[]=laissezfaire01_4_.pdf&rsargs[]=3
por
heraldos
o
explicadas
por
los
curas
...
Todos
los
crímenes
reales
pueden
ser
discernidos
sin
la
enseñanza
de
la
ley
.
Todo
crimen
presunto
,
que
no
puede
ser
discernido
de
esta
forma
,
es
invariablemente
inocente
.
'
*
No
obstante
,
muchos
de
los
economistas
clásicos
fueron
más
allá
del
mero
argumento
"
policía
"
en
favor
de
la
educación
,
compartiendo
algunos
de
los
aspectos
paternalistas
del
utilitarismo
positivo
.
A
este
nivel
,
sin
embargo
,
sus
razonamientos
no
siempre
fueron
consistentes
.
Los
malthusianos
,
por
ejemplo
,
deseaban
usar
las
escuelas
estatales
para
instruir
al
pueblo
sobre
las
consecuencias
de
las
familias
muy
grandes
y
los
matrimonios
a
temprana
edad
,
con
la
esperanza
de
contener
la
tasa
de
crecimiento
demográfico
.
Adam
Smith
,
sin
embargo
,
pensaba
que
un
población
creciente
era
normalmente
sefial
de
mayor
prosperidad
,
por
lo
que
no
podría
apoyar
este
argumento
.
Por
su
parte
,
Smith
también
tenía
sus
propias
prescipciones
paternalistas
,
derivadas
de
su
peculiar
sistema
filosófico
y
sociológico
,
y
que
deseaba
administrar
via
el
instrumento
semi-autoritario
de
escuelas
subsidiadas
por
el
estado
.
Smith
argumentaba
que
la
más
importante
causa
contemporánea
de
infelicidad
tenía
que
ver
con
el
creciente
sistema
fabril
y
la
división
del
trabajo
.
La
educación
estatal
,
argumentaba
,
era
necesaria
como
antídoto
en
este
nuevo
ambiente
.
Esto
lo
expresa
en
el
Libro
V
de
La
Riqueza
de
las
Naciones
,
donde
examina
las
diferentes
obligaciones
del
gobierno
:
Con
los
progresos
en
la
división
del
trabajo
la
ocupación
de
la
mayor
parte
de
las
personas
que
viven
de
su
trabajo
,
o
sea
la
gran
masa
del
pueblo
,
se
reduce
a
muy
pocas
y
sencillas
operaciones
;
con
frecuencia
,
a
una
o
dos
tareas
.
Consideremos
,
sin
embargo
,
que
la
inteligencia
de
la
mayor
parte
de
los
hombres
se
perfecciona
necesriamente
en
el
ejercicio
de
sus
ocupaciones
ordinarias
.
Un
hombre
que
gasta
la
mayor
parte
de
su
vida
en
la
ejecución
de
unas
pocas
operaciones
muy
sencillas
,
casi
uniformes
en
sus
efectos
,
no
tiene
ocasión
de
ejercitar
su
entendimiento
o
adiestrar
su
capacidad
inventiva
en
la
búsqueda
de
varios
expedientes
que
sirvan
para
remover
dificultades
que
nunca
se
presentan
.
Pierde
así
,
naturalmente
,
el
hábito
de
aquella
potencia
,
y
se
hace
todo
lo
estúpido
e
ignorante
que
puede
ser
una
criatura
humana
.
La
torpeza
de
su
entendimiento
no
sólo
le
incapacita
para
terciar
en
una
conversación
y
deleitarse
con
ella
,
sino
para
concebir
pensamientos
nobles
y
generosos
,
yformular
un
juicio
sensato
,
respecto
a
las
obligaciones
de
la
vida
privada
.
.
.
.
Adquiere
,
pue
¡
s
,
destreza
en
su
oficio
peculiar
,
a
expensas
de
sus
virtudes
intelectuales
,
sociales
y
marciales
.
Aún
en
las
sociedades
civilizadas
y
progresivas
éste
es
el
nivel
a
que
necesariamente
decae
el
trabajador
pobre
,
o
sea
la
gran
masa
del
pueblo
,
a
no
ser
que
el
Gobierno
se
tome
la
molestia
de
evitarlo
.
'^
Este
pasaje
ha
sido
citado
a
menudo
por
los
historiadores
de
la
educación
,
quienes
naturalmente
se
interesan
más
por
esta
parte
de
La
Riqueza
de
las
Naciones
.
Para
los
economistas
,
sin
embargo
,
quienes
se
interesan
también
por
las
otras
secciones
de
la
obra
(
y
especialmente
por
el
Libro
T
),
este
pasaje
causa
cierta
sorpresa
.
Porque
en
el
resto
de
libro
las
referencias
a
la
división
del
trabajo
se
hacen
con
entusiasmo
y
optimismo
.
De
hecho
,
la
comparación
de
ciertos
pasajes
del
libro
revela
una
obvia
inconsistencia
en
el
tratamiento
de
este
tema
.
El
primer
párrafo
del
capítulo
inicial
establece
el
tema
central
:
El
progreso
más
importante
en
las
facultades
productivas
del
trabajo
,
y
gran
parte
de
la
aptitud
,
destreza
y
sensatez
con
que
éste
se
aplica
o
dirige
,
por
doquier
,
parecen
ser
consecuencia
de
la
división
del
trabajo
.
'^
Más
adelante
,
explica
:
El
hombre
adquiere
una
mayor
aptitud
para
descubrir
los
métodos
más
idóneos
y
expeditos
,
a
fin
de
alcanzar
un
propósito
,
cuando
tiene
puesta
toda
su
atención
en
un
objeto
,
que
no
cuando
se
distrae
en
una
gran
variedad
de
cosas
.
Laissez
-
Paire
46
|
|